
La opinión pública uruguaya está que arde. Hay indignación por la conducta de Raúl Sendic, el renunciante vicepresidente de la república. Pero, quizás, más bronca han provocado las falacias mediante las cuales el “Pepe” Mujica ha intentado defenderlo, así como la actitud del presidente Tabaré Vázquez.
La relevancia política del affaire Sendic estriba en que ha dejado al desnudo las nociones de ética, justicia y equidad social sostenidas por Vázquez y Mujica. Asimismo, que en sus respectivas escalas de valores, ni el bien de la nación, ni el bienestar del pueblo ocupan los primeros puestos, a pesar de que en sus discursos sostengan lo contrario. Ha quedado transparente que sus prioridades son el Frente Amplio y sus apetencias personales de poder.
Además, parecería que consideran que los uruguayos son idiotas. Vayamos por partes para aclarar las cosas y situarlas en su debido contexto.
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Sendic –sin tener las aptitudes requeridas para el cargo- fue nombrado por Mujica para presidir Ancap (la monopólica petrolera estatal). ¿Cuál eran sus méritos para ser designado en tan alto puesto? El lazo afectivo que los unía, debido a que el padre de Sendic fue el fundador del grupo guerrillero Tupamaros. A raíz de ello, Mujica se tornó su “padrino político” con miras a catapultarlo a la presidencia de la república.
Al frente de Ancap Sendic hizo una gestión tan desastrosa, que llevó a la principal empresa del país a la “quiebra técnica”. Para evitar su cierre, el gobierno encabezado por Vázquez tuvo que capitalizarla de urgencia. Para el pueblo uruguayo significó el aumento frecuente de los impuestos y tarifas públicas monopólicas estatales, diseñadas para tapar el “cráter” fiscal.
Como si eso no fuera suficiente, están radicadas unas 20 denuncias ante el Juzgado de Crimen Organizado por presuntas irregularidades en la gestión de Ancap durante el gobierno de Mujica. Esos hechos generaron pérdidas por millones de dólares.
Además el Parlamento está investigando otro tema relacionado con Ancap acontecido durante ese período: la construcción de una planta regasificadora, que se había proyectado para operar en acuerdo con Argentina. Este asunto por presentar “apariencia delictiva”, también fue derivado a la justicia penal.
La última de las “gracias” conocidas de Sendic, fue el uso que le dio a las tarjetas corporativas de Ancap mientras fue su presidente. Las utilizó para comprar joyas, ropa de marca, aparatos tecnológicos y cosas por el estilo. Este fue el motivo principal que lo indujo a renunciar a la vicepresidencia.
Mujica montó en cólera al ver cómo se desmoronaba su ambición de situar a su “delfín” en la presidencia de la nación. Por consiguiente, salió a los medios a apoyarlo. ¿Cuál fue su estrategia? Minimizar la gravedad de lo sucedido tratando de reducir al absurdo la situación.
Sus palabras fueron: “mientras en Brasil aparecen ‘bolsones’ de plata, en frente (por Argentina) unas ‘monjitas’ tiran unos bolsos de plata… Nosotros estamos discutiendo unos calzoncillos. ¡Por Favor! Démosle dimensión a las cosas.”
Pues bien, vamos a seguir su consejo y situar las cosas en su justa proporción. La comparación pertinente no es con lo que pasa en las naciones vecinas, sino dentro de nuestro país. Y la realidad que provoca tanta furia entre los uruguayos es la siguiente: El sueldo mensual de Sendic asciende a U$S 15.353, mientras que el salario medio es de U$S 615. ¿Y él pretende cargarle a la cuenta de la gente común hasta sus gastos en “ropa interior”?
¡Es impúdico! ¡Demasiada desvergüenza! Tanto de parte de Sendic como de Mujica.
Pero la cosa no queda ahí. Las palabras de Mujica traslucen que la ética no es lo primordial para él, sino el poder político. Lo notamos cuando rezonga a sus camaradas frenteamplistas que pedían la renuncia de Sendic. Dirigiéndose a ellos afirma:
“Un viejo principio dice que Dios se sirve de los arrepentidos y el diablo se sirve de los ofendidos. Siempre hay que pensar varias jugadas más adelante. En toda esta discusión no se pensó qué puede pasar con los eventuales votos que apoyan al gobierno en el Parlamento […] Este es un núcleo de compañeros que tiene sus 4 o 5 votos, me parece que si había algún error, hay que tomar medidas. Pero esas medidas no pueden llegar a la ofensa, al aplastamiento, porque esos 4 o 5 votos… puede ser que alguno se salga de la disciplina partidaria y el Gobierno quede colgado, perdiendo la mayoría parlamentaria en el senado o en el Parlamento, cosa grave en el largo plazo”.
Por su lado, Vázquez no se queda atrás. Él fue quien designó a Sendic como su compañero en la fórmula presidencia. Además, en su discurso tras la renuncia del vicepresidente, dijo:
“Quiero expresar públicamente que Sendic ha cumplido a cabalidad, con seriedad y con responsabilidad la función que le dio el pueblo uruguayo al elegirlo como vicepresidente. Ha trabajado con honestidad, lo ha hecho con responsabilidad y con compromiso hacia la gente y hacia el programa de gobierno.”
Agregó que Sendic le aseguró que seguirá “apoyando con total lealtad” al gobierno nacional y al proyecto político del Frente Amplio desde la posición que ocupe en el sistema.
La irritación de la gente ante esas palabras de Vázquez, se manifestó de inmediato en las redes sociales y en la prensa:
Entiendo que la política se caracteriza por estar cargada de cinismo, pero lo del Presidente tiene gusto a sobredosis de cinismo, soberbia, tomadura de pelo, subestima a la gente, y ¿cuál es el ingrediente principal que la formula no tiene? las disculpas a los uruguayos, una pizca de perdón. Lo impudico, Sr. Presidente, fue su discurso.”
Por otra parte, Vázquez afirmó que le solicitó al secretario y prosecreatrio de Presidencia, Miguel Ángel Toma y Juan Andrés Roballo, que redacten una resolución que reglamente con “claridad” la rendición de los gastos de viáticos y la posterior restitución al Estado para quienes ocupan cargos políticos de especial consideración en el Ejecutivo. “Esto no es de fácil implementación, no hay reglamentación ni ley, pero de alguna manera se tiene que hacer”.
Un ciudadano a través de un medio de prensa le contestó:
Presidente, ya existe reglamerntación en el Poder Ejecutivo sobre la obligatoriedad de rendir cuentas de los viaticos que se otorgan para misiones en el extranjero. Lo que falta es controlar que se cumpla y, fundamentalmente, penalizar adecuadamente a quienes no lo hacen. Parece mentira que no lo “recuerde” en estas circunstancias tan particulares, cuando usted mismo los dispuso en su primer gobierno. De hecho, en Poder Legislativo también existía una disposición similar, hasta que el actual Ministro de Economía, en ocasión de ocupar la Vice Presidencia de la República la derogó.”
Efectivamente, toda la reglamentación y control de cumplimiento sobre esta materia se puede encontrar en el Texto Ordenado sobre Funcionarios Públicos, Presidencia de la República – Oficina Nacional del Servicio Civil. El último decreto fue el 279 – 012 del 24 de agosto de 2012.
En conclusión, los uruguayos no son idiotas y ha quedado de manifiesto cuáles son las auténticas prioridades de nuestros mandatarios, así como su sentido de la ética y la justicia…