Frecuentemente observo que el común de las personas –y no poco economistas– desconocen y confunden las diferencias entre el dinero Fiat contemporáneo y mejores formas de dinero que existieron en el pasado. Dinero es simplemente el medio de intercambio indirecto generalmente aceptado en un momento y lugar. Emergió como institución por acciones de infinidad de personas para facilitar sus intercambios. Una economía compleja con una estructura dinámica de capital productivo es imposible sin intercambio indirecto.
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Todas las materializaciones del dinero que han existido en la historia son explicadas por la misma teoría monetaria. No hay teoría del denario romano diferente del dólar americano. Aplicando la teoría monetaria entendemos las similitudes y diferencias entre las diferentes materializaciones de la forma abstracta del dinero.
El patrón oro
Se suele definir al patrón oro como el sistema en que cada divisa es legalmente establecida como un peso de cierta calidad de oro. La utilidad práctica de la definición legal la mercancía previamente institucionalizada por el orden espontaneo del mercado como dinero, hizo a Menger afirmar que el Estado perfecciona el dinero.
Algo diferente a creer que el dinero se creó al ser definido en la legislación. El patrón oro emerge donde prevalece el oro como medio de intercambio indirecto, definido o no por ley. Y aunque la definición legislativa perfeccionó en sentido práctico el dinero, del derecho consuetudinario puede emerger también su definición legal.
Explicaba Hayek que “A excepción de unos pocos períodos afortunados, la historia del tratamiento del dinero por parte del gobierno ha sido un incesante ejemplo de fraude y decepción. […] los gobiernos se han mostrado mucho más inmorales que cualquier institución privada que haya podido ofrecer dinero competitivo.”
Sería mejor definir el patrón oro como un sistema monetario en que una mercancía del mercado ha prevalecido como medio de intercambio indirecto hasta institucionalizarse y es ofrecida por el mercado como dinero. Un autentico patrón oro excluye la posibilidad misma de interferencia del Estado en la oferta monetaria.
En un sistema monetario la cantidad, composición y valor del dinero emerge del proceso de mercado o es determinada por el gobierno, no hay puntos intermedios. La teoría del patrón oro es la misma teoría de cualquier dinero mercancía que prevalezca en el mercado. Se puede extender el término “patrón oro” a cualquier dinero mercancía. Nadie defiende el patrón oro por afición particular a ese metal, sino porque históricamente ha emergido naturalmente de las acciones de los individuos en el mercado.
Un patrón oro es completo únicamente cuando la oferta total de tal mercancía depende de la demanda por su uso monetario y no monetario en relación al costo de producirla. Las existencias de dinero y su poder de compra dependerán única y exclusivamente del proceso de mercado mismo.
Con el patrón oro clásico el mercado determinaba la cantidad de dinero entre diferentes países. El oro debía ser descubierto, extraído, refinado y finalmente acuñado. Era el mercado el que determinaba la oferta de oro en relación a la demanda y oferta de otros bienes de distintos ordenes, productividad de la minería aurífera y oferta del resto de bienes.
Con monopolios de acuñación primero y manipulando los sustitutos monetarios luego, los gobiernos debilitaron la relación entre el nombre de la moneda y su peso en oro. Introducen muy temprano la inestabilidad política en el sistema monetario. El dinero es el juego de dados de los políticos afirmó Diógenes en el siglo IV a. C
Los cuatro puntos que definen al patrón oro
1) En un patrón oro completo el oro es el dinero, no las divisas por sí mismas sino por su contenido de oro, y los sustitutos monetarios, como los billetes de banco, son documentos al portador por una cantidad del dinero.
2) La cantidad de dinero es determinada por el proceso de mercado y en tanto exista comercio internacional abierto será imposible que un país o territorio no obtenga el dinero que demande su mercado a cambio de otras mercancías.
3) La unidad monetaria emerge de los mercados como una cantidad de oro de cierta pureza y la divisa puede ser definida por el Derecho como esa cantidad y calidad que prevalece en el mercado.
4) Los sustitutos monetarios se cambian por dinero a la par, o desaparecen del mercado por la desconfianza en el emisor.
Los bancos centrales no son necesarios para un patrón oro. Aunque funcionar en tal sistema, fue principalmente a través de bancos centrales que los gobiernos interfirieron condicionando y llegando a impedir las condiciones que lo definen. Desde que falta una, el patrón oro no es completo.
Un patrón oro incompleto sustituyendo al patrón oro completo fue siempre un paso hacia la desaparición definitiva del patrón oro. El camino de regreso, de concurrir las circunstancias culturales y políticas para emprenderlo, tal vez pasaría por etapas de patrón oro incompleto también.
El punto es que el proceso histórico de surgimiento del patrón oro dotó a quienes lo disfrutaron del mejor dinero que la historia humana conoció. Del patrón oro incompleto a su definitiva desaparición hemos visto desde la degradación progresiva de las divisas dominantes hasta el completo desastre de gran parte del resto, en uno u otro momento. Un patrón oro auténtico no requiere de tipos de cambio fijos entre las divisas, ni de controles gubernamentales al precio de oro.
No es un patrón oro divisa, acordado políticamente, es dinero de mercado que los gobiernos no pueden crear sin que se produzca mercancía que en el mercado se demande como medio de intercambio indirecto. No está atado a las condiciones históricas en que existió, y la tecnología que permite más y mejores sustitutos monetarios electrónicos no lo hace anticuado, sino más factible y necesario que nunca.