
Guardar las pañoletas y camisetas moradas que distinguen al feminismo y reducir al mínimo el discurso en defensa de las mujeres en España es la nueva orden en el partido izquierdista Podemos. Ahora, la organización apuesta a una retórica antimilitarista para sortear el impacto que generan las denuncias de acoso sexual en contra del fundador de la tolda, Juan Carlos Monedero.
La guerra de Rusia contra Ucrania es el tema escogido como conveniente, en medio del escándalo que enfrentan por las dos acusaciones hechas en septiembre de 2023 contra su líder principal, por abrazar “por aquí y por allá” a integrantes de la tolda sin consentimiento, llamarlas en la madrugada y sobrepasarse con “baboseo”.
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Hablar de guerra y armas resulta más viable y perdurable a Podemos ante un panorama geopolítico agitado. Ello explica que la secretaria general del partido, Ione Belarra, porte ahora en sus visitas al Palacio de Gobierno el mensaje “no a la guerra” en su vestimenta, mientras la exministra de Igualdad, Irene Montero, así como su eurodiputada, Isa Serra, apoyen su planteamiento desde las redes sociales.
Centrar los mensajes en el impacto del «rearme belicista» que prepara el Ejecutivo de Pedro Sánchez es la estrategia que despliegan en la víspera de la asamblea ciudadana estatal que Podemos celebrará en Madrid el próximo 11 y 12 de abril. Según The Objective, ese cónclave marcará el inicio de una posición crítica con respecto al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Sumar.
Buscando protagonismo
Con este giro Podemos realizará su quinta asamblea estatal. La tolda capitaliza a su favor que los partidos como Izquierda Unida, Más Madrid y Compromís, ya vociferan su rechazo al incremento de los presupuestos del ministerio de Defensa que promueve el gobierno de Pedro Sánchez, con el fin de respaldar a Ucrania.
Podemos busca liderar al sector. La intención de la tolda es convertirse en la organización que posiciona el «no a la guerra» y el rechazo al incremento del gasto militar de España como bandera en el camino a las elecciones.
Cualquier conflicto bélico sirve a sus intereses mediáticos.
De hecho, arreciar contra Israel es parte de una puesta en escena, al exigir al Ejecutivo romper relaciones diplomáticas con ese Gobierno, por “reanudar los bombardeos en Gaza a dos meses del acuerdo de tregua”. Según Montero, España debe establecer “un embargo total y formal de armas a los genocidas”.
Contra Sumar para ganar
Podemos difunde su nueva narrativa en las redes sociales. Desde sus distintos perfiles promueve una confrontación sobre el asunto militar con el partido Sumar de Yolanda Díaz, su exmilitante y exaliada política en La Moncloa, por supuestamente apoyar el gasto de que tiene previsto el Ejecutivo.
Sumar es tierra fértil para Podemos, en medio de su crisis retórica, luego de que el partido de Díaz notificara a Sánchez que su bancada en el Congreso rechazaría el aumento del presupuesto militar si llega a la instancia, pero si sólo amerita discusión en el Consejo de Ministros, lo ratificarían.
En ese contexto, Sánchez es otro blanco de la estrategia comunicacional. Los dirigentes del partido morado comienzan a llamarlo «señor de la guerra» e incluso manifiestan que el incremento del gasto militar será la «tumba» del Ejecutivo.
La posibilidad de un adelanto de las elecciones generales de 2027 impulsan estas maniobras de Podemos con las cuales Belarra pretende seguir en la secretaría general de la tolda, mientras Montero apunta a consolidarse como la única candidata para la jornada comicial. Presionar a Sumar en el camino es parte de la jugada considerando que la formación celebrará su congreso extraordinario a finales de marzo dividido no sólo por el escándalo del caso Errejón sino también por el tema militar que tensiona a las bases.