
Por tercera vez, en menos de un año, el presidente de Chile, Gabriel Boric, volverá a sentarse como imputado ante la Fiscalía en una causa penal. La próxima comparecencia será el jueves 27 de marzo en el segundo piso de La Moneda, para responder cuánto sabía y cuál fue su participación en la frustrada compra de la casa del exmandatario socialista Salvador Allende. La emisión de dos decretos con su firma lo complica.
El Ministerio Público considera crucial la declaración de Boric para esclarecer las responsabilidades en la negociación del inmueble que se pretendía comprar en nombre del Estado por 926.000 dólares, cifra que duplica el avalúo del Servicio de Impuestos Internos (SII), con el fin de convertirla en un supuesto museo.
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Cada respuesta de Boric en calidad de imputado será de interés en la investigación, considerando que el proceso implicaba celebrar un contrato con la senadora Isabel Allende y su sobrina, la exministra de Defensa, Maya Fernández, quien para el momento del acuerdo estaba en funciones, y por ley ninguna podía hacerlo. Si bien el escándalo obligó a Fernández a dimitir, ello no detiene las pesquisas que detonaron la querella que presentó la Fundación Fuerza Ciudadana en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, por los presuntos delitos de tráfico de influencias y fraude al Fisco.
Firmas que comprometen
La Fiscalía tiene antecedentes que comprometen a Boric en la fallida compra, la cual comenzó a concretarse el pasado 25 de noviembre, entre ellos, la aparición de su firma en los decretos que autorizaban la adquisición de la vivienda de Allende, a pesar de que las propietarias del inmueble eran autoridades públicas en ejercicio.
Esa documentación es clave, porque además está visada por Contraloría. ¿Falló el ente fiscalizador o el jefe de Estado desconocía la ley? La exministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, quien también salió de su cargo por este hecho, deja poco espacio para las dudas, tras declarar que junto a su equipo jurídico advirtió las posibles dificultades jurídicas que podrían existir en el caso, debido a la inconstitucionalidad del negocio por ser propietarias tanto Allende como Fernández.
Nadie la escuchó y, ante la desestimación de su alerta, hoy la transparencia y probidad están en entredicho, debido a un posible conflicto de interés que sólo el fiscal regional de Coquimbo, Patricio Cooper, determinará.
Pesquisas en desarrollo
Los ojos en la investigación que tiene a Boric como imputado también están sobre la titular de la División Jurídica de Secretaría de la Presidencia, Francisca Moya, por remitir el decreto que permitió seguir adelante con la adquisición. Para el diputado independiente, Stephan Schubert, el presidente es parte de la negociación y la materialización de ella a través de la suscripción de una escritura pública.
En esa misma línea, la diputada Karen Medina señala que el mandatario “tiene que asumir la responsabilidad de haberse rodeado de gente que por desconocimiento o simplemente de mala fe no lo asesoró de la manera correcta y no lo protegió de meter las patas en esta magnitud”.
Se estima que Boric comparecerá, pero importante acá es el señalamiento hecho por la legisladora Camila Musante, quien cree que “ya se ha causado un daño institucional significativo” a la figura de la Presidencia, debido a sus continuos líos legales.
En octubre, el fiscal regional Centro Norte, Xavier Armendáriz, lo requirió para entregar su testimonio en la denuncia por violación que involucra a su exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve. A ese caso, se sumó la presentación de una querella por acoso sexual hecha por una mujer en contra del mandatario en los tribunales de Punta Arenas que fue acogida por el fiscal de Magallanes, Cristian Crisosto, propiciando una investigación en la cual aparece sobreseído.
Quizás el desenlace en la nueva causa sea similar. Todo es posible, cuando un reportaje de Mega reveló que al menos 60 políticos, entre autoridades y dirigentes de partidos, involucrados en investigaciones terminaron sin una acusación frente a juez pese a la existencia de pruebas y confesiones.