
Nota del editor: en el texto se agregó la posición de Carabineros de Chile y el Ministerio Público sobre los protocolos pertinentes para abordar la desaparición de una persona en la nación austral.
Cada minuto cuenta cuando alguien está desaparecido. Una búsqueda oportuna cambia finales trágicos por rescates inolvidables. Sin embargo, en los Carabineros de Chile estas son premisas aún sin adopción. Su demora para investigar sobre el paradero de la joven venezolana Saraís González, de 23 años, después de una denuncia por parte de su familia, al notar la ausencia de contacto durante una semana, luego del viaje de la víctima desde Santiago a Temuco para encontrarse con su pareja, Jeison Barrios, expone las falencias de la institución de seguridad austral.
Saraís González tenía sueños, quería estudiar. Mientras intentaba matricularse y regularizar su documentación aprendió a realizar tratamientos de belleza capilar. Una tía le había prestado dinero para emprender en el oficio. Se había comprado un secador de cabello y una plancha. Añoraba prosperar para reunirse con su padre. Seis años sin abrazarlo le parecía demasiado.
Nada de eso será posible ya. Su pareja la asesinó de múltiples puñaladas y huyó. La engañó para quitarle la vida. La invitó a su apartamento al norte del país, ubicado en el condominio Milano y ahí la dejó tendida. La familia sospechó, denunció pero la policía desestimó indagar.
- Lea también: Fiscalía de Chile sin presupuesto para perseguir al crimen organizado
- Lea también: Chile cae en las manos de los traficantes de fentanilo
“Creo que si las autoridades hubiesen actuado más rápido hubiese podido abrazar a mi hija por última vez, pero nos quitaron eso por no actuar a tiempo”, aseguró su madre, Soralena Bracho, en entrevista con PanAm Post. “El desempeño policial fue fatal. Desde el inicio no quisieron ayudarnos e incluso no nos ayudaron a solucionar nada, aún cuando mostrábamos pruebas”, precisa.
Hasta el último momento, la madre de la joven Saraís González guardó esperanzas. Se negaba a un desenlace fatal. Reconoce que el joven ocultó su perfil violento. “Jamás imaginamos que pudiera hacerle daño. Él se presentó de forma diferente, compartió solo una vez en casa de Saraís, pero esa vez mostró ser una persona muy diferente”.
Negligencia en imágenes
La viralización en redes sociales de la hermana de Saraís, Roxana Barreno, trepada en el balcón del edificio descubriendo el cadáver —lleno de moscas y descompuesto— expuso la deficiencia del cuerpo de seguridad chileno para abordar denuncias sobre desapariciones. “¡Se los dije!”, gritó a los funcionarios.
Sus diligencias ante las autoridades fueron inútiles. En ese momento fue claro. Aunque el manejo cambió después del hallazgo, la agonía persiste. Los procesos siguen lentos. Hay “muchos protocolos”, relata la madre, tras puntualizar que “como ha habido días no hábiles se ha demorado la entrega del cuerpo de mi hija, pero eso es extender el sufrimiento por más y más días”.
Subraya que sus restos “aún no están disponibles para retiro y nos dicen que puede demorar al menos cinco días”. Esa espera los desespera. Tienen motivos. Están en una zona desconocida sin red de apoyo y sin acompañamiento institucional. “Es aterrador”, confiesa.
📌Momento en que una mujer halla sin vida a su hermana desaparecida en Chile
Una joven de 22 años, llamada Sarai González, de nacionalidad venezolana, se encontraba desparecida, luego de que se dirigiera a Temuco, Chile a visitar a su pareja Jeison Barrios, de la misma… pic.twitter.com/SzfgACaqA8
— TSM Noticias (@tsmnoticias) March 3, 2025
Desempeño sin mejoras
Ni a corto ni a largo plazo el panorama mejorará. El proceso de reforma a Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI) está hundido en las discrepancias de la Unidad Consultiva que conforman expertos, políticos y representantes del gobierno de Gabriel Boric a cargo de las modificaciones.
Por un lado, los integrantes de la unidad consultiva, creada para guiar la reforma, acusan falta de celeridad y dirección estratégica, por el otro, el Ministerio del Interior defiende que los cambios avanzan conforme a lo planificado y ya muestran resultados concretos en seguridad pública.
Sin embargo, esos “cambios” se centran en el aumento de la dotación de la PDI en 50 %, incrementando sus agentes de 950 a más de 4000 y en el caso de Carabineros, al uso de cámaras corporales en procedimientos e incentivos salariales para quienes prestan servicio en zonas de alto riesgo. Nada más.
Lo anterior tampoco es garantía de efectividad, si se tiene en cuenta que un Carabinero expulsado de la institución por consumo de drogas asesinó a su pareja venezolana al sur de Chile. Se trató de Diana Guaima, de 22 años, madre de una niña de 4. Esto ocurrió en Osorno, Región de Los Lagos, en 2023. La mató de un severo golpe en el cráneo.
Muerte sin piedad
Aguardar ahora por una investigación certera es la única opción para la familia de la venezolana Saraís González, quien había llegado a Chile junto a su madre. Las primeras pesquisas de la Fiscalía y el Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) indican que el ataque en su contra ocurrió, prácticamente, al llegar a la residencia de su pareja. Así lo constata la data referente a la descomposición de su cuerpo.
Además, el persecutor a cargo del caso, Juan Pablo Salas, sospecha que Barrios, quien está detenido en Temuco por haber dejado a un hombre sin un ojo luego de una golpiza, la asesinó con la participación de más individuos, tras indicar que las heridas fueron hechas con distintos tipos de armas blancas. La averiguación lo aclarará.
En el caso de Saraís González, ser una mujer migrante pesa, según su madre. Al respecto, señaló lo siguiente: “Si inicialmente, hubiese sido una persona chilena ya hubiesen hecho más efectiva toda esta resolución”.
La versión de Carabineros
Por la naturaleza del hecho y cómo se vio ante las cámaras, cuando la hermana de la víctima trepó al departamento para hallar el cadáver de su hermana, Carabineros hizo un pronunciamiento. Al respecto, el ente policial informó que no contaban con una orden judicial para ingresar al departamento. Este proceder ha reavivado el debate sobre los protocolos policiales en casos de denuncias por presunta desgracia, según indica Noticias del Sur.
De acuerdo con lo que explicó el general Patricio Yáñez, jefe de la IX Zona de Carabineros, la denuncia por presunta desgracia fue recibida el jueves a las 18:00 horas. En respuesta, personal policial se trasladó al inmueble, pero no accedió a su interior, al no contar con una orden judicial que lo permitiera.
Por su parte, el Ministerio Público indicó que Carabineros informó al fiscal de primeras diligencias sobre la denuncia y se les instruyó realizar diversas acciones, entre ellas, acudir al lugar donde la víctima fue vista por última vez y tomar declaración a sus familiares. Sin embargo, hasta el momento no se ha aclarado por qué no se solicitó una orden de entrada y registro para acceder al departamento.