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Además del itinerario de su agenda presidencial, Gabriel Boric también debe ahora cumplir con las diligencias policiales que se ejecutan tras la presentación de una denuncia en su contra por supuesto acoso sexual y difusión de imágenes íntimas por parte de una excompañera de trabajo.
Según El Mercurio, el mandatario, quien está acusado desde septiembre por los delitos mencionados ante el tribunal de Punta Arenas, compareció durante dos horas frente a un contingente de funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) y del fiscal de Magallanes a cargo del caso, Francisco Crisosto.
Para esta diligencia centrada en la revisión de sus correos electrónicos, Boric accedió de “forma voluntaria” en la residencia de su abogado personal, Jonatan Valenzuela en compañía de su jefa de comunicaciones, Nicole Vergara.
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Si bien el medio descarta la realización de una pericia al computador del presidente, revela que se efectuó una revisión y entrega de los correos electrónicos enviados por la denunciante entre 2013 y 2014, periodo en el cual, ambos coincidieron en la Corporación de Asistencia Judicial de Punta Arenas.
“Boric dio acceso, voluntariamente, a su correo electrónico para descargar los emails en formato digital”, indica el reporte.
Denuncia sin futuro
A pesar de las diligencias, Boric se declara tranquilo. Apuesta a que “las instituciones hagan su trabajo, que el gobierno gobierne, que las autoridades estén desplegadas en terreno y cumpliéndole a la gente para seguir avanzando los compromisos”.
Detrás de sus palabras hay confianza. La Moneda tiene claro que la causa podría cerrarse en un corto plazo luego de las contradicciones de la versión de la mujer frente a los fiscales durante la formalización de denuncia el 6 de septiembre y en su declaración posterior.
Fuentes de la investigación indican que hasta ahora la carpeta acumula la denuncia, su declaración frente a los fiscales y los correos electrónicos que aportó el abogado del mandatario a fines de octubre.
Sobre la posibilidad de que el Presidente Boric entregue alguna declaración, Valenzuela, lo descarta al afirmar que “no tiene conocimiento de ninguna otra diligencias decretada”.
Fiscalía atenta
La Fiscalía está atenta a cualquier irregularidad entorno al caso que involucra a Boric. En ese sentido, el Ministerio Público admitió que la fiscalía regional de Magallanes abrió una investigación penal por un eventual acceso “ilegal o indebido” a los antecedentes de la causa contra el presidente, Gabriel Boric.
Ello lo motivó las dudas sobre cómo se enteró el equipo legal y político del mandatario sobre la denuncia. Sin embargo, el subsecretario del Interior, Luis Cordero, sostiene que “el Presidente tiene mandato a uno de sus abogados para el seguimiento de las causas” y que esto fue realizado mediante el conducto regular disponible para los abogados.
Precisó que “la ejecución de la misma se desarrolló de acuerdo a los mecanismos de búsqueda que ellos habitualmente desempeñan en el ejercicio de la profesión”.
El abogado Miguel Schürmann, quien también representa a Boric explicó que conoció la querella tras “un procedimiento de búsqueda diario” que realiza con el número de cédula de identidad del Presidente en el Sistema de Información y Atención a Usuarios (SIAU).
Proceso con transparencia
“Esto consiste en ingresar su RUT en el sistema desde una cuenta que no tiene causas del Presidente asociadas, se busca su RUT y el sistema arroja el RUC más reciente. Luego de eso solicité la acreditación desde mi cuenta a ese RUC, dado que es la única forma de obtener más información de la causa”.
En nada de ello hay delito asegura el abogado penalista y académico Universidad Diego Portales, Cristián Riego, en entrevista con BioBio. Aclara que si esta denuncia tuvo algún paso por el sistema judicial, también queda un registro.
Además, recalca que pese a una causa ser reservado, “cuando hay una investigación que, de algún modo, puede afectar al presidente de la República, es esperable que el director de Investigaciones sea informado por su subalterno y le informe al gobierno, a algún ministro. A mí eso no me sorprende nada, está dentro de lo esperable. Tampoco existe respecto de eso alguna prohibición”.
