Un general, tres oficiales superiores, dos subalternos y cuatro efectivos de tropa profesional de la Guarda Nacional de Venezuela son los últimos uniformados detenidos por el régimen de Nicolás Maduro. A todos le atribuyen traición a la patria para privarlos de libertad en la víspera del 10 de enero, fecha prevista para la toma de posesión del próximo presidente de país.
Desde el Tribunal Militar de Amazonas salieron las órdenes de aprehensión, en las cuales, además se imputan los delitos de ultraje a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), desobediencia agravada y abuso de autoridad para permitir el ingreso de aeronaves no identificadas desde Brasil hacia la Base de Protección Fronteriza Cerro Carlos Delgado Chalbaud.
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Según el diario El Nacional, el general de Brigada Rafael García Fernández, quien se desempeñaba como jefe del comando de Zona N° 63 en el estado Amazonas —ubicado al sur del país— junto al coronel Euclides Rafael Gómez Salazar, quien a su vez ejercía como jefe del Estado Mayor, son los dos altos funcionarios detenidos con más alto rango.
A ellos, se suman el teniente coronel Darwin Rigoberto, comandante de Apoyo Aéreo N° 63 en Amazonas, así como también el mayor José Gregorio Santana Olivo, jefe de la División del Mantenimiento y Orden Interno de ese comando.
El resto de la lista la conforman el primer teniente Luis Pérez Mendoza, comandante del destacamento de Comandos Rurales; el primer teniente Jhon Kenner Buitrago Jaimes, comandante del destacamento de Seguridad Urbana; así como los sargentos Ángel Barreto Pérez, Keibi Verenzuela Sandoval, Elvis Josué Pérez Salas y Antonio Gutiérrez.
Un año de purga castrense
La detención de este nuevo grupo de militares es parte de la purga que Maduro impulsa al interior de las instituciones castrenses desde enero de este año, tras ordenar la degradación y expulsión de 33 militares, por presuntamente estar involucrados en actividades conspirativas, “criminales y terroristas”, gestadas en contra “de las autoridades legítimamente constituidas”.
Desde entonces, el dictador arrecia su cacería de posibles militares ajenos al chavismo. De hecho, después de su proclamación fraudulenta como ganador de los comicios presidenciales del 28 de julio en detrimento del abanderado de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González, los cambios en el alto mando militar y gabinete de Miraflores son constantes.
Ya en octubre trascendió la detención de cinco altos oficiales destacados en instalaciones militares en el oriente del país. Una redada que coincide con el nombramiento de Diosdado Cabello como ministro de Interior y Justicia, para administrar los organismos de contrainteligencia militar.
Con el regreso de Cabello al tren Ejecutivo y la fidelidad del general Vladimir Padrino López, en el ministerio de la Defensa, el régimen de Maduro acumula 163 militares apresados con acusaciones de supuestos complot.
Persecución con persuasión
Maduro intensifica la persecución contra cualquier posible disidente, tras conocerse que Estados Unidos sancionó a 21 funcionarios de la dictadura, entre ellos, la hija de Diosdado Cabello, Daniella Cabello, por socavar la democracia, violar sistemáticamente los derechos humanos y reprimir al pueblo venezolano.
El mandatario también intenta persuadir a los cuarteles en la medida que el tiempo avanza no sólo para la “fecha final”, que representa la juramentación del próximo jefe de Estado ante la Asamblea Nacional, sino para la marcha convocada por el Comando con Venezuela, el movimiento político de María Corina Machado y de Edmundo González.
La movilización prevista para este 1 de diciembre enardece a Miraflores, al estimar la toma de la Plaza La Castellana con una “protesta única, inédita”, así lo promete Machado en los encuentros virtuales con dirigentes y activistas opositores.
La consigna que resonará será “El 10 de enero es ya” en alusión al inicio del nuevo período presidencial en Venezuela. Si bien Nicolás Maduro tiene previsto juramentarse, González no descarta dejar España para regresar al país y arruinar la ilegítima pretensión al contar con el reconocimiento de Estados Unidos, Italia y Ecuador.