En lugar de esclarecer los hechos, la presunta víctima de acoso y divulgación de imágenes privadas por parte del presidente chileno Gabriel Boric ha complicado su denuncia presentada en los tribunales de Punta Arenas, en el sur del país. Los primeros testimonios que ofreció a la prensa sobre el tema están llenos de inconsistencias, tras conocerse en las últimas horas la acción judicial que interpuso en septiembre.
Según la mujer, su denuncia contra el jefe de Estado “no es por algo físico” sino “por persecución”, debido a un “hackeo” de sus fotografías íntimas “durante todo este último año”. Asimismo, insiste en que su acusación no es sólo contra Boric sino que también alcanza a todos aquellos que resulten responsables de la publicación sin autorización de sus imágenes personales.
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También reafirma que su acusación la propició el extravío de un pendrive hace diez años, durante el contexto de la práctica profesional del presidente en 2013 en la Corporación de Asistencia Judicial de Punta Arenas. Ella asegura que su puesto de trabajo se ubicaba al lado de Boric y, por ello, concluye que cayó en sus manos.
“Es súper complicado para mí el tema, porque es algo súper privado, yo no soy una persona pública. No tengo redes sociales, soy de muy bajo perfil, no quiero aparecer en entrevistas, que hablen de mí, no quise hacerlo yo, lo hizo él. Es algo particular, privado, y que me afectó mucho y me afecta hoy. Estoy con tratamiento médico”, indicó la mujer a Meganoticias.
Las hipótesis que desencadenaron la denuncia
Aunque la querellante afirma desconocer las razones que condujeron al presidente a exponer la denuncia públicamente mantiene que seguirá con su acusación “hasta el final. Qué lástima que haya publicado esto de esta forma, porque ni siquiera lleva dos meses de investigación esto”, agregó.
Ella niega haber enviado fotografías a Boric en el pasado, pero reitera que el presidente accedió a las imágenes, por lo que indica que fue él quien las difundió. “Encontré las fotos en Internet y, por lo tanto, la persona que tuvo acceso fue él y de ahí parte todo”.
En cuanto al delito por acoso sexual, la mujer recalca que “está en investigación, no puedo asegurar que fue así”. Con sus declaraciones, la denunciante, a quien se le protege su identidad, genera dudas sobre la credibilidad de sus acusaciones. Además, su abogado, Jaime García, quien también es su expareja, descartó ser su asesor.
Al respecto, García reconoce que “hay un espacio temporal bastante grande entre que se hace la denuncia y los hechos relatados”, por lo cual, admite que “existe una dificultad en cuanto a la forma de probar esto, pero eso ya no es resorte mío. No sé si esta denuncia va a prosperar si va a avanzar, pero lo único que yo conozco es que luego de esta denuncia escrita se hace esta entrevista y yo no conozco más del caso”.
Sin aval legal
¿Se retiró del caso? Parece que sí. De hecho, frente a las cámaras de Chilevisión precisó que: “Yo no soy el asesor de ella, yo no soy parte de la causa y yo no soy el querellante, mucho menos”.
La baja tendría razones detrás, entre ellas, la existencia de al menos menos tres procesos judiciales en los últimos tres años contra la mujer por el delito de lesiones menos graves vinculadas a violencia intrafamiliar, “amenazas simples” y un robo con intimidación en una estación de servicio cometido después de denunciar a Boric y que la mantiene con una condena de tres años y un día, pena sustituida por libertad vigilada intensiva.
Boric está firme en su posición. A través de su abogado, Jonatan Valenzuela, asumió la divulgación de la querella en su contra, en la cual figura como imputado de la causa reservada y desformalizada.