Chile eligió a sus nuevos gobernadores en un balotaje que, aparentemente, deja atrás los días de tormenta para el gobierno del presidente Gabriel Boric, luego de que sus candidatos ganaran en 10 de las 16 regiones en disputa. El oficialismo logró sortear el impacto del escándalo que involucra al exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, acusado de violación consumada, violación tentada y abuso sexual. Ningún sondeo estimó la caída de los aspirantes de la oposición, propiciada por una campaña de descrédito que los vinculó a casos de corrupción, algo que en última instancia definió la votación.
En la Región Metropolitana, el socialista Claudio Orrego se impuso con el 55 % de los votos al candidato de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Francisco Orrego, quien obtuvo 45 % de las boletas. Un panorama similar dejó la contienda en Valparaíso, donde Rodrigo Mundaca fue reelecto con un aplastante 62,5%, frente al 37,5% de la opositora María José Hoffmann.
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La Moneda respira con los resultados. Especialmente, porque a las victorias mencionadas se suman la de sus abanderados en Antofagasta, Atacama, O’Higgins y La Araucanía este domingo, que junto a las cuatro obtenidas en la primera vuelta en la región de Tarapacá, Ñuble, Los Ríos y Magallanes, elevan la cuota de poder de la izquierda en las gobernaciones a 10 plazas.
La oposición, por su lado, quedó al frente de las gobernaciones de Arica, Parinacota, Coquimbo, Maule, Bío Bío, Los Lagos y Aysén. Las cinco primeras regiones las alcanzó en la jornada de este domingo y la última en la primera vuelta del 27 de octubre.
Un triunfo que debe ser mirado con lupa
El revolcón que propiciaron las fichas de Boric a la oposición en las elecciones de las gobernaciones fue tremendo, pero hay que leer con pinzas el resultado. Si bien podría servir de indicador para las presidenciales de 2025, lo cierto es que el oficialismo, pese a su triunfo en la contienda de este 24 de noviembre, redujo su número de gobernaciones alcanzadas en 2021 de 15 a 10 este 2024. Mientras tanto, la oposición pasó de tener una a lograr seis.
¿Por qué? Hay explicaciones, entre ellas, que en esta segunda vuelta reveló que el apoyo de un partido, una figura de poder o un liderazgo mediático a un candidato, tiene cada vez menos peso entre los votantes a la hora de marcar una opción en la boleta.
El fracaso de Francisco Orrego en su cruzada por ganar la gobernación de la Región Metropolitana de Santiago confirma que el aval de Chile Vamos y Evelyn Matthei —favorita en las encuestas de las presidenciales en 2025— resultó insuficiente para ganar “la corona” de los comicios al oficialismo, tras protagonizar una campaña con un verbo incendiario.
Descalificar a su contendiente y confesar indisposición para trabajar con los alcaldes aliados de Boric hundió su aspiración. De hecho, su rival, Claudio Orrego, ganó en 43 comunas, incluyendo 13 en las cuales integrantes de Chile Vamos lograron imponerse en las municipales de hace un mes, como La Reina, Providencia, La Florida, Santiago y Ñuñoa.
Altos Costos para todos
Si bien Francisco Orrego, en su defensa señaló: “Yo soy directo y eso no va a cambiar. Yo soy un tipo sin pelos en la lengua, soy una persona que siempre está en la vida argumentando. A mí me gusta el debate apasionado, pero con datos, siempre”, la aclaración no convenció.
Su compañera de sector, María José Hoffmann, también se vio envuelta en escándalos que sellaron su derrota en las urnas, especialmente después de ventilarse que ofreció 120 millones de pesos —equivalente a casi 120.000 dólares— al dirigente del Partido Social Cristiano, Manuel Millones Chirino, a cambio de bajar su candidatura para quedar sola en el ruedo. Además, su esposo, Gonzalo Müller, fue denunciado en 2021 por América Transparente, por recibir seis millones de pesos mensuales bajo el concepto de asesorías. Sin embargo, no hay documentos que certifiquen los supuestos servicios prestados a la Corporación Cultural de Las Condes.
Para el director del Centro Democracia y Opinión Pública de la Universidad Central, Marco Moreno, los resultados reflejan una “señal de moderación”. Cree que “los candidatos disruptivos parecen no contar con el apoyo de la opinión pública”, así lo señaló en El Mercurio.
El Partido Republicano tampoco conquistó votantes en el balotaje regional. Sus dos candidatos en segunda vuelta quedaron frustrados. En la región de O’Higgins, Fernando Ugarte obtuvo 45 % de los votos, mientras el socialista Pablo Silva, alcanzó el 55 %. En el caso de su abanderada en Los Lagos, Claudia Reyes, la aspirante llegó al 48,1% de los votos, perdiendo contra el 51,9 % de Alejandro Santana, representante de Renovación Nacional.
El destino del Partido Comunista es similar. La tolda no logró instalar a su ficha, Javier Vega, quien no logró ni el 30 % de los votos en Coquimbo.