En tres semanas, la izquierda y la derecha en Chile volverán a medirse en las urnas, pero ningún sector tiene claro qué pasará en las elecciones municipales y regionales previstas para los días 26 y 27 de octubre. Las crisis provocadas por los escándalos en ambas aceras por corrupción, tráfico de influencias, así como también ineficiencia en el manejo de la inseguridad, enlodó cualquier pronóstico anticipado de triunfo.
El remate de la campaña para la contienda donde el país escogerá a 16 gobernadores, 302 consejeros regionales, 345 alcaldes y 2252 concejales, transcurre con un caos imposible de ocultar.
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Ni el oficialismo reunido en el Frente Amplio, ni la oposición organizada en la Unión Demócrata Independiente, caminan con certezas, algo que se evidencia en gran escala cuando sólo 21 % de los encuestados por Ipsos en su último sondeo tiene información sobre el proceso comicial.
Frente al panorama existe un único desafío: captar al votante obligado que aún no se define. Así lo asegura el gerente general de la encuestadora Panel Ciudadano, Juan Pablo Lavín, en El Líbero, luego de revelar que cuatro de cada diez ‘votantes obligados’ aún no saben a quién respaldar en esta jornada, en la cual la crisis de las municipales es la única noticia.
Inseguridad complica a la izquierda
La izquierda está en un palco, pero no puede tomar aire. Esto se debe a que el aumento de la criminalidad en el país amenaza con sepultar a su plantilla de candidatos en las municipales y regionales, luego del escándalo de la proliferación del caso Fundaciones, que implicó la transferencia de 17 millones de dólares provenientes de los fondos públicos a organizaciones aliadas del presidente Gabriel Boric.
Para el oficialismo repetir la hazaña de ganar más de 61 % de las 52 comunas parece, prácticamente, imposible frente la ola de violencia e inseguridad que persiste. En esa jornada comicial que se realizó en 2021, los candidatos alineados con la derecha quedaron relegados a un 20,6 % de los puestos, mientras que los aspirantes independientes se quedaron con el 17,6 %.
La ministra de Interior, Carolina Tohá, será crucial para la brújula electoral del sector en medio de la crisis de las municipales. La alta funcionaria deberá responder a la acusación constitucional en su contra por no haber adoptado “medidas más eficaces para resguardar a la población de la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado”. Si no logra convencer al Congreso y es removida, se convertirá en carne de cañón para la también caótica campaña de la oposición.
El desastre en la derecha
La derecha espera por el resultado como un cazador a su presa, pero tampoco puede encender las brasas. La actual alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, quien puntea como la candidata favorita de esta facción para las presidenciales del próximo año, busca evitar que la crisis de inseguridad en el país salpique sus aspiraciones, algo que le cuesta. De hecho, no lo logra. Tampoco puede hacer que se forme una posición monolítica a su alrededor.
Esto quedó en evidencia con las acusaciones constitucionales que se hicieron en el Congreso. Por ejemplo, Matthei está en desacuerdo con ellas, pero las bancadas de oposición presentaron cuatro en el Poder Legislativo, tres de ellas contra los magistrados de la Corte Suprema Ángela Vivanco, Jean Pierre Matus y Sergio Muñoz, así como una en contra de la ministra del Interior, Carolina Tohá. Sin votos para aprobarlas, las iniciativas sólo provocan desgaste y debate infértil en la víspera de un proceso donde la debilidad impera.
La coalición que empuja su nombre está en serios aprietos. La reputación de la Unión Democrática Independiente (UDI) casi roza el piso, después de las rencillas internas para la definición de los candidatos municipales y de gobiernos regionales. A ello se le suma la renuncia de Javier Macaya a la presidencia de la UDI hace dos meses, tras defender a su padre en medio de la condena por abuso sexual cometido contra menores de edad.
Dos guindas peligrosas
Sin embargo, las guindas que acentúan el desastre de la derecha y la izquierda rumbo a las municipales las han colocado su líder y exministro de Interior, Andrés Chadwick y la exministra de Educación, Marcela Cubillos; quien se postula a la alcaldía de Las Condes. Ambos son protagonistas de una cumbre electoral borrascosa.
Por un lado, Chadwick enfrenta un caos por su vinculación con el exfiscal regional metropolitano Manuel Guerra para gestionar con ayuda del abogado, Luis Hermosilla, -hoy en prisión preventiva por el caso Audios– la salida favorable del senador de la coalición, Iván Moreira, del “Pentagate”, un escándalo por financiamiento ilegal de la política. Mientras, Cubillos detonó una ola de indignación tras revelarse que recibe un sueldo mensual de la Universidad San Sebastián entre 2022 y 2024 equivalente a 17 000 dólares sin ofrecer las clases previstas.
A Chile Vamos le falta la mano de Sebastián Piñera, quien falleció en febrero de 2024. De acuerdo con La Tercera, el expresidente unificaba las filas con reuniones, elaboración de minutas de trabajo y contacto con sus exministros, exsubsecretarios y parlamentarios del sector.
Sin embargo, los sondeos aún arrojan esperanzas. Según el Centro de Análisis de Estudios de Mercado (CADEM) el 51 % de los electores está dispuesto a votar por candidaturas de oposición y solo el 34 % lo haría por una oficialista. Esos números le sonríen al Partido Republicano que está pasando escurridizo por las polémicas.