La música urbana en Cuba desafía con su lírica a la censura, la represión y el asedio del régimen castrista Las nuevas voces del rock, hip hop, reggae, rap ahora manifiestan su hastío del comunismo con ritmos que conquistan cada día fanáticos en la isla dejando atrás la época de los versos que romantizaron a la “revolución”.
No tienen miedo. Sus composiciones mordaces que reflejan la frustración de un país que acumula seis décadas en pobreza y persecución son los himnos que a puerta cerrada se cantan a todo pulmón en los barrios. No suenan en las radios cubanas ni son invitados a los medios de la dictadura pero al menos 17 cantantes cubanos representan el movimiento artístico la música underground.
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Sus nombres no necesitan el aparato mediático del régimen para ganar reproducciones. Las letras de “Papá Humbertico”, “El Discípulo”, Elokuente”, Navy Pro”, “Escuadrón Patriota”, entre otros, retumban en los parlantes pese a las restricciones de la administración de Miguel Díaz- Canel difunde Cubanet.
Voces del presente
Aunque no cuentan con estudios de grabación con tecnología, los músicos cubanos producen sus piezas donde relatan la pobreza, el hambre y los sueños de una generación que clama libertad. Humberto Cabrera, conocido como “Papá Humbertico” figura como el fundador de una tendencia artística que no para de crecer en su estudio casero “Real 70” por el cual desfilan los raperos de la nación desde 2001.
Revolución dentro de la Revolución, A las armas valientes corred, Señales de humo y Prohibido son parte de los títulos que catapultan la musica urbana de Yoandy González, apodado “El Discípulo” entre la juventud en Cuba mientras que, René Díaz, “Elokuente”, con su sencillo Pagando el precio, en homenaje a los presos políticos por las manifestaciones del 11 de julio de 2021junto a Rectificación de horrores y Mucha policía, poca poesía, también tiene un lugar en el rap.
Desde el exilio en Estados Unidos, Leydis Freire, alias “DJ Leydis”, Rolando Díaz Reyes apodado el “Chico Pro” y Raudel Collazo líder de “Escuadrón Patriota” componen en colaboración para mantener viva la voz musical disidente.
Intimidación al arte
La intimidación de la dictadura contra la música urbana en Cuba que revela las atrocidades del comunismo en lugar de alejar a los jóvenes de los micrófonos los mantiene en ellos. “Aunque se visibilice poco, la música underground posee una base y exponentes muy sólidos” apunta un reporte de Cubanet. Optar por el bajo perfil es una estrategia después de las sentencias impuestas contra Luis Manuel Otero y Maykel Castillo “Osorbo”, artistas y disidentes cubanos condenados a cinco y nueve años de cárcel, respectivamente, tras un juicio ilegítimo.
El tribunal de La Habana declaróculpable a Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro, de ultraje a los símbolos de la patria, desacato, desórdenes públicos y supuestas “expresiones notoriamente ofensivas e irrespetuosas” en redes sociales en medio de las protestas del 11 de julio.
Aunque ya cumplió tres años en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, a las afueras de La Habana, su canción “estamos conectados”, desafiantes performances y huelgas de hambre y sed lo convirtieron no sólo en referencia musical sino social.
Admite que tiene la necesidad de hacer arte. Lo considera una “enfermedad, es mi vicio, en el que creo. Desde niño siempre estuve preocupado por el niño que no tenía, aún cuando yo tampoco tenía. Si llevaba un peso, lo picaba a la mitad con el de al lado. Tengo eso, y no es una maldición, pero a veces es una especie de no bendición, porque el estar preocupado por el otro, hace que yo no esté en Hawái, viviendo como cualquier artista de mi generación” confesó recientemente a El País. Al salir espera saciar su urgencia de crear desde el exilio o su casa en el empobrecido barrio El Cerro.