La enemistad, pero sobre todo la rivalidad política, entre el presidente de Bolivia, Luis Arce, y su antecesor, Evo Morales, hunden al país cocalero en una constante pugna de egos. Esta semana se sumará otro capítulo a esta pelea con la marcha hacia La Paz que promueve Morales, el bloqueo de las principales vías del país y la acusación de un golpe de Estado por actual mandatario.
La tensión entre ambos líderes socialistas escala con el avance del calendario electoral para los comicios generales del 17 de agosto 2025, en los cuales la ciudadanía escogerá al presidente, vicepresidente, senadores y diputados por el periodo de cinco años.
- Lea también: Luis Arce Catacora, el cajero del desastre
- Lea también: Rebelión en Bolivia huele a autogolpe de Estado por tres irrefutables razones
Morales apuesta por paralizar a la nación para presionar a Arce, divulga El Deber. Para este martes anuncia la “Marcha nacional para salvar a Bolivia”, que partirá de la población de Caracollo a 190 kilómetros, al sureste de La Paz, en reclamo por la falta de dólares y combustibles, además de evitar la “proscripción” del Movimiento al Socialismo (MAS).
Para la jornada contará con los indígenas aimaras “ponchos rojos”, quienes se sumarán a la movilización con el bloqueo desde este lunes en las carreteras que conectan a La Paz con el resto del país, para pedir la renuncia de Arce y del vicepresidente, David Choquehuanca.
Desafío por televisión
Arce desafía a Evo Morales en televisión sin ningún filtro. Mediante una transmisión por los canales nacionales y locales, el actual mandatario socialista acusó a Morales de un boicot contra su administración para intentar acortar su mandato. Sostiene que pretende ejecutar un “golpe de Estado” para “imponer” su candidatura presidencial “a las buenas o a las malas” con el bloqueo de las principales carreteras.
✔️ En un mensaje contundente, el Pdte. Luis Arce afirmó que no permitirá que las acciones de Evo Morales pongan en peligro la vida del pueblo boliviano. “Si quieres solucionar un problema que tienes conmigo porque no acepté ser un títere tuyo, ven tu aquí, te espero”, sostuvo. pic.twitter.com/MorAaT3Z9R
— Bolivia tv Oficial (@Canal_BoliviaTV) September 16, 2024
Tarde o temprano, Arce le advierte que deberá responder por la presión que ejerce sobre su gobierno por la indisposición a ser su “títere”. Está harto del papel de antagonista de Morales. La fatiga es visible.
“Basta, Evo” le pide tras revelar que ha tolerado ataques, mentiras y calumnias en silencio.
Con un interés grande detrás
La organización de paros, bloqueos y marchas en Bolivia por parte del expresidente, Evo Morales, esconden detrás su claro interés en recuperar la habilitación para un cargo público que perdió formalmente en diciembre, cuando magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), René Estrada y Gonzalo Hurtado, sentenciar que la reelección indefinida no existe y que no es un derecho humano como él planteaba.
Sin posibilidad de ser candidato para los comicios de 2025, Arce vocifera que Morales apela a las amenazas de paros y bloqueos para forzar lo que la Constitución del Estado no permite: volver a habilitarlo como candidato.
En ese sentido, el ministro de Justicia, Iván Lima, confirma que las acciones de calle que lidera Morales representan un acto premeditado sin clemencia que deriva de sus caprichos y ambiciones personales, que ya llevaron al país al sufrimiento y la incertidumbre en el pasado.
Los enfrentamientos de Arce y Morales ya suman tres años de conflictos no sólo por las diferencias en la Administración del Estado sino por la renovación de la dirección nacional del Movimiento Al Socialismo (MÁS) sobre la cual hay profundos desacuerdos.
Si bien los sectores que los respaldan convocaron en varias ocasiones a congresos del MAS, la autoridad electoral desconoció las reuniones por la falta de un consenso único.