No, el apagón nacional que enfrenta Venezuela desde las 4:50 de la mañana de este viernes, 30 de agosto, no es producto de un supuesto sabotaje de la oposición al sistema eléctrico nacional, sino de una “persistente inhabilidad” del régimen de Nicolás Maduro para poder controlar sus operaciones. Así lo asegura José Aguilar, consultor internacional de generación de energía y riesgos, en entrevista con PanAm Post.
“El régimen miente continuamente a la nación. Ya lleva 5035 días consecutivos ocultando la verdad sobre la información el verdadero estado del sistema eléctrico venezolano”, indica el entrevistado. Es que tanto para Aguilar, como para el grueso de la ciudadanía, cualquier argumento desde Miraflores que intente justificar la desconexión del sistema es inútil, porque “hay una gran falta de credibilidad”.
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La afirmación del experto se sostiene con interesantes precedentes. Al respecto, revela que hay una diferencia entre el apagón del 7 marzo de 2019 y el del 30 de agosto: “En este momento el sol está sobre Venezuela y el sistema tiene los mantenimientos vencidos. Aunque la capacidad instalada es de 36000 megavatios no logra generar más de 12000 megavatios. Esa realidad se junta con un exceso de demanda que ronda los 14300 megavatios en el último cuatrimestre del año, el último por la activación de algunos sectores socioeconómicos”.
Escenario complejo
El panorama es complejo. Aguilar, quien realizó diagnósticos y negociaciones con un equipo de ingenieros especialistas para la recuperación del sistema eléctrico durante el interinato del opositor Juan Guaidó y ahora apoya en la materia a la líder de Vente Venezuela, María Corina Machado, añade que la situación es crítica al considerar que la ola migratoria de venezolanos atenuó la demanda, pero el sistema sigue sin inversiones de recuperación e incapaz de garantizar control efectivo de sus operaciones.
Además de ello, el experto recuerda que en Venezuela se encuentran mermadas 4.000 MW de unidades térmicas y aproximadamente 3.110 MW de unidades hidroeléctricas en estado de almacenamiento. En total, esto representa 7.110 MW de capacidad que permanecen inactivos debido a un régimen de corrupción e ineficiencia, carente de estructuras de gobernanza, lo que sigue sumiendo a la nación en la oscuridad.
Guárico y Guayana en crisis
Al nuevo apagón lo antecedió uno de menor escala el 27 de agosto que resultó un “evento de pronta recuperación en el estado Guárico”, devela Aguilar. Sin embargo, acota que lo llamativo de la falla que afectó a 21 de los 23 estados del país, sumado al Distrito Capital, es que ocurrió en el “Horario Valle”, que representa el tramo de menor demanda, donde la exigencia del requerimiento eléctrico es muy baja.
“Este apagón indica que persiste una inhabilidad para poder controlar el sistema, porque la falla del 27 no debió haber ocasionado una caída general”, precisa Aguilar, tras puntualizar que la avería de la madrugada de este viernes debe tener como epicentro la región de Guayana por su magnitud.
Ni la tergiversación ni la creación de ficciones funcionan para disimular la crisis eléctrica que provoca una pérdida de al menos 3.000 dólares por cada MW/hora que se raciona, afectando la ya deprimida economía y productividad. De acuerdo con Aguilar, atribuir el apagón a la oposición cuando las instalaciones eléctricas en Venezuela están militarizadas, bajo la custodia del de las Fuerzas Armadas del régimen de Nicolás Maduro es “totalmente ilógico”. Pruebas sobran.
Como CARAJO hace la oposición para hacer un sabotaje al Sistema Eléctrico y causar un #Apagon Nacional
SI TODAS las instalaciones eléctricas están MILITARIZADAS ?
La Culpa es de la INCOMPETENCIA de Corpoelec pic.twitter.com/UlREu5HJ54— jose (@joseleandro60) August 30, 2024
Lo es. Más cuando un sabotaje requiere un conocimiento, una planificación y alevosía con posibilidades logísticas. “Culpan a la oposición cuando va contra su naturaleza estas cosas y tampoco tiene acceso a las estaciones, al contrario, la oposición está resguarda”.
“El 7 marzo del 2019 dijeron que fue un ataque cibernético, pero en aquella ocasión yo lo desmentí, porque el sistema de control donde ocurrió la falla era totalmente aislado del mundo exterior. Dijeron que era un hackeo del imperio y hasta hablaron de un francotirador para ocultar la violación de las buenas prácticas de operación de los transformadores que tenían. Los sobrecargaron y los equipos colapsaron y reventaron e incendiaron”.
Aguilar cree que la dictadura chavista “jamás va a desaprovechar las oportunidades para ejercer presiones de ámbito político para endosar sus culpas a inocentes, como en este caso a las autoridades legítimamente electas en Venezuela y no reconocidas por el fraude”.
Aún con ello encima, Maduro presumió el retorno de la cooperación eléctrica con el estado de Roraima, en Brasil, que le permitiría al país venderle 120 MW al gigante de la región el año pasado. El engaño detrás del negocio debe tener a Luiz Inácio Lula da Silva buscando la revocación.