Al convulso panorama de ingobernabilidad política y conflictividad social que hay en Perú tras el intento de autogolpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, que provocó la juramentación de Dina Boluarte como mandataria nacional, ahora se suman las restricciones que el Congreso pretende imponer a los medios para limitar la libertad de programación.
- Lea también: Fiscalía de Perú investiga a Boluarte y Castillo por lavado de activos
- Lea también: Congreso de Perú debate acusación contra ministros de Castillo por autogolpe
Dos comisiones parlamentarias –Cultura y Transporte– aprobaron la iniciativa legislativa 2170/2021 del diputado del partido izquierdista Perú Libre, Álex Flores, que ordena a cada radio y televisora dedicar entre 30 % y 40 % de su programación diaria a la “difusión del folclor; música nacional y series o programas relacionada con la historia, literatura, cultura o realidad nacional” sin especificar las bases para ello.
La discusión sobre la normativa evidencia que “la democracia en Perú está en cuidados intensivos”, asegura el fundador y editor de El Foco, Eloy Marchán, en entrevista con PanAm Post desde Lima, quien admite que el “gremio de periodistas está también politizado”.
Revela que hay otros cinco proyectos más encaminados en esta dirección porque “los opuestos se unen para golpear a la prensa” como señal de una “democracia agonizante en Perú que con Castillo se agudizó”. De hecho, el proyecto de Perú Libre en el Congreso señala que los medios que incumplan con el porcentaje de transmisión serán sancionados con la cancelación de su autorización de funcionamiento.
Una salida sin esperanzas
“La salida a la crisis depende de terminar con la polarización”, indica el entrevistado. Pero reconoce que “las protestas van a seguir” porque no hay un nombre o figura que pueda generar consenso cuando “los liderazgos no llegan a 3 %. Las autoridades son elegidas con poco respaldo político. Eso es parte de la agonía”.
En ese contexto, considera que “la representación política no está en las instituciones ni en los partidos sino en la gente que protesta” debido a la dudosa reputación de Dina Boluarte, quien ahora está investigada por lavado de activos.