El costo de la vida en Chile aumenta más de lo esperado por el gobierno del presidente Gabriel Boric, quien comenzó el año con los indicadores de la economía chilena derrumbando sus pronósticos que estimaban condiciones favorables para 2023, tras el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentar 0,8 % en enero y dejar atrás al 0,5 % que proyectó La Moneda para intentar controlar la inflación.
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Con el alza, la inflación interanual en el país austral se ubica en 12,3 % debido al incremento de 2,4 % del pan y los cereales y 2,1 % de las hortalizas, legumbres y tubérculos. En detalle, de los 76 productos que se toman en cuenta para calcular el IPC, 52 presentaron aumentos, siendo la manzana la más perjudicada, con 14,2 % de ascenso en su precio.
AHORA: En enero de 2023, el Índice de Precios al Consumidor #IPC anotó un aumento mensual de 0,8% y un alza de 12,3% a doce meses.
Destacaron los incrementos de alimentos y bebidas no alcohólicas y de bebidas alcohólicas y tabaco.
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— INE Chile (@INE_Chile) February 8, 2023
Al mismo ritmo del incremento de los alimentos también se elevaron los precios de las bebidas alcohólicas y tabaco, cuya división integrada por ocho productos registró aumentos en seis. El vino aparece con 6,3 % % más en sus precios, seguido por el 2,6 % de los cigarrillos.
Una época para olvidar
Mientras el IPC escala y sorprende a la administración de Boric con la misma presión que atraviesa su par colombiano, Gustavo Petro, La Tercera divulga que el país enfrenta “una época para el olvido” porque los sueldos, debido al histórico repunte de la inflación en Chile, desde mediados de 2021 tienen menos capacidad de compra.
Los números del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) hablan por sí solos. En diciembre de 2022, el Índice Real de Remuneraciones –que mide la evolución de las remuneraciones ajustadas por la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC)– acumuló una variación interanual de -1,7 %, que confirmó 15 meses de caídas seguidas, desde octubre de 2021.
Ese panorama demuestra que los reajustes de remuneraciones siguen sin compensar el costo de la vida, por lo cual los salarios compran menos bienes y servicios. El académico de la Universidad Alberto Hurtado, Mauricio Tejada, afirmó al medio chileno que “los salarios nominales están desde hace varios meses creciendo a tasas en dos meses menores a la inflación, lo que se ha traducido en una pérdida del poder adquisitivo de esos salarios”.
Mercado laboral en declive
Una desaceleración de la inflación será lo único que contribuya a moderar las caídas de los salarios reales en los próximos meses, pero las expectativas son poco esperanzadoras frente a la debilidad del mercado laboral que genera un impacto negativo sobre las remuneraciones y la inestabilidad política que asoma un nuevo proceso constituyente.
De hecho, el sector de la construcción reportó una caída anual de 54000 empleos en el trimestre octubre-diciembre de 2022, mientras que las ofertas laborales por internet en enero registran una reducción de 38,9 % con respecto al mismo mes del año pasado, completando ocho meses consecutivos de caídas interanuales.
Un problema mayor
El escenario económico con el aumento de la inflación en Chile detona un problema mayor: la elevación de la línea de pobreza para la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional 2022 (Casen) que registra un incremento de 24 % desde la última medición debido a la escalada inflacionaria.
La línea de la pobreza es un indicador de la capacidad para satisfacer las necesidades básicas de una persona. Para el Estado, un hogar está en situación de pobreza si su ingreso por persona o ingreso del hogar es inferior al valor de la línea de pobreza. Siguiendo esa misma definición, un hogar está en situación de pobreza extrema si su ingreso por persona es inferior a la línea de pobreza extrema.
De acuerdo con la última información entregada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, el monto para la línea de la pobreza de un hogar de una persona fue de 216.849 pesos (USD 270) en el penúltimo mes del año pasado. Esa cifra es 24,5 % más alta que la registrada en noviembre de 2020 y la mayor desde 1990.
El monto de esta línea de pobreza tiene relación directa con la evolución de los precios que mes a mes refleja la canasta básica de alimentos, ahora impactada por los altos registros de inflación que acumula la economía de Chile. El Gobierno esperaba que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cediera, pero ocurrió todo lo contrario.