El año 2023 luce sombrío para Chile. Las pésimas estimaciones económicas para la nación, la conflictividad política por la instalación de un nuevo proceso constituyente y la alta desaprobación del presidente Gabriel Boric, que ya alcanzó un pico histórico de 70 %, después indultar a 13 detenidos con amplios prontuarios policiales iniciando el año, hunden cualquier posibilidad de optimismo entre la ciudadanía.
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El país estará bajo presión. El Banco Mundial confirmó en el Informe de Perspectivas Económicas un decrecimiento de 0,9 % para Chile. Con esta contracción, la nación austral se convertirá en el segundo país con el peor desempeño dentro del grupo de naciones de América Latina y el Caribe, sólo antecedida por Haití, que lidera el listado con un declive económico de 1,1 %.
“Persiste una considerable incertidumbre política, vinculada al proceso de reforma constitucional y las reformas fiscales y de las pensiones”, señaló el Banco Mundial en el documento.
El gasto de la constituyente
Además, al pésimo escenario se suma que los fondos estatales tendrán que prepararse para destinar otros posibles 68.000 millones de pesos chilenos, un monto equivalente a 79 millones de dólares, para cubrir la elección, instalación, funcionamiento y campañas del nuevo proceso constituyente, cuando la cuenta corriente de la balanza de pagos de la nación perdió 9.428 millones de dólares en ingresos en el último trimestre, una cifra que ronda el 9,9 % del Producto Interno Bruto.
El gasto de Chile no tiene vuelta atrás en este 2023, tras la aprobación de la reforma constitucional por parte de Cámara de Diputados que habilita el proceso para redactar una nueva constitución que deberá ser aprobada en un plebiscito el próximo 17 de diciembre.