La ola de protestas violentas en Perú no parece una respuesta espontánea de la ciudadanía en contra de la destitución y detención del expresidente Pedro Castillo, sino una arremetida impulsada desde el extranjero con fines desestabilizadores. Ya en el pasado se ha reportado la interferencia de la izquierda internacional en otros países de la región, llegándose a sospechar que los estallidos que han ocurrido en los últimos años en Chile, Ecuador y Colombia no han sido espontáneos. Ahora, el sospechoso de estar detrás de estas revueltas en Perú tiene nombre y apellido. Las medidas tomadas por el gobierno de Dina Boluarte apuntan al expresidente de la vecina Bolivia, Evo Morales.
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Es por esta razón que la Superintendencia Nacional de Migraciones y el Ministerio del Interior le prohibieron hasta nuevo aviso su ingreso a Perú, argumentando que “todo ciudadano extranjero en el territorio nacional tiene el deber de conducirse cumpliendo el ordenamiento jurídico”.
La disposición se requería, afirmó el excomandante general del Ejército de Perú, Otto Guibovich, en entrevista con PanAm Post, tras señalar que “sin duda Evo Morales, por proximidad, es el mejor agente del saopaolismo. Hace mucho tiempo que venía entrando y gestando el animus. Que incluye, por increíble que parezca, el intento de secesión de una parte del Perú para salir al mar. Cosa que perdió con Chile”.
Registros de esos movimientos hay y son públicos. Evo Morales visitó a Castillo durante la campaña, y luego de su victoria cruzó la frontera para llegar a Puno para defenderlo del primer intento de vacancia. Además, Castillo parecía estar alineado con las intenciones de Morales de conseguir salida al mar a través de Perú, pues en declaraciones ofrecidas el año pasado a CNN dijo que “consultaría al pueblo” sobre esta materia, por lo que se ganó una acusación por traición a la patria.
Una zona clave
Puno, la zona donde abunda la población indígena aymara, es el epicentro de las protestas que dejaron en las adyacencias del aeropuerto de la ciudad de Juliaca un total de 17 muertos este domingo, elevando la cifra de fallecidos a 45 en el primer mes de gobierno de Dina Boluarte.
“Se tiene información de la posible infiltración de bolivianos conocidos como los ‘ponchos rojos’ que estarían participando en los saqueos”, revela Guibovich, quien además precisa que hay fallecidos con armas que no emplea la policía, lo cual “significa que quieren exacerbar generando víctimas”.
También destaca la injerencia del líder del partido Perú Libre, Vladímir Cerrón, así como el congresista Guillermo Bermejo y el ex primer ministro de Castillo, Aníbal Torres, quienes representan a “la gente más violenta que está ligada a los movimientos terroristas más letales del hemisferio como Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Juntos son un cóctel molotov”.
Un cóctel que se preparó con anticipación, considerando que en agosto el brazo político del grupo terrorista Sendero Luminoso, conocido como el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), llegó al Palacio de Gobierno para reunirse con Castillo.
Los cómplices del terrorismo
Para el militar peruano y analista político que ostenta el grado de general de división del Ejército, “Castillo nombró a gente vinculada al terrorismo, preparó este escenario, pero la inteligencia no estuvo a la altura, y el Congreso, con parlamentaritas ‘comprados’ por Castillo, no actuó en consecuencia”.
Incluso, cree que desde el VRAEM –zona que abarca el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, ubicada en el centro de Perú, conocida también como el “valle de la droga”– se apoyó a Castillo e incitan a las protestas en Perú.
La Fiscalía anunció acciones para garantizar la legalidad, la defensa de los derechos humanos e identificar riesgos de comisión de hechos delictivos durante las protestas ocurridas en Puno.
📢#FiscalíaInforma|
Las Fiscalías de Prevención del Delito de Puno vienen realizando acciones para garantizar la legalidad, la defensa de los derechos humanos e identificar riesgos de comisión de hechos delictivos durante las protestas ocurridas en esta región. pic.twitter.com/ne6Bey9ApN— Ministerio Público (@FiscaliaPeru) January 10, 2023
Boluarte está bajo presión con las protestas que se han prolongado en Perú, no sólo porque le corresponde evitar una mayor escalada del conflicto sino porque además debe alinear a las fuerzas del Congreso para lograr el voto de confianza que requiere su gabinete para continuar en funciones. Por ahora el escenario no la ayuda.