Con un “Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas”, supuestamente temporal, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, prevé gravar a los patrimonios netos superiores a tres millones de euros, para recaudar 1500 millones de euros al año.
La iniciativa del mandatario incidirá sobre los contribuyentes que residen en la Comunidad de Madrid, Andalucía y Galicia, por tener exento el Impuesto de Patrimonio, precisamente. Eso supone una neutralización a las regiones que menos gravan a sus ciudadanos en los impuestos autonómicos.
Ahora, en lo que respecta a Cataluña, Asturias, Cantabria, Murcia y Baleares también pagarán más porque presentan un tipo máximo en Patrimonio inferior al establecido en el impuesto “de Solidaridad”, asegura Libre Mercado. en el caso de Valencia, Aragón, La Rioja, Castilla-La Mancha, Canarias, Extremadura (todas socialistas), así como Castilla y León saldrán ilesas de la disposición de Sánchez, por tener un Impuesto de Patrimonio elevado.
En una encrucijada
El plan de Sánchez para llenar las arcas estatales con un impuesto al patrimonio —similar al que propone el izquierdista Gustavo Petro en Colombia— podría enfrentar reveses. La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) pronostica que esta disposición impulsará a las comunidades autonómicas que renunciaron completamente a recaudar por este motivo —como Andalucía o Madrid—, a intentar recuperarlo para evitar que la Moncloa administre los recursos.
“Desde el punto de vista financiero, podría tener sentido: antes de que la recaudación del impuesto acabe en el gobierno central, las comunidades autonómicas afectadas podrían aspirar a recaudar la totalidad de lo tributado por sus contribuyentes” e incluso, “reafirmarse en su posición de bonificar la cuota al 100% y reclamar contra la violación de su autonomía tributaria en los tribunales”.
La presidente de la comunidad autonómica de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo hará. Ya lo anunció. El presidente de Andalucía, Juan Moreno, la seguirá por calificar como un “ataque a la autonomía” la maniobra de Sánchez.
📹 #VÍDEO | Moreno asegura que la Junta recurrirá el impuesto de solidaridad una vez que se apruebe: "Es un ataque a Andalucía" https://t.co/I8hONyA0bn pic.twitter.com/P7RIo2bORH
— Europa Press (@EPAndalucia) November 24, 2022
Administraciones contrarias
La gestión de Díaz Ayuso era previsible, cuando su política fiscal dista de la de Sánchez, tras haber aprobado 60 rebajas de impuestos entre 2019 y 2022, mientras que el mandatario ha introducido 54 subidas tributarias durante el mismo periodo que han afectado desde los plásticos, los seguros o la compra de vehículos, los servicios digitales, las transacciones financieras, las empresas eléctricas hasta la banca.
Si bien el efecto representó un alza de 50121 millones de euros en la recaudación en comparación con los ingresos del último año anterior a la llegada a la presidencia de Pedro Sánchez, Libre Mercado precisa que en ese mismo periodo, el PIB no solo no aumentó sino se redujo 2 %.
La realidad de Díaz Ayuso es otra. Su política tributaria basada en reducir la presión fiscal para estimular el crecimiento y la riqueza cosecha un “efecto lafferiano” que ha convertido a Madrid en una comunidad con mejores finanzas públicas por sus tipos fiscales menos gravosos.