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La lucha contra el comunismo desde el Congreso de Estados Unidos seguirá teniendo a su favor a los republicanos Alex Mooney, Nicole Malliotakis, María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez. Ellos se convirtieron en los cinco cubanoamericanos reelectos. Su triunfo refuerza la condición de garantes democráticos, frente a la sumisión del gobierno de Joe Biden ante los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
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En el caso de Díaz-Balart, quien competía nuevamente por el Distrito 26 de Florida, su victoria representó una ventaja de casi 30 puntos sobre su rival demócrata, Christine Olivo, tras obtener 71 % de los votos y su adversaria 29 %.
Un resultado similar alcanzó Carlos Giménez en el Distrito 28 de Florida al imponerse con 63.8 % de los votos sobre Robert Asencio, quien sólo contabilizó 36,2 %.
Con respecto a María Elvira Salazar, la victoria en la jornada deja claro su liderazgo en el combate de las dictaduras. Arrasó en el conteo por amplios 15 puntos en el Distrito 27 de Florida sobre su rival, la demócrata Annette Taddeo.
Salazar mantendrá su curul en la Cámara de Representantes luego de alcanzar 57.3 % de los votos contra 42.7 % de Taddeo. Un margen que representa 35000 votos a favor de la republicana.
Nicole Malliotakis también celebra el haber derrotado al demócrata Max Rose por segunda vez consecutiva. De esta forma, preserva su condición de única republicana en la delegación de la Cámara de Representantes de Nueva York.
Con ella pasó lo esperado: ganó la reelección en el Distrito 11 del Congreso de Nueva York, que abarca State Island y una parte del sur de Brooklyn. Mientras tanto, Alex Mooney mantuvo su escaño y ganó su cuarto término como representante federal por West Virginia. En esta oportunidad, Mooney aventajó con 66 % de los votos, al sacar 159.379 boletas a su favor, frente a su oponente demócrata Barry Wendell, quien obtuvo 34,4 %, es decir, 83489 votos.
Un antídoto parlamentario
Los cinco cubanoamericanos que fueron reelectos este martes representan un “antídoto” ante “los delirios voluntaristas de un parte del Partido Demócrata, el presidente y el lobby procastrista en Washington”, apunta el periodista y analista político de CiberCuba, Carlos Cabrera.
“El quinteto rebelde ganó porque trabajan mucho y bien y, una mayoría de sus electores, reconocieron sus méritos, renovando la confianza en quienes mejor los representan y defienden sus intereses”.
Malliotakis, Salazar, Mooney, Giménez y Díaz-Balart están nuevamente “legitimados” para oponerse a la política de Biden con respecto a Cuba e influir en la agenda bilateral.
Cabrera sostiene que ellos contendrán “la mansedumbre de Biden frente a la agresión migratoria orquestada por la casta verde oliva y enguayaberada de Cuba, lanzando a 225.000 emigrantes contra Estados Unidos; con la complicidad de Daniel Ortega y Andrés Manuel López Obrador; hace más útil el triunfo electoral de los cinco”.
Las responsabilidades parecen claras: “No solo deberán oponerse a los designios presidenciales, sino ocuparse de la llegada y reacomodo de los huidos de la cárcel con hambre, que no sean deportados” cuando “la emigración es quizá la consecuencia más visible del estado fallido que destroza a Cuba, pero es solo metástasis, el cáncer es la casta verde oliva y enguayaberada; frente a la que Washington corre el riesgo de cometer un error parecido al que, junto a Europa, cometió entonces con Vladímir Putin, creyendo que los comunistas, cuando se hacen ricos, se convierten en celosos guardianes de la democracia y el libre mercado”.
