
Al mismo paso que aumenta la desaprobación del presidente chileno, Gabriel Boric, que ya ronda el 68%, también suben los salarios de quienes conforman sus programas de gobierno, entre ellos, el de “Buen Vivir”. Las nóminas abultadas y costosas en su administración son una constante que comienza a dejar en duda la promesa de moderación con la que arribó al poder.
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Así lo demuestra su deseo de destinar 74 % del presupuesto de 1226 millones de pesos chilenos —equivalentes a 1,3 millones de dólares— del programa “Buen Vivir” que se desplegará en la Araucanía, conocida por ser zona en conflicto con los mapuches, para el gasto de los sueldos de los funcionarios. Al momento, los contratados al servicio del izquierdista gozan, en promedio, de un pago de 4,4 millones de pesos chilenos, es decir, un monto cercano a 4400 dólares por persona.
“Nunca un programa de gobierno ha tenido un mejor título que el de ‘Buen vivir’, si contempla según el presupuesto presentado al Congreso- más de 900 millones de pesos (960.409 dólares) en honorarios para 17 nuevos funcionarios”, cuestiona en una carta pública el exministro de Educación, Gerardo Varela en El Mercurio.
La crítica de Varela sobre el plan “Buen Vivir” de Boric queda corta, cuando una investigación de Libertad y Desarrollo (LyD) revela que hay una decena de nuevos programas del gobierno en el Presupuesto 2023 que presentan millonarios gastos en personal y crecimientos en dotaciones de funcionarios.
Nóminas en aumento
Según el estudio de LyD citado por El Líbero, además del gasto en personal del programa “Buen Vivir” de Boric, el presupuesto para 2023 destinará un 21 % —que supondrían unos 12500 millones de pesos chilenos o también 13,3 millones de dólares— en pagar los sueldos de los funcionarios públicos. El monto escandaliza. Para la directora del Centro de Estudios Financieros del ESE Business School, Cecilia Cifuentes, resulta “lamentable” que el gasto fiscal derive en burocracia estatal, en lugar de mejor calidad de vida, servicios o nueva infraestructura.
Las cuentas de Boric constantan que “de cada dos pesos públicos que se entregan a las personas, uno se pierde en burocracia. Eso muestra la captura del Estado por la burocracia funcionaria”, dijo Cifuente al medio chileno.
Nadie puede rebatirla, espcialmente cuando el programa “Transición Energética Justa” de la cartera de Medio Ambiente invertirá 2563 millones de pesos chilenos —cantidad que se traduce en 2,7 millones de dólares— en contratar 52 nuevos funcionarios. La mencionada cifra supone 21% de los 12228 millones de pesos chilenos —cifra que se acerca a 13,05 millones de dólares— que tiene asignados. El sueldo mensual es de 3700 dólares.
Asimismo, el programa de infraestructura del Buen Vivir del Ministerio de Obras Públicas repite la práctica, pero esta vez con 16 nuevos cargos que requerirán 620.000 dólares, cuyos salarios se promedian en montos cercarnos a 3400 dólares. La lista de otros beneficiarios también incluye el nuevo programa de “Transversalización de Género” que reportará gastos de personal por hasta 113.114 dólares, con un máximo de tres personas.
Mentira progresista
La pretensión del “Buen Vivir” de Boric coincide con la del “vivir sabroso” de su homólogo colombiano, Gustavo Petro, quien arribó a la Casa de Nariño vociferando que ejercería un “gobierno de cambio” basado en la austeridad para destacarse de sus antecesores, lo cual, hasta ahora, es una mentira incluida en su retórica progresista.
Los hechos hablan. La administración de Gustavo Petro tiene encima el derroche en la compra de electrodomésticos como un televisor, cuyo costo supera los 27 salarios mínimos, ha incurrido en excentricidades como la adquisición de plumones de ganso –sin importar la crueldad animal que implica su elaboración–, ha enviado a la primera dama a cumplir “misiones protocolares” en Londres, Nueva York y Tokio acumulando más de 33000 millas recorridas y se ha habilitado un avión Kfir de la Fuerza Aérea para que el egocéntrico jefe de Estado rompa la barrera del sonido en una aeronave de alto consumo de combustible fósil.
En el caso de Chile, el incremento de las nóminas públicas a ocho meses de la llegada de Boric a La Moneda deja atrás su compromiso, así como el de su coalición Apruebo Dignidad (Frente Amplio y Partido Comunista), de bajar los sueldos de ministros y asesores
“Amerita que se justifique la destinación de los recursos antes de su aprobación, en las demás etapas de tramitación de la Ley de Presupuestos”, asegura el senador de la Araucanía, José García en El Líbero. Mientras tanto, la diputada Flor Weisse denuncia que «más del 74 % en personal, es decir, en burocracia, no tiene otra explicación que la de seguir metiendo a los amigos al gobierno”. Para ella realmente se llama “plan buen vivir del pituto” una práctica que implica contrataciones por afinidad política o ideológica.