Lentamente comienza a desmoronarse el privilegio que han tenido los chilenos ser los únicos en el hemisferio occidental que pertenecen al Programa de Exención de Visa —Visa Waiver Program (VWP)— de Estados Unidos. Este beneficio les permite viajar para hacer turismo o negocios por hasta 90 días, sin obtener una visa. Sin embargo, el aumento del “turismo criminal” en zonas residenciales estadounidenses por bandas organizadas chilenas provocó la activación de una revisión exhaustiva de postulantes al beneficio con el poder Judicial.
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Es una pésima noticia difundida por Biobío para el país que desde el 28 de febrero de 2014 se convirtió en miembro del Programa de Exención de Visa de Estados Unidos, el cual facilita la expansión de los lazos económicos y culturales, mediante la entrega de una autorización de viaje electrónica con dos años de vigencia. Esto permite estadías de hasta tres meses por cada ingreso, tras un pago de 20 dólares, sin la necesidad de solicitar una visa regular B1/B2 (turismo/negocios), cuyo proceso demora en promedio dos años, requiere la presentación de mayor documentación ante las autoridades consulares y el pago de 160 dólares.
El reporte de hurtos y ataques en el sector Atherton de California, que tan sólo el año pasado arrojó 58 chilenos detenidos —por robo de joyas, relojes y especies de alto valor y fácil reducción— obligó al Departamento de Seguridad de Estados Unidos (DHS) a implementar un doble chequeo de los antecedentes de aquellos que solicitan la visa waiver.
Con modus operandi
“Es turismo criminal. Vienen aquí con el propósito de apuntar a los vecindarios, específicamente, vehículos, casas. No crímenes violentos, pero van tras mucho dinero”, indicó el comandante Erik Buschow, sheriff del condado de Ventura. El funcionario además recalcó en un reporte de Vanity Fair titulado Thieves in the Night (Ladrones en la noche) que “apuntan a casas que dan a campos del golf y espacios abiertos, se paran en los arbustos y miran. Cuando la gente se va, a veces es una ventana de dos horas, salen a cenar o algo así”.
El jefe de la Policía de Atherton, Steve McCulley, revela que “su objetivo son los dormitorios principales del primer y segundo piso, quiebran las ventanas, porque no hay sensores en los vidrios. Habitualmente están en las habitaciones unos 10 minutos”.
Por otra parte, Biobío también reveló que “son varios los chilenos a quienes se les ha cancelado la autorización de viaje electrónica en las últimas semanas”. Aunque el medio no precisa cuántos, Diario Financiero, divulga un comunicado de la sección de prensa de la embajada de Estados Unidos donde explican que ahora efectúan un cruce de datos con el Poder Judicial chileno, para filtrar a los viajeros.
Sin embargo, admiten que “lamentablemente, la información del Poder Judicial a la que DHS tiene acceso no distingue entre quienes enfrentan cargos penales, infracciones menores o demandas civiles. Como resultado, se ve obligado a tratar todas las infracciones de igual manera y denegar la postulación al ESTA (Sistema Electrónico para la Autorización de Viaje, en español), para cualquiera que aparece en los registros del Poder Judicial, hasta que los postulantes puedan proporcionar la evidencia, a través del proceso habitual de solicitud de visa y de entrevista, donde demuestren que el delito o infracción citadas no son lo suficientemente severas como para descalificarlos de ser elegibles para recibir una visa”.
Información para afinar
En este momento, la embajada estadounidense en Chile procura con la administración del presidente Gabriel Boric, “mejorar el intercambio de la información fidedigna, precisa y oportuna sobre los antecedentes penales de los postulantes. De este modo, el proceso será más eficiente y confiable para los chilenos que desean viajar a los Estados Unidos con fines legítimos”.
En Washington hay preocupación. De hecho, ya una delegación del Departamento de Seguridad del Territorio Nacional (DHS) y del Departamento de Estado visitó Chile entre el 25 y 29 octubre del año pasado, para evaluar la elegibilidad del país y su permanencia en el Programa de Exención de Visa (visa waiver).
La vice subsecretaria del Departamento de Seguridad del Territorio Nacional para la Oficina de Estrategia, Política y Planes, Kelli Ann Burriesci; junto a la secretaria adjunta del DHS para Asuntos Internacionales, Serena Hoy, y el director subrogante de la Oficina del Visa Waiver del DHS, Eric Peters, conformaron el equipo que se trasladó al país austral.
En aquel momento visitaron las oficinas del Servicio de Registro Civil e Identificación y la sede de la empresa Idemia, entidad encargada actualmente de fabricar el pasaporte y el carnet de identidad chilenos luego del escándalo por la contratación de la compañía china Aisino que debió cancelarse por petición de la Casa Blanca ante el riesgo en la protección de datos que incidiría en la suspensión de la Visa Waiver.