El plebiscito donde los chilenos decidirán si aprueban o rechazan una nueva Constitución será en un mes. Sin embargo, la cuenta regresiva para el 4 de septiembre comenzó con tropiezos para el presidente izquierdista, Gabriel Boric, ante la imprudencia de su gabinete que tiene a cuatro ministros pidiendo disculpas. Lo curioso de ello recae en la frecuencia de los desaciertos, los cuales levantan sospechas sobre si es una estrategia o simplemente ineptitud en su discurso.
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Hay indicios sobre a cuál opción tienden a darse más los fallos comunicacionales del gabinete. “Este manejo tiene un impacto porque Chile estaba acostumbrado a un diálogo político de otra naturaleza, con otros códigos, en los cuales había respeto a las instituciones y a sus miembros”, aclara el exdiputado y dirigente del partido Unión Demócrata Independiente, Giovanni Calderón, en entrevista con PanAm Post. Al respecto, aseguró también que que “medir los daños y después pedir una disculpa pública está conduciendo a un deterioro muy fuerte en la imagen país”.
Con impacto a alta escala, Calderón cree que “hay que comenzar a preguntarse si “detrás del manejo hay una estrategia para medir la fuerza y saber hasta dónde pueden estarías el elástico con sus declaraciones o si sólo son simplemente errores”.
El dirigente de la UDI la descarta la segunda posibilidad de inmediato alegando que “a estas alturas ya cuesta creer que sean errores el gobierno porque ya tienen cuatro meses y el presidente dio por terminada ya la instalación”.
Su lectura es que “hay convicción en lo que se dice y hace”, al señalar que “cuando el ministro de Economía dice que las pymes pueden obtener beneficios de la inflación. Lo dice de una manera en la que da entender que el sector privado para este gobierno no representa una prioridad y que la economía debiera de alguna manera tener un mayor control estatal. Eso claramente deja entrever cosas que el gobierno no se atreve a declarar de forma clara sino van desnudando poco a poco la verdadera idea”.
Con consecuencias
El costo de este ambiguo proceder en las figuras más preponderantes que rodean a Gabriel Boric tiene consecuencias. En redes abundan las burlas que invitan a crear un “ministerio de las disculpas”. Sin embargo, el impacto es mayor. Calderón destaca que “en términos económicos hay una pérdida de bienestar y desarrollo relacionado con el plebiscito”.
La reciente volatilidad del dólar que devalúa al peso sin piedad profundiza este panorama. También las proyecciones al respecto son deprimentes. Pablo García, vicepresidente del Banco Central, revela en La Tercera que “probablemente hay que seguir subiendo las tasas de interés”. Asimismo, reconoce que el tope “depende las circunstancias”.
@Meruanista No cabe dentro de nuestras facultades las acciones futuras que tome el ministerio. Lamentamos no poder otorgar las disculpas correspondientes, estamos constantemente trabajando para hacer un Chile menos culposo. pic.twitter.com/PtPHo90S9H
— Ministerio de Disculpas y Rectificaciones (@ministeriodis) August 5, 2022
El líder de la Unión Demócrata Independiente tiene claros los escenarios a corto plazo. Si gana el Apruebo precisa que “hay menos posibilidades de cerrar este proceso de incertidumbre y de otorgar mayor gobernabilidad al país. El daño sería irreversible porque la vida que propone el borrador debilita la democracia”.
Si gana el Rechazo la historia es otra: “La recuperación de la certeza y de la institucionalidad sería inmediata y abriría un periodo donde el gobierno perderá su ya precaria relevancia en el futuro”.
Un abismo con burlas
Mientras llega el día de la contienda, “lo más imperdonable de este gobierno es que renunció a gobernar hasta conocer los resultados del plebiscito. Su movimiento legislativo es mínimo. Prácticamente no ha presentado proyectos de ley, sólo los de carácter habitual”, relata Calderón.
Con ese proceder sostiene que Boric entró en un abismo, considerando que ninguna de las dos opciones -Apruebo o Rechazo- le garantizan estabilidad. De hecho, Ex-Ante divulga que el secretario de gobierno, Giorgio Jackson, ya no negociará las posibles reformas de las coaliciones por hablar demás.
Con el apruebo enfrenta el desafío de cumplir con su promesa de reformar la propuesta constitucional, cuando la oposición ya tiene oposición dentro de su propia coalición, porque una de las dos fuerzas aliadas, que conforman el Frente Amplio y el Partido Comunista, se niegan a cambiarla.
Para el abogado “los únicos que pueden ir en rescate del Gobierno son los partidos tradicionales y desde la derecha incluso para llegar a un gran acuerdo nacional que le permita al gobierno recuperar la gobernabilidad”.
¿Es posible? Es difícil. Hay razones, entre ellas, que “los errores comunicacionales merman la credibilidad del gobierno para buscar acuerdos y eso afecta directamente a la aprobación del presidente que está íntimamente asociada a la opción electoral del Apruebo. A mayor desaprobación mayor rechazo”.