La campaña para empujar la aprobación del proyecto constitucional que apoya el presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, en el plebiscito del próximo 4 de septiembre, está dejando al descubierto el posible “conflicto de intereses” que rondan cuando “el hermano de uno de los jefes de campaña del ‘Apruebo’ es el director jurídico de la Contraloría”, denuncia en su cuenta de Twitter el excandidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast.
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Kast se refiere al vínculo entre el diputado del Partido Liberal (PL), Vlado Mirosevic, quien lidera la cúpula del comando del “Apruebo”, y Camilo Mirosevic, brazo derecho del contralor Jorge Bermúdez. “Con razón la Contraloría no hace nada para frenar la intervención masiva y desatada del presidente Boric con las platas de todos los chilenos”.
Sus conjeturas tienen base. Los hermanos y el contralor conforman un triángulo de aliados ideológicos del mandatario. El Líbero revela que Bermúdez es uno de los altos funcionarios estatales que no disimula su satisfacción con la nueva carta magna. No la cuestionó nunca durante el año que demoró la Convención Constitucional en redactarla a pesar del Poder Legislativo y el Judicial correr el riesgo de ser desconfigurados con la desaparición del Senado e implementación de otros sistemas para impartir justicia si la normativa se implementa.
El hermano de uno de los jefes de campaña del Apruebo es el Director Jurídico de la Contraloria. Con razón la Contraloria no hace nada para frenar la intervención masiva y desatada del Presidente Boric con las platas de todos los chilenos
— José Antonio Kast Rist 👍🇨🇱 (@joseantoniokast) July 21, 2022
Nada es casual
Esa postura de Bermúdez también tiene explicación. La Secretaría Técnica de la Convención Constitucional estuvo a cargo de su hermano, Rodrigo Bermúdez Soto, quien gozó de potestad para decidir sobre la elaboración del cronograma de funcionamiento de la Constituyente.
Ahora su instancia fiscalizadora intenta apagar el revuelo anunciando en redes sociales que solicitó informes a La Moneda por las denuncias ingresadas en contra de Boric y el gabinete por “intervencionismo”, pero aclarando que no cuentan con atribuciones para fiscalizar a Vlado Mirosevic, por ser diputado, y endosó al Servicio Electoral (Servel) las acciones que correspondan.
Según el ente comicial, para el “Apruebo”, la Democracia Cristiana tiene un límite de 188.367.224 pesos chinos (180.000 dólares), mientras que el comando de Apruebo Dignidad suma 1.436.045.873 (1,3 millones de dólares) y el Socialismo Democrático tienen un límite de 564.734.039 (537.000 dólares).
En el caso de los parlamentarios independientes que le apuestan a esta opción, la senadora Fabiola Campillai y Pamela Jiles tienen un tope máximo de 68.301.687 pesos (65.000 dólares) y las organizaciones de la sociedad civil como el “Comando Movimientos Sociales: Apruebo Nueva Constitución”, o “Hagámosla en serio” del “Rechazo”, un límite de gasto de 150.976.921 pesos (143.600 dólares). Con las millonarias sumas de dinero en medio, alguna de las dos instituciones deberá garantizar transparencia. Sobre todo cuando del Ejecutivo saldrá casi medio millón de dólares para la campaña que se supone promoverá el “voto informado”.
Campaña con escándalos
En la ley chilena sobre probidad existe un conflicto de intereses en el ejercicio de la función pública “cuando concurren a la vez el interés general propio del ejercicio de las funciones con un interés particular, sea o no de carácter económico, de quien ejerce dichas funciones o de terceros vinculados a él determinados por la ley, o cuando concurren circunstancias que le restan imparcialidad en el ejercicio de sus competencias”.
Varios sectores denuncian que el entorno de Boric y hasta él lo propician. El Partido Evolución Política (Evópoli) y Renovación Nacional se querellaron contra el mandatario por presuntas reuniones ocultas en La Moneda para organizar la campaña del “Apruebo”.
La Contraloría recibió las demandas y el ente emplazó a Boric a explicar en un oficio a qué se deben los encuentros con el Partido Socialista en el Palacio de Gobierno. La disposición ahora parece un mero trámite protocolar. Los cinco días hábiles otorgados para ello ya transcurrieron sin ninguna consecuencia administrativa conocida.
Chayanne y la selección chilena de fútbol son los únicos que marcan distancia con la campaña de la izquierda. A través de su cuenta de Twitter, “La Roja” criticó el uso de la camiseta del equipo nacional a favor del “Apruebo”, tras Vlado Mirosevic exhibir una con la “A” y decía “Apruebo”.
“La camiseta de la selección representa a todo Chile y no pertenece a ningún sector político, ideología, raza, religión y/o pensamiento. Condenamos y repudiamos su uso para un fin político y no deportivo”, expresó el equipo en su red social.
📍🇨🇱 La camiseta de la Selección representa a todo Chile y no pertenece a ningún sector político, ideología, raza, religión y/o pensamiento.
Condenamos y repudiamos su uso para un fin político y no deportivo. #LaRoja une a todas y todos, y no debe ser motivo de división.
— Selección Chilena (@LaRoja) July 21, 2022
La empresa Chaf Entreprises Inc. en representación del cantante Chayanne también rechazó el uso de la imagen del artista en la campaña del “Apruebo” en un “meme” compartido por Diego Ibáñez (CS) y por Gabriel Boric, quien la eliminó tiempo después.
“El artista Chayanne nunca se involucra en temas políticos; nunca apoya campañas políticas de ninguna índole; y los temas políticos son sólo de la incumbencia de los ciudadanos de cada país. Pedimos a las personas o entidades que están haciendo uso indebido de su nombre e imagen que se abstengan de hacerlo, ya que se está incurriendo en una acción que podría traer consecuencias legales”. ¿Se habrá entendido?