El general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército de Colombia, dejará los cuarteles. El funcionario del alto mando militar solicitó su retiro al presidente Iván Duque, después de cuatro décadas de servicio, para evitar rendir honores al exguerrillero Gustavo Petro cuando asuma la jefatura de Estado el próximo 7 de agosto. Haber dedicado su carrera a combatir a la guerrilla y tener que subordinarse ahora a uno de los que integraban una de estas organizaciones criminales era, cuando menos, una humillación.
- Lea también: En defensa del general Zapateiro
- Lea también: ¡Exijo respeto!
Se sabía. Se presumía. Los “rifirrafes” entre Zapateiro y Petro durante la campaña por relacionar a la institución castrense con el Clan del Golfo fracturó cualquier posibilidad de vínculo, asegura el presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore), John Marulanda, en entrevista con PanAm Post.
(5) A ningún general he visto en televisión recibiendo dinero mal habido. Los colombianos lo han visto a usted recibir dinero en bolsa de basura.
— General Luis Mauricio Ospina Gutiérrez (@COMANDANTE_EJC) April 22, 2022
Tiene sentido. Zapateiro se dedicó a la lucha contra los grupos irregulares. Se va dejando a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sin su segundo cabecilla, Luis Édgar Devia Silva, alias ‘Raúl Reyes’, quien cayó en la Operación Fénix liderada por él en 2008, lo cual justifica su indisposición para trabajar con Petro, quien formó parte del M-19, –una de las organizaciones terroristas más sangrientas del país– y ahora pregona la reanudación del “diálogo” con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) e implementación “cabal” del Acuerdo de Paz con las FARC.
Por el honor y las convicciones
Zapateiro dista de estas acciones. En la carta remitida a Duque insiste en que todas sus “actuaciones, órdenes e instrucciones, se enmarcaron en estricto cumplimiento de las leyes, normas y reglamentos como corresponde a la institución”. Hacer algo distinto ahora, resultaba inviable para él.
Su decisión habla de sus convicciones. Lo deja asentado en la misiva al destacar que “el Ejército ha entregado lo mejor de sí para hacer de Colombia una patria grande, respetada y libre”. También resalta que las mujeres y hombres que comandó por dos años renuevan diariamente su fe en la causa y “alimentan el significado del honor militar, el cual se mantiene vigente frente a todas las formas de menoscabarlo”. No desaprovechó además la oportunidad para expresar que confía en que “algún día los colombianos valoren más este noble Ejército que tienen”.
Esta es la carta del General Zapateiro solicitándole su retiro del Ejército al presidente @IvanDuque . Queda encargado el mayor general Carlos Iván Moreno.
Vía @ViviLlorente @NoticiasRCN pic.twitter.com/gdLI7fLhY3— José Manuel Acevedo (@JoseMAcevedo) June 29, 2022
¿Oposición civil a Petro?
La dimisión de Zapateiro se hará efectiva a partir del 20 julio, cuando se instale el nuevo Congreso. Esto ocurre en medio de la transición entre el ministro de Defensa, Diego Molano, y el mayor general retirado de la Policía, William Salamanca, encargado de Petro para el empalme, teniendo aún como asignatura pendiente la designación del sustituto en la cartera de Defensa.
Sobre el futuro de Zapateiro ya surgen un par de hipótesis. La primera es que pueda asumir desde la vida civil un rol activo en la política como firme opositor a Petro y con la mirada puesta en la Casa de Nariño para las próximas elecciones. La segunda apunta a la prudencia ante la denuncia interpuesta en su contra en la Fiscalía por presunto “prevaricato por acción e intervención en política”.
Ubicar un nombre no es fácil, al contrario, “plantea un reto muy interesante para el gobierno actual del presidente Duque, quien deberá a partir de esa fecha y hasta el 7 de agosto nombrar un comandante o un encargado”, pero “Petro debe tener en cuenta que una institución civilista y constitucionalista como el Ejército Nacional no se puede salir de su cauce”, afirma Marulanda.
Una opción
Un interino mientras asume Petro es el camino más viable, según Marulanda, quien cree que el segundo comandante del Ejército de Colombia, el general Iván Moreno, podría ascender antes de la transición. Sin embargo, a poco más de un mes de la toma de posesión del dirigente del Pacto Histórico, cree que “el único problema que se puede dar ahí es que se traiga al servicio activo a un general retirado”.
Pero podrían ser más, considerando que para Gustavo Petro en los cuarteles “hay corrientes de extrema derecha que hay que eliminar”. Hasta el momento, sus posibles fichas para esta cartera son Álvaro Forero Tascón, actual inspector de las Fuerzas Armadas; el comandante de la Segunda División, Mauricio Moreno Rodríguez y el general Juvenal Díaz Mateus, comandante de la Séptima División con jurisdicción en Antioquia.