Las crisis también son oportunidades. Si alguien que está practicando esta máxima de Albert Einstein es el presidente izquierdista de Perú, Pedro Castillo, quien declaró “estado de emergencia” ante el paro indefinido de transporte que enfrenta. Al respecto, alega que esta medida serviría para “preservar el orden interno”. Sin embargo, parece que esto apunta a convertir el conflicto en el trampolín para su plan constituyente, que ya el Congreso rechazó en mayo.
El anuncio del mandatario señala que durante los próximos 30 días estarán restringidas la libertad de tránsito y reunión, así como la inviolabilidad del domicilio. Mientras esto ocurre, en Twitter el Consejo de Ministros divulga que “están abiertos al diálogo”.
✅ El diálogo sigue abierto para solucionar las problemáticas del transporte porque #NoPodemosParar. pic.twitter.com/pXuYSQSIdE
— Consejo de Ministros (@pcmperu) June 27, 2022
Castillo concibió el giro del abordaje de la manifestación de los transportistas de carga pesada junto a Marino Flores, coordinador nacional del Comité de Lucha del Paro Agrario Nacional, y el exlíder del Frente Patriótico, Jorge Paredes Terry, quien ahora es vocero de la de la Federación Nacional de Comunidades de Entornos Mineros (Fenacom).
Aunque los encuentros con ellos en la víspera del paro abordarían las necesidades de los gremios agrarios y comunidades afectadas por los conflictos, “los diálogos fueron más allá de estas demandas”, aseguró La República.
Sin embargo, Paredes informó que “todas las organizaciones harán un paro de 48 horas contra el Congreso, pidiendo su cierre y una nueva Constitución”. Su declaración traduce que “por primera vez hay una plataforma de apoyo al presidente que está pidiendo los cambios que se prometieron en campaña”.
Una alianza con fines
El dirigente de Fenacom delató a Castillo, al afirmar que el Ejecutivo presentará ante la plenaria un nuevo proyecto de ley para una asamblea constituyente y si su propuesta queda fuera de las prioridades del Congreso, habrá una “cuestión de confianza”.
La conflictividad se avivará si es tal como lo plantea Paredes, considerando que activar la “cuestión de confianza” es un mecanismo que plantea el Ejecutivo de manera obligatoria, cuando solicita la investidura del presidente del Consejo de Ministros y su gabinete ante el Congreso, precisa la web oficial de la presidencia.
Para la presentación de la Cuestión de Confianza, Castillo tendría que convocar a sesión extraordinaria del Congreso para exponer las razones de la solicitud frente al pleno del Parlamento. Posteriormente, el Congreso debatiría sobre lo planteado y votaría. Para aprobar la iniciativa requiere la la mitad más uno del número legal de congresistas (66 votos).
“Le hemos pedido que haga cuestión de confianza para una nueva constitución, segunda reforma agraria y cierre del Congreso”, admitió Merino Flores. Si un sector de los gremios está a favor, hay probabilidades de que ahora Castillo sepulte la actual Carta Magna del país, vigente desde 1993. El mandatario parece estar haciendo su parte. Desde su cuenta en Twitter, comparte los encuentros que está sosteniendo con las comunidades que son clave.
Castillo trabaja para popularizar su constituyente cuando la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) arrojó que 49% de los peruanos concentrados en Lima Metropolitana, el Perú urbano y en los niveles socioeconómicos A, B y también en la clase media C está en desacuerdo con una Carta Magna expresando que la actual sólo necesitaría reformas.
#FotogaleríaPresidencia | Llegada del jefe de Estado, @PedroCastilloTe, a la región Huancavelica, donde cumple diversas actividades en el centro poblado de Carhuapata y luego se dirigirá al distrito de Pampas.#SiempreConElPueblo pic.twitter.com/iMThjFYe6K
— Presidencia del Perú 🇵🇪 (@presidenciaperu) June 27, 2022