Miguel Botache Santillana, alias Gentil Duarte, guerrillero “disidente” las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) temía morir en manos de sus excompañeros de combate y huyó a Venezuela. Pensó que cruzar la frontera lo salvaría, pero se equivocó. Un comando de la célula terrorista denominada Segunda Marquetalia, a cargo de Iván Márquez, estalló su guarida y murió junto a su mujer. Con la explosión que también dejó a otros 40 heridos detonó su “negocio tripartito” con el régimen de Nicolás Maduro.
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“Dos minas de oro y explotar petróleo” ofreció Miraflores y Duarte a través de una “una “línea diplomática” que ambos mantenían, según documentos hallados en su computador que reveló la revista Semana.
Este pacto —que también traería consigo la posible presencia de Irán de forma eventual en estas negociaciones— generaría beneficios a ambos, en primera instancia. La participación de la nación islámica aún es objeto de investigación, de acuerdo con el medio colombiano. Las primeras indagaciones tienen como fin establecer si el país que ha intercedido por las disidencias de las Farc ante Venezuela es Irán.
Sin embargo, lo que sí quedó demostrado eran los lazos que sostenía La Segunda Marquetalia y el régimen de Nicolás Maduro. En materia política, Duarte tendría apoyo para desplegar una “campaña de reconocimiento y recuperar el prestigio y buen nombre de la organización”, a cambio de desplegar “operaciones conjuntas de carácter estratégico”.
Este punto era crucial para Duarte, quien calificó como “fundamental fortalecer y priorizar el trabajo de Venezuela, ya que se logra un enlace directo con sectores de confianza, con el actual presidente”. Esto se lee en uno de los correos compartidos con su jefe criminal, Iván Mordisco.
Plan en proceso
El plan lo tenían claro. Abarcaba en gran medida “establecer los mecanismos de comunicación directa y eficaz” entre la cúpula bolivariana y el estado mayor de las FARC-EP, con delegados directos de las partes para “tramitar, solucionar y gestionar cualquier asunto entre las mismas”.
A Maduro le correspondía permitir a ‘Gentil Duarte’ “la permanencia y tránsito por el territorio de frontera de los distintos estados Zulia, Táchira, Páez, Apure, Bolívar, Amazonas, cumpliendo con los protocolos, rutas y mecanismos que se acuerden entre las partes, preservando los principios de clandestinidad y de seguridad nacional para el desarrollo conjunto de operaciones”.
Con ello, incluso, esperaban “neutralizar operaciones de inteligencia y contrainteligencia de la inteligencia colombiana y norteamericana, grupos paramilitares y de sectores contrarevolucionarios venezolanos”. Desde 2020, avanzaba esta trama que el candidato presidencial de la extrema izquierda hoy, Gustavo Petro, negaba en sus redes sociales.
Ni gentil ni Ivan Marquez, lo único que estan detrás de la violencia en Bogotá es un sector de la policía en alto nivel de corrupción y un gobierno que necesita del miedo.para liberar a Uribe. https://t.co/ceqtKXxypm
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 13, 2020
Punto álgido
La dotación de armas era parte del asunto. El chavismo tendría que facilitar “5.000 fusiles, 500 ametralladoras punto 30 o punto 50, morteros de 60 milímetros, sistemas antitanques, sistemas nocturnos, armas cortas, municiones para estas armas, granadas de manos, sistemas antiaéreos tierra-aire portátiles o de infantería, y lo relacionado con dotaciones de combustible (intendencia)”.
Así se perfiló una estrategia de defensa con los 7000 hombres del bloque Jorge Briceño Suárez de Mordisco y Duarte, quienes tenían previsto concretar con el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, instancia que “gestionaría y tramitaría salidas de las cárceles”.
“También decían que estaban pendientes de una comunicación con Bolivia. Además, proponían crear el frente internacional Raúl Reyes, en cabeza de Arturo Ruiz, el hombre que, según los investigadores, manejaba las relaciones directas con el régimen de Maduro” señala Semana.
Una muerte con dudas
La Policía colombiana confirmó a la agencia EFE que el atentado contra Duarte ocurrió en Venezuela, pero no entregó más información sobre los hechos ni pudo verificar que el jefe disidente estuviera muerto después de que el comando llamado ‘Pisasuaves’ lo asaltara junto a su pareja. José Manuel Acevedo, director de Noticias RCN, asegura en Twitter que el asesinato es cierto.
Desde ese campamento, Duarte y John Mechas —otro de sus aliados— intentaban armar una estrategia para enfrentar las disputas con el Ejército de Liberación Nacional ante su alianza con el grupo de Márquez en Arauca. En esta zona limítrofe entre Colombia en Venezuela ya cayeron Seuxis Pausias Hernández, alias Jesús Santrich, y Hernán Darío Velásquez, alias El Paisa.
Márquez puede cantar victoria, parece que, en efecto, las reseñas de los medios locales referidas a su cercanía con Maduro frustró el “negocio tripartito” de Duarte con el dictador. Sin embargo, que haya caído en Venezuela tampoco es señal de lealtad del régimen cuando se trata de rutas o territorios para lucrar.
Hemos consultado con otras fuentes en @NoticiasRCN además de la versión de @ELTIEMPO y nos dicen que, en efecto, Gentil Duarte habría muerto en Venezuela. Atentos a la información que les damos a esta hora en nuestra primera emisión. #AlAire
— José Manuel Acevedo (@JoseMAcevedo) May 25, 2022