La falta de ingenio del candidato a la presidencia de Colombia por el izquierdista Pacto Histórico, Gustavo Petro, lo llevó a plagiar una propuesta educativa que el Centro Democrático impulsa desde hace dos años en el Congreso. Fue el expresidente Álvaro Uribe quien planteó inicialmente este proyecto que ahora Petro quiere presentar como suyo. El desacierto en medio de la campaña presidencial encaja con su promesa de “democratizar” lo ajeno para evitar llamarlo expropiación.
Petro lo hace en público y sin ninguna vergüenza. A través de su cuenta en Twitter propuso –como si fuera de su autoría– que los estudiantes de todos los colegios del país tengan conocimiento sobre programación de computadores para lograr 500.000 desarrolladores todos los años.
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“Propongo poner como materia de pensum en los dos últimos años de la secundaria, el desarrollo de programación para computadores. Tendríamos 500.000 desarrolladores de programación al final de cada año. Si 100.000 continúan la carrera, Colombia sería potencia mundial de software”, escribió en la red social.
Una copia
El Centro Democrático lo fustigó con la publicación de un video en el que aparece el expresidente Álvaro Uribe explicando los detalles del proyecto de ley radicado en el Congreso el 20 de julio de 2020. Desde la organización política no desaprovecharon la oportunidad para alertar que Petro “ya está democratizando hasta las ideas”, en clara alusión a lo que sería expropiar, plagiar o robar.
Proyecto de Ley 084 de 2020 “POR MEDIO DEL CUAL SE PROMUEVE EL DERECHO A LA EDUCACIÓN, SE INCENTIVA EL ESTUDIO DE LA PROGRAMACIÓN EN COMPUTADORES, SE GARANTIZA EL ACCESO A INTERNET (…) pic.twitter.com/fLi0YJ48ZP
— Centro Democrático (@CeDemocratico) April 12, 2022
“Que todo joven en Colombia, para poder graduarse como bachiller, tenga que haber aprobado materias de introducción al lenguaje y programación de computadoras, eso le puede permitir a ese joven defenderse en cualquier parte del mundo”, señaló en su momento el exmandatario.
Una práctica como arma política
El descaro de Gustavo Petro comienza en la tergiversación de lo que significa su maniobra. Para él, “democratizar no significa expropiar” sino que “las condiciones para producir deben repartirse entre millones de colombianos. Esas condiciones para producir son educación y conocimiento; el crédito que es el capital, el dinero invertido; y el espacio, que depende si es rural o urbano. Sobre todo, espacio nuevo, que es el espacio virtual, digital, la banda ancha está muy concentrada. Democratizar es lo contrario a concentrar. Democratizar en muchas manos”.
¿Cuáles manos? Las que obviamente él elija. Según Petro, hay diferentes formas de “democratizar la tierra”, y una de ella sería creando distritos de riego en la altillanura para entregar tierras a los campesinos colombianos.
Sin embargo, el término que posiciona Petro oculta el irrespeto a la propiedad privada y su afán por implementar armas políticas que en nombre de una supuesta equidad le permitan actuar en contra de los sectores que lo adversan.
En redes Forbes se revela que 45,6 % de los tuits que se generan sobre “democratización” son negativos, 31,5 % positivos y el resto neutrales o indefinidos. Esto sin contar la mención de la palabra en imágenes o memes, en hashtags y en sus otras formas como “democratizar”.
“De eso se trata de democratizar las ideas, el saber, los conocimientos. Me alegra que la propuesta de alfabetización digital la incluya en su programa”, le respondió Petro a Uribe para salir al paso ante la copia del proyecto reseñado por la prensa local.
De ese se trata expresidente y exsenador, de democratizar las ideas, el saber, los conocimientos.
Me alegra que la propuesta de alfabetización digital la incluya en su programa, señor Uribe, me permito preguntarle, porque no la ejecutó Duque y porque dejaron robar sus recursos https://t.co/Upm3nxB1YE
— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 12, 2022
“Expropiar es robar”
Más allá de la palabra, los hechos y experiencias en torno ella son trágicos. En nombre de una falsa igualdad, el chavismo expropió más de 5000 empresas, de ellas, menos de la mitad sobrevive con una base industrial y capacidad operativa que oscila entre 20 % y 30 % como muestra de que la dirigente de Vente Venezuela, María Corina Machado, no se equivocó cuando le dijo a Hugo Chávez en la cara que era un ladrón porque “expropiar es robar”.