
La confianza en el presidente izquierdista de Perú, Pedro Castillo, cayó en un abismo. El país está en shock por el toque de queda que ordenó para contener las protestas por el aumento de los precios y que luego revirtió sin mayor explicación. La maniobra, que camufla su temor a las movilizaciones, baja las apuestas por su continuidad en el poder hasta dentro de sus filas y multiplica las que optan por su renuncia.
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Hay incertidumbre. La medida adoptada para aparentemente controlar el orden público es considerada un atropello a las libertades individuales, así como un claro intento por obstaculizar el derecho a la protesta que asiste a todo ciudadano.
El líder del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, no disimula el temor. Tampoco descarta la posibilidad que el gobierno esté en sus “últimos días”, porque “en Perú todo es posible. Esto no es una novedad”.
La confesión de Torres visibiliza que “cada vez hay más consenso sobre la necesidad de la renuncia de Castillo y es una muestra de que en el fondo alberga conciencia de lo mal que está y de sus limites insólitos e inauditos de incapacidad que lo hacen absolutamente inepto para el cargo”, afirmó Fernando Vivas, sociólogo y columnista de El Comercio, en entrevista con PanAm Post.
Problemas sin salida
Castillo está en problemas. Ya hay seis muertos reportados en las manifestaciones. También, las protestas en su contra que piden su renuncia son auspiciadas por organizaciones sociales. Con ellas en las calles y la ciudadanía espontáneamente respaldándolas, su panorama es distinto al de los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala, quienes apagaron marchas, movilizaciones y cierres de carreteras sin las constantes disputas con el Congreso que él tiene, sin mociones de vacancia dando vueltas y sin ministros censurados.
Ante su escenario, el mandatario tiene pocas opciones. “Lo mejor que podría hacer es cambiar a los ministros” pero esta fórmula poco atenuaría los cuestionamientos porque “Castillo gobierna con un precario equilibrio de poder entre sus aliados y esos aliados están desprovistos de cuadros técnicos y aunque ocurra un nuevo reparto de poder no habrá un plan sobre qué hacer con el poder”, sostiene Vivas a PanAm Post.
Decisiones con impacto
Fuera del Palacio prevalece la percepción de que el Ejecutivo está en las peores manos posibles y desde el fondo de su incapacidad ha emergido el abuso, afirma El Comercio en su editorial.
El encierro súbito decretado por Castillo potenció la percepción porque sus decisiones también tienen un costo. La Cámara de Comercio de Lima (CCL) reporta que por cada día de inmovilización, solo en Lima y el Callao, el PBI del país pierde alrededor de 1000 millones de soles (unos 268 millones de dólares) mientras que el comercio mayorista y minorista pierde otros 140 millones de soles diarios (equivalentes a37 millones de dólares) afectando a un millón de trabajadores.
En el caso del rubro de alojamiento y restaurantes el monto ronda los 51 millones de soles, en los supermercados 50 millones de soles y las pérdidas en las tiendas por departamentos superan los 21 millones de soles.
El presidente no sacó cuentas. Tampoco miró el pasado. Después de casi cuatro años, Perú supera los 200 conflictos sociales por mes, una tendencia al alza que parece alimentar considerando que febrero contabilizó 203 casos y el informe de marzo aún no se publica.
Algo está mal en su administración. Hasta la inteligencia le falla al presidente. Los informes del servicio secreto que lo alertaron sobre saqueos en la capital resultaron en ensayos para disimular el miedo del mandatario hacia las movilizaciones.
Efecto dominó
No es la primera vez que un gobierno izquierdista enfrenta una conflictividad, pero a diferencia del gobierno de Humala, que de alguna manera se derechizó tras el proyecto Conga, parece improbable que Castillo haga lo mismo.
Al contrario, su “solución autoritaria y burda de declarar la inamovilidad social tuvo el efecto de convocar a una multitudinaria marcha que lo puede terminar de empujar al abismo” sostiene Omar Awapara, director de la carrera de Ciencias Políticas de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC). La convocatoria ya está en redes sociales.
El SUTEP llama a la ciudadanía a movilizarse contra el incremento del costo de vida, para exigirle al gobierno que cumpla sus promesas, dialogue con la ciudadanía y ponga fin a la improvisación. ¡Exigimos que se gobierne con responsabilidad! ✊🏽 pic.twitter.com/Ywz2YMU3yp
— SUTEP (@SUTEP_Peru) April 6, 2022
🔴 Pedro Castillo, CUMPLE TU PALABRA DE MAESTRO.
📣 Mañana, jueves 7 de abril, tomamos las calles exigiendo que este gobierno avance con los cambios que prometió y por los que el pueblo votó. Porque las calles son del pueblo y no de la derecha corrupta, mafiosa y delincuente ✊🏽 pic.twitter.com/j3F0rYUB5c— Nuevo Perú (@NuevoPeruMov) April 6, 2022
Con su proceder no es descabellado anticipar que una tercera moción surja en las próximas semanas o, al menos, antes de que complete su primer año en el poder cuando las múltiples investigaciones que lo involucran directa o indirectamente avanzan.
Por ahora, Castillo comparte con Martín Vizcarra y Pedro Pablo Kuczynski (PPK) tener dos mociones de vacancia en su hoja con mejor suerte que sus predecesores.
Sin embargo, para El Comercio “a estas alturas, su incompetencia luce ya incorregible; su presidencia, insostenible, y su renuncia, la mejor salida a la situación de desgobierno”. La tercera podría ser la vencida.