El presidente izquierdista de Chile, Gabriel Boric, tomó el poder hace 20 días pero su gestión aún no comienza. Todo apunta a que tampoco lo hará en lo inmediato, porque el nombramiento de los funcionarios públicos que lo representarán en las regiones tiene al mandatario en una ruleta de conflicto con los partidos que respaldan a su gabinete.
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Las pugnas internas por las designaciones revelan las complejidades políticas que enfrenta para elegir a los 307 secretarios regionales ministeriales (seremis) de cada cartera que compone al Ejecutivo.
El mandatario enmudeció. Boric está lejos de los reflectores de los medios y en sus redes sociales acumula un par de trinos desde su ascenso. El asunto es un problema. Cada día, sin el mapa definitivo de las autoridades, la administración del Estado fuera de La Moneda está a la deriva.
Si bien el Ejecutivo apuró el nombramiento de 30 seremis en las áreas más sensibles como educación, salud, transportes, hacienda, agricultura, medio ambiente y obras públicas, esto representa solo un 10 % del total.
“A estas alturas ya estaban nombrados y trabajando. Es imposible tener el Estado sin funcionar en regiones” señala en Twitter Gabriel Alemparte, quien formó parte de la gestión de Michelle Bachelet.
Lentitud en nombramiento de Seremis es extrema y pugna contra discurso regionalista. En Gobierno de la Pdta @mbachelet participé de este proceso y de directores regionales. A estas alturas ya estaban nombrados y trabajando. Es imposible tener el Estado sin funcionar en regiones. https://t.co/1IuLJG0f5r
— Gabriel Alemparte (@jgalemparte) March 30, 2022
Sin método
“Desorden” y “falta de un criterio claro” para pedir los nombres recomendados en cada región retrasan las designaciones, pero “una cosa es que no tengan experiencia y otra es que no tengan método”, reclamó una fuente de Pauta.
De hecho, en algunas colectividades consideran que se requieran listas con “doble entrada”. Esto es una plantilla que considere lo que se propone por los partidos y lo que proponen en los territorios y, luego de esto, hacer el cruce. La razón de esta fórmula es que al final de las nominaciones se cuadren los equilibrios regional y nacional.
Para el abogado y miembro del Consejo Regional en Los Lagos, Rodrigo Wainraihg, lo que ocurre es parte de “las contradicciones propias de un gobierno en práctica”.
Hoy en el diario Llanquihue DP @Giovimoreira habla de la problemática habitacional que vive Pto Montt, acto seguido anuncia la llegada de solo 4 seremis en los cuáles NO está vivienda, esto demuestra las contradicciones propias de un gobierno en práctica sin mirada regionalista
— Rodrigo Wainraihgt Galilea (@WAINRAIHGT) March 31, 2022
En su propia trampa
Boric es presa de su propio entorno. Su gobierno depende de un pacto de gobierno con coaliciones que conviven pero no han tenido experiencia de trabajo conjunto a excepción de la Convención Constitucional, donde las disputas y tensiones han prevalecido generando retrasos en la elaboración del proyecto de Carta Magna. De hecho, hasta han aumentado la tendencia al rechazo de esta propuesta, según distintos sondeos de opinión.
Su gabinete no escapa ni escapará a las discrepancias cuando pretende generar una base de apoyo más amplio, pero sectores supuestamente a su favor lo acusan de tener colectividades “de primera y de segunda categoría” en la administración.
Los movimientos se quejan porque no está segura su representación en La Moneda; los partidos más pequeños hacen lo propio porque hay un trato diferente y los grandes cuestionan la relación que tienen con los partidos recién llegados.
Los lamentos internos sobran y serán parte de la realidad de Boric. Sobre todo cuando el Servicio Civil revela que existen más de 1.300 cargos adscritos a la Alta Dirección Pública (ADP) por resolver.
Con un menú de cupos amplio, los puestos en las entidades reguladoras y fiscalizadoras, en organismos multilaterales en el exterior y servicios que interactúan con el sector privado son los más apetecibles.
Un cuoteo
La decisión política del gobierno de Boric es compensar a las fuerzas desfavorecidas en los nombramientos de las delegaciones presidenciales manteniendo los criterios progresistas de paridad de género.
En la coalición de gobierno hay partidos más conformes que otros. Uno de los que siente que quedará subrepresentado en las seremis es el Partido Socialista, tolda que reprocha la entrega de cupos a minorías como Unir y Acción Humanista.
En el caso del Partido por la Democracia hay una sensación similar porque consideran que los movimientos de la coalición solicitan más de lo que les corresponde. Mientras. El Partido Liberal planteó la necesidad de que la negociación volviera al nivel central y se zanjara con los presidentes nacionales y no en el marco de cada región. En el bloque del Socialismo Democrático, además, acusan el favorecimiento Convergencia Social.
El proceso está “viciado” y el Frente Regionalista Verde Social (FRVS) ha resentido las formas asegura una fuente de La Tercera.
A ello hay que agregar los despidos de 14 de un total de 29 directores de servicios de salud en todo el país, pese a que fueron elegidos por Alta Dirección Pública, es decir, participaron en concursos, no fueron nombrados de ellos y uno de ellos hasta murió contagiado de coronavirus.
Problemas por poder
La batalla pinta campal porque Boric tiene discrecionalidad para designar a las nuevas cabezas del Fondo Nacional de Salud, Instituto Nacional de Deportes, Servicio Nacional del Menos, Instituto Nacional de Estadística, Tesorería, y Fiscalía.
Entre los cargos más cotizados del ámbito público está el directorio de la minera Codelco. Boric puede nombrar a tres de sus miembros directamente y otros cuatro directores a partir de una terna propuesta por el Consejo de Alta Dirección Pública. El presidente del directorio, Juan Benavides, y los directores Hernán de Solminihac y Felipe Larraín ocuparán su cargo hasta mayo puestos que Gabriel Boric deberá completar.
En el caso BancoEstado, su presidente -actualmente Ricardo de Tezanos Pinto-, es nombrados directamente por el Presidente de la República, al igual que otros cinco directores de la empresa estatal.
Una situación similar ocurre con la Empresa Nacional del Petróleo, dos de sus miembros son nombrados por el presidente, y otros cuatro cupos más son nombrados por él a partir de una terna propuesta por la Alta Dirección Pública. Un séptimo director es nombrado por el Mandatario sobre la base de una propuesta presentada por los trabajadores de la empresa.