El chavismo convirtió en una de sus bóvedas opacas al banco suizo Credit Suisse. Documentos financieros filtrados al diario alemán Süddeutsche Zeitung y verificados por el Proyecto de denuncia de la corrupción y el crimen organizado (OCCRP, por sus siglas en inglés) revelan que 20 funcionarios del régimen venezolano desviaron más de 273 millones de dólares de Petróleos de Venezuela (PDVSA) a 25 cuentas de la entidad alpina hoy en el ojo del huracán, el Credit Suisse.
El hallazgo es parte de una investigación denominada “Suisse Secrets”, que demoró un año y contó con la colaboración de 46 medios aliados y 163 periodistas de 39 países, donde además se señala que estas cuentas se abrieron entre 2004 y 2015, un periodo que coincide con la debacle de la estatal petrolera venezolana.
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Cúpula millonaria
El exviceministro de Hugo Chávez para la Energía, Nervis Villalobos, lidera la lista de funcionarios chavistas con cuentas en el Credit Suisse. En menos de dos años acumuló 9,5 millones de francos suizos (10,3 millones de dólares) tras abrir una cuenta en 2011.
Las operaciones de Villalobos, quien es investigado en España en una causa por el presunto blanqueo en ese país de fondos procedentes del saqueo de PDVSA, comenzaron junto a las de Luis Carlos de León Pérez, antiguo director de Finanzas de la Electricidad de Caracas. Ambos abrieron sus cuentas el mismo día, llegando a acumular activos por al menos 22,6 millones de francos suizos (24,5 millones de dólares).
José Roberto Rincón Bravo, hijo de Roberto Rincón, quien admitió haber sobornado a funcionarios de PDVSA ante la justicia estadounidense en 2016, también forma parte del cuadro con cuatro cuentas conjuntas en Credit Suisse por un valor cercano a 93 millones de francos suizos (101 millones de dólares).
Otros siete asociados a estos venezolanos sospechosos de actividades ilícitas relacionadas con PDVSA tenían cuentas que registraron fondos por 20,1 millones de francos suizos (21,8 millones de dólares).
Además, hallaron otras identidades relacionadas con otra trama de corrupción en la que estuvo implicado Villalobos por la que se desviaron supuestamente unos 2000 millones de dólares de PDVSA.
En esta parte destacan Omar Farías, empresario venezolano que tuvo al menos 4 millones de francos suizos (4,3 millones de dólares) en Credit Suisse, y José Luis Zabala, quien alcanzó a tener en el mismo banco tres cuentas que sumaban al menos 19 millones de francos (20,6 millones de dólares).
En ambos casos se trata de nombres relacionados con Diego Salazar, primo del exministro venezolano de Energía y Petróleo y expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez.
Un banco con deficiencias
Estas operaciones fueron posible porque Suiza ofrece el secretismo de su sector bancario como atractivo para los capitales, un beneficio que la condujo a refugiar el 25% de las fortunas del mundo.
El Credit Suisse es parte del epicentro de ese panorama desde su fundación hace 170 años. Con 50000 trabajadores y 1,5 billones de francos suizos en activos de 1,6 millones de clientes, este coloso financiero es “apenas” el segundo banco más grande de Suiza.
Tener una cuenta bancaria en Suiza no constituye un delito per se pero según la investigación, “el Credit Suisse funcionó como una caja negra para esconder fortunas producto del lavado de dinero, la corrupción o la evasión de impuestos”.
El escaso rigor del banco al buscar y aceptar clientes y la incorrecta ejecución de las tareas internas lo condujeron a tener chavistas y cuestionadas personalidades entre sus clientes.
Por este desempeño, en 2016, la Finma (Autoridad Suiza Supervisora del Mercado Financiero) reveló “deficiencias en el cumplimiento por parte de Credit Suisse de las obligaciones de diligencia debida en materia de lucha contra el blanqueo de capitales y sospechas de corrupción” relacionadas con PDVSA.
Las alertas desde entonces persisten. Para una de las fuentes consultadas, “el pretexto de proteger la privacidad financiera cubre el vergonzoso papel de los bancos suizos como colaboradores de los evasores fiscales”. El Departamento de Justicia y la Comisión de Finanzas del Senado de Estados Unidos investigan actualmente si Credit Suisse siguió facilitando la evasión fiscal después de llegar al acuerdo y pagar una multa récord de 1300 millones de dólares en 2014.
El país con más cuentas
Venezuela figura –según el reporte– como el país con más cuentas en el Credit Suisse dentro de las 120 nacionalidades incluidas en la data de la entidad.
Casi dos de cada diez cuentas en la filtración de 18000 registros del segundo banco más importante de Suiza corresponden a ciudadanos de Venezuela o clientes que reportaron vivir en el país.
Con ese margen, el país representa 16 % de los propietarios de las cuentas, seguidos por los que viven en Egipto (12 %), Ucrania (7 %) y Tailandia (5 %).
Entre todos fluyeron 100.000 millones de francos suizos de fondos procedentes de todo el mundo (108.000 millones de dólares), especialmente políticos y funcionarios públicos corruptos, espías e incluso criminales confesos de distintos países.
La cifra deriva hasta de cuentas vinculadas a acusados de violar los derechos humanos, como el antiguo ministro de Defensa argelino, Khaled Nezzar, cuando estalló una guerra civil marcada por las atrocidades contra los civiles. A pesar de las acusaciones en su contra, Nezzar manejó dos cuentas que acumularon activos de por lo menos 1,2 millones de francos suizos (1,6 millones de dólares) divulga OCCRP en su cuenta de Twitter.
8) This investigation reveals just some of Credit Suisse’s criminal clients.
You can find more of their problematic customers — a list that includes alleged human rights abusers — here.https://t.co/OIuIHfl9Uj
— Organized Crime and Corruption Reporting Project (@OCCRP) February 22, 2022
También destacan en la lista los dos hijos de uno de los hombres fuertes de Azerbaiyán, Vasif Talibov, Rza y Seymur, quienes usaron sus cuentas en Suiza para ingresar millones de dólares de empresas de papel asociadas a sistemas de blanqueo de dinero; un jefe de inteligencia egipcio que supervisó la tortura de sospechosos de terrorismo; y el rey Abdullah II de Jordania, que tenía una sola cuenta por un valor de 230 millones de francos suizos (249 millones de dólares) en su punto máximo, incluso cuando su país recaudó miles de millones en ayuda exterior.
Pedidos a España
Miraflores los busca. Eso dicen. Hace un mes el ministro de Exteriores de Nicolás Maduro, Félix Placencia, reclamó al Gobierno de Pedro Sánchez las extradiciones pendientes de venezolanos que «tienen deudas» con la justicia y que se encuentran en territorio español.
Desde Caracas el canciller chavista pidió que «las autoridades judiciales de España respeten las exigencias del ordenamiento jurídico venezolano y extraditen a los delincuentes que escapan y huyen de la justicia venezolana».
Nervis Villalobos, seguido del líder opositor Leopoldo López, el exjefe de Inteligencia chavista Hugo el ‘Pollo’ Carvajal, Adrián Velázquez y Claudia Patricia Díaz Guillén, exjefe de seguridad y enfermera personal de Hugo Chávez, respectivamente; el exgerente de Prevención y Control de Pérdidas de PDVSA, Rafael Ernesto Reiter; y Javier Alvarado Ochoa, también exviceministro de Energía Eléctrica son parte de la lista.
Transparencia Venezuela registra 18 procesos de extradición contra exfuncionarios de alto nivel o personas que fueron cercanas al régimen desde 2017. De esa cifra, ocho fueron enviadas a la justicia española, pero la Audiencia Nacional no ha aceptado seis peticiones pero sí tres solicitudes hechas por Estados Unidos: Velázquez, Díaz y Carvajal.