Los hijos de los presidentes viajan con los privilegios de ser la descendencia de un jefe de Estado. También estudian sin restricciones, acceden a lo que la mayoría no puede y se relacionan con quienes jamás pensaron, algunas veces por diplomacia, otras, por negocios en nombre de sus padres. Así están dos de los tres herederos del primer mandatario socialista de Bolivia, Luis Arce, quienes sirven de operadores políticos.
“Luis Marcelo Arce encabeza la nueva rosca en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y su hermano menor, Rafael Ernesto, lleva la batuta en el sector eléctrico”, asegura Cabildeo Digital.
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El traslado de Luis Marcelo a Caracas, con el fin de negociar con el régimen de Nicolás Maduro la entrega a la Petroquímica de Venezuela (Pequiven) de la producción y comercialización de la Planta de Urea y Amoniaco de Bulo Bulo, ubicada en Cochabamba, sostiene la afirmación del medio.
“Con la posesión de su padre como presidente de Bolivia, Luis Marcelo reapareció en la Gerencia de Proyectos de Yacimientos, con el fin de impulsar las plantas de biodiesel. Inclusive viajó a Francia y Estados Unidos, para promocionar este proyecto y disimular su influencia dejó la gerencia y pasó a un cargo similar en la subsidiaria Chaco”.
Favorecimiento ilegítimo
“Esto es delito. YPFB depende de una cartera de Estado, es una clara figura de nepotismo”, denunció el diputado de la Alianza Creemos, Erwin Bazán, quien indicó que “es un secreto a voces la situación de privilegio del hijo del presidente. Los sindicalistas lo llaman ‘el mandamás de Yacimientos’”.
Ente sus atribuciones estarían “varias áreas de YPFB y esto es ampliamente conocido por el área técnica y administrativa” de la empresa petrolera. El Deber divulga que el último registro como funcionario de Yacimientos en la Contraloría data del 7 de octubre de 2021. Mientras tanto, la compañía niega que forme parte de ella en este momento.
Pero la participación en la gestión pública de los hijos de Arce no es nueva. Ambos se insertaron en el aparato estatal durante su desempeño como ministro de Economía en el gobierno de Evo Morales. Rafael pertenecía a la Agencia Nacional de Hidrocarburos y Luis Marcelo a YPFB. Además, su madre, Lourdes Durán, ocupó una gerencia en el Banco Unión.
Pésimo desempeño
Los pasos de los retoños de Arce por estas instancias arrojan pésimos resultados. Luis Marcelo aparece vinculado a una denuncia que presentó el expresidente de YPFB, Carlos Villegas, por los supuestos delitos de incumplimiento de deberes y conducta antieconómica, ante el presunto robo de 146 llantas y cuatro baterías UPS valoradas en 150.000 dólares.
Hasta la fecha, este caso que data de 2015 no ha prosperado en el Ministerio Público de Santa Cruz. Sin embargo, la Unidad de Investigaciones Financieras de Bolivia (UIF) concluyó que junto a su hermano estarían incurriendo en los delitos de legitimación de ganancias ilícitas, falsedad en declaración, falsedad material e ideológica, evasión impositiva, enriquecimiento ilícito, beneficios en razón de cargo e incumplimiento de deberes por registrar préstamos de 860.000 bolivianos (equivalentes a 125.000 dólares) cuando tenían solo 20 años de edad.
“Se desconoce el origen de los fondos de contraparte”, señaló la instancia en un comunicado en el que se incluyen los “movimientos económicos sospechosos” en las cuentas bancarias del ahora presidente, así como de su esposa.
En el periodo de investigación que abarca desde 2006 al 31 de enero del 2020, los movimientos irregulares aparecen entre 2011 y 2019, por 870.000 dólares. En ellos, “la UIF evidencia movimientos económicos anómalos y sin justificación legítima en las cuentas del exministro Arce y su familia. Entre ellos, traspasos de recursos de fuentes ilícitas; flujos de dinero desconocido vinculados a su cargo y un incremento desproporcionado de los patrimonios”.
El documento está en la Procuraduría y a la Fiscalía desde 2020 pero a partir de la toma de posesión de Arce no hay fallo al respecto, a pesar de que aquellos hijos de políticos que se involucran en negocios requieren escrutinio público por los posibles conflictos de interés que pueden existir.
Con vínculos estratégicos
Los hijos del presidente del “Estado Plurinacional” tienen a su favor a Armin Durgathen, actual presidente de YPFB, a quien se cuestiona por recibir 514 224 bolivianos al mes (equivalente a 73882 dólares). Un monto que le permite acumular más de 800.000 dólares anuales, cuando el primer grupo de gerentes percibió 10000 dólares mensuales por las mismas funciones.
También cuentan con la anuencia del amigo de su padre y vocero del consorcio, Luis Vincenti, quien gana 9000 dólares mensuales por asistir a las reuniones de los directorios de las seis subsidiarias de YPFB (Andina, Chaco, Transporte, Refinación, Logística, y Aviación).
De hecho, Nicolás, hijo de Vincenti, funge como asesor de Durgathen y es uno de los pasajeros registrados en el vuelo privado que aterrizó en Caracas en abril del año pasado con Luis Marcelo Arce, para reunirse con Maduro.
Es una cúpula que deja a un lado al sindicalismo de Evo Morales, su último bastión que enfrenta el control del aparato estatal de la dinastía Arce. Rolando Borda, su leal dirigente, que gestionó en YPFB el pago de una “compensación” a los cocaleros del Trópico de 1,6 millones de dólares, resiente los cambios, precisó Cabildeo Digital.
Al respecto, el medio alega que “ambos sectores pronto se enfrentarán en los estrados judiciales por la demanda a Borda por varios delitos que van desde el enriquecimiento ilícito hasta el tráfico de lotes de un terreno de Yacimientos”.