Frente a representantes de la Fiscalía de Milán que viajaron a Madrid, el exjefe de inteligencia del chavismo, Hugo el ‘Pollo’ Carvajal declaró bajo secreto sobre el presunto financiamiento irregular del régimen venezolano a través de valijas diplomáticas al partido italiano Movimiento 5 Estrellas.
Su versión apunta al fundador de esta tolda, Gianroberto Casaleggio, quien según Carvajal recibió 4.000.000 de dólares mediante la delegación consular de Venezuela en Italia. Así lo dejó claro en su comparecencia ante los delegados del Ministerio Público de la región de Lombardía, Maurizio Romanelli y Cristiana Roveda; el fiscal jefe de la Audiencia Nacional de España, Jesús Alonso; y el juez español Joaquín Gadea.
En una hora resumió las supuestas operaciones. Para su abogada, Dolores de Argüelles, el proceso de interrogar a su cliente no representa una sorpresa porque desde su detención en septiembre pasado en España tiene solicitudes de entrevistas con periodistas de Italia, Argentina, Perú y Brasil.
Buscando libertad
Estas colaboraciones de Carvajal tienen un objetivo personal. Transcurren mientras se concreta su extradición a Estados Unidos, suspendida hasta ahora porque la Audiencia Nacional española aún espera la emisión de garantías por parte de Washington para su traslado, entre ellas, que la condena por los delitos de narcoterrorismo que le imputa una corte de Nueva York no deriven en cadena perpetua por ser una sentencia incompatible con el marco penal europeo.
Mientras, su defensora anunció que solicitará su libertad, aunque sea necesario ponerle un dispositivo que permita tenerle permanentemente localizado para evitar el riesgo de fuga.
El chavismo pasa factura
En Caracas hay otros movimientos. La Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) detuvo a la niñera de los hijos de Carvajal en España, Angélica Flores, y a un primo segundo de su esposa, desde que llegaron en un vuelo procedentes de Madrid, por considerarlos conspiradores para atentar en la jornada electoral convocada por el chavismo para este 21 de noviembre. Es “un cargo que en su entorno se califica de ficticio y se interpreta como maniobra de presión para que Carvajal deje de prestar declaración en España”, asegura ABC.
Ambos fueron sometidos al control de inmigración porque mostraban «actitud nerviosa». Era la primera vez que volvían a Venezuela desde el arresto de Carvajal. Hasta el momento no pesaban cargos en el país contra ninguno de sus familiares.
En su equipaje «se logró encontrar algunos documentos de manera oculta que estaban doblados a su menor tamaño con contenido sospechoso por cuanto estaban plasmados temas de actos terroristas a ejecutar en territorio venezolano».
Las fuentes consultadas en el entorno por ABC insisten en que se trata de una maniobra de coacción y presión para que revierta su colaboración con la justicia española. Hasta ahora, ha prestado declaración dos veces ante el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón.