Una a una, a cada vivienda de quienes resultan infectados de coronavirus en Cuba y Venezuela llegarán funcionarios de los regímenes socialistas a estampar en sus fachadas un cartel que expone el resultado positivo de los ocupantes. Es una nueva política de discriminación en medio de la pandemia.
Ambas naciones comenzaron al mismo tiempo a segregar a la población contagiada con la enfermedad. El modus operandi incluye amenazas con multas y trabajo comunitario a aquellos que se opongan a la medida.
La orden es desplegar un “sistema de control para verificar cómo los casos aislados en las casas cumplen con el protocolo establecido y el plan es marcar sus viviendas. Algo que parece sacado del pasado”, analiza Infobae.
Además, monitorearán los espacios públicos para evitar violaciones a las restricciones impuestas. En el caso de La Habana también se prohibirá la movilidad entre territorios donde se hayan establecido medidas de cuarentena y más patrullas de vigilancia y se aplicarán multas a los padres cuyos hijos estén en la calle y a quienes no usen correctamente la mascarilla o no guarden la distancia social.
Y en Venezuela, Adrián Duque, alcalde del municipio Sucre en el estado Yaracuy, presume en Twitter de su poder y cómo personalmente ejecuta el operativo de división poblacional que incluye a los casos sospechosos y confirmados.
Adrián Duque, alcalde del municipio Sucre de #Yaracuy, comenzó a marcar las viviendas de pacientes #COVID19 con carteles. Informó que quienes quiten el cartel, deben pagar una multa y si reinciden les será eliminado el beneficio de la bolsa de comida y el gas
Vía @kerenperiodista pic.twitter.com/7gPA9VDwAa— El Pitazo (@ElPitazoTV) April 7, 2021
Medida discriminante
Es un déjà vu. Lo que ocurre evoca al apartheid sudafricano que cinco décadas atrás impuso la separación total entre blancos y negros, negando incluso la existencia de esta última raza, impidiéndoles compartir habitaciones o espacios e incluso casarse entre quienes tuvieran distinto color de piel.
Esta vez, el régimen de Nicolás Maduro estima en Venezuela una sanción de 20 millones de bolívares —equivalentes a 10 dólares— para quienes estén fuera de sus casas después de las 4:00 de la tarde. Ahora, en caso de no contar con el dinero serán sometidos a trabajo comunitario por tres días.
“Para quienes tengan en sus casas fiestas, bochinches, juegos de caballo, dominó, rumba, bailadera, la multa será de 30 millones, sino los llevamos al parque Dorado. Tenemos 50 machetes disponibles para que limpien”, señaló Duque.
En su instrucción hay amenazas. Si alguien reincide perderá el beneficio de la bolsa de comida y de gas doméstico que entrega el chavismo en las zonas populares del país y la medida se considera inconstitucional en las filas socialistas poco importa.
El mismo funcionario vocifera que los detractores pueden asistir al Tribunal Contencioso Administrativo, pero él rebatirá las denuncias alegando desacato a la autoridad. De este modo, logrará su aprehensión con el apoyo del Ministerio Público de Maduro.
Para los negocios que incumplan con las medidas de bioseguridad, la multa ascenderá a 35 millones de bolívares, pero si reinciden quedará suspendida la patente de industria y comercio.
En cuanto a quienes transiten en vehículos, Adrián Duque sancionará con 10 millones —cinco dólares americanos— al conductor y sus pasajeros, mientras que los motorizados tendrán que pagar la mitad si están en las calles después de las 4:00 pm. Sus acompañantes serán sancionados con el mismo monto.
La realidad detrás
La implementación de un apartheid socialista en Venezuela esconde que “muchos pacientes son controlados en sus casas y quienes requieren hospitalización son referidos a otros centros pero ninguno recibe pacientes porque están colapsados” asegura María Eugenia Landaeta, jefa del Servicio de Infectología del Hospital Universitario de Caracas a BBC Mundo.
La crisis hospitalaria y la “crítica con la dotación de recursos y pérdida de personal por unos salarios públicos devorados por la hiperinflación” son razones detrás de la medida.
No hay cifras de cuántos vacunados existen pero se estima que al país han llegado unas 700.000 dosis de la rusa Sputnik V y de la china Sinopharm. Para abril esperan recibir dos vacunas desarrolladas en Cuba (Soberana-02 y Abdala) para realizar ensayos clínicos en Venezuela.
Cuba, por su lado, acumula hasta ahora 81640 casos positivos de COVID-19. De esa cantidad 440 han muerto desde que comenzó la pandemia, según el Ministerio de Salud Pública que además estima 5300 casos activos.
En Venezuela, los números son otros. El país registra 169.000 casos y las muertes ascienden a 1690, por eso, Maduro promete una “nueva modalidad” para manejar la pandemia.
#EnVideo?| Pdte. @NicolasMaduro: El nuevo 7+7 se retomará el próximo lunes #12Abr, donde arranca la flexibilización laboral y económica en una nueva modalidad, y estaremos atentos al cuidado especial de los ciudadanos en los lugares de actividad #CuidémonosDelVirus pic.twitter.com/Gxhqkiplxn
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) April 6, 2021