La vacuna de la compañía de biotecnología Moderna reportó actividad neutralizante frente a las cepas emergentes del coronavirus que se detectaron en el Reino Unido (B.1.1.7) y Sudáfrica (B.1.351), según los resultados obtenidos tras la realización de estudios in vitro en sueros de quienes recibieron la dosis.
Ese es el más reciente hallazgo de la empresa, luego de constatar la capacidad de la vacuna para provocar anticuerpos neutralizantes potentes contra las variantes descubiertas. Para corroborar dichos efectos se utilizaron sueros de ocho participantes del ensayo clínico de fase I (de 18 a 55 años de edad) que recibieron dos veces la vacuna.
A su vez, el comportamiento de la vacuna fue sometido a ese mismo proceso, pero en este caso se usó por separado el suero de primates no humanos inmunizados con el mismo número de dosis, informó la empresa a través de un comunicado.
Resultados ante las nuevas variantes del coronavirus
Frente a la cepa del Reino Unido “los títulos de anticuerpos neutralizantes permanecieron altos y, en general, fueron consistentes con los títulos neutralizantes en relación con las variantes anteriores”, explica el texto.
Por otra parte, al probar la vacuna frente la cepa de Sudáfrica “se observó una reducción de seis veces en los títulos de neutralización” pero “a pesar de esta reducción, los niveles de títulos neutralizantes permanecen por encima de los niveles que se espera sean protectores”.
Así, Moderna —con el aval del Centro de investigación de vacunas (VRC) y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID)— someterá a evaluación los resultados al asumir que deben actuar de manera “imperativa y productiva a medida que evoluciona el virus”.
Su director ejecutivo, Stéphane Bancel, aseguró en el comunicado que estos nuevos datos refuerzan la “confianza en que la vacuna Moderna COVID-19 debería proteger contra estas variantes recién detectadas”.
Otro plan clínico
Las esfuerzos de Moderna no cesan a medida que el virus evoluciona. Por ello, la empresa probará una dosis de refuerzo adicional de su vacuna COVID-19 con el fin de estudiar la capacidad de aumentar aún más los títulos neutralizantes contra las cepas emergentes, más allá de la serie de vacunaciones primarias existentes.
También estima promover una vacuna de refuerzo emergente en el caso de la cepa de Sudáfrica. Para cumplir sus propósitos, Moderna avanza en estudios preclínicos con el objetivo de evaluar el beneficio inmunológico de potenciar el sistema receptor de la dosis con proteínas específicas de la cepa.
Al respecto, Bancel, argumenta que la empresa lo hace por “precaución” para determinar si “será más efectivo aumentar los títulos contra esta y posibles variantes futuras “. No obstante, insiste en que el régimen de dos dosis de la vacuna Moderna COVID-19 protege contra las cepas emergentes descubiertas hasta la fecha.
Monitoreo a las vacunas de Moderna
Para garantizar la efectividad que promete el director de Moderna, la segunda dosis de la vacuna de esta compañía puede ser administrada —en circunstancias excepcionales— hasta seis semanas después de la primera, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), citada por Infobae.
El Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) sostiene que la administración de dos dosis de la vacuna Moderna puede hacerse con un intervalo de 28 días, pero indicaron que la segunda inyección puede “ser postergada hasta 42 días” en caso de circunstancias excepcionales, como la escasez las vacunas o el auge de la enfermedad.
También el SAGE deja claro que “la vacunación contra el COVID-19 debe ser propuesta de manera independiente de los antecedentes de infección sintomática o asintomática” de la persona. Esto obedece a que existen datos actuales muestran que una reinfección en los seis meses siguientes a un primer contagio. Es un caso “raro”, pero también posible.
En tal sentido, los expertos recomiendan a las personas que dieron positivo a un test PCR durante ese periodo postergar la vacunación hacia el final de los seis meses.