El paciente está mal. Se debate entre la agonía y la desidia por tener que obedecer al régimen de Nicolás Maduro. Emitir un caudal de bolívares sin descanso para frenar la inflación es casi una sentencia de muerte. Ese es el diagnostico del Banco Central de Venezuela (BCV) hecho por el economista y diplomático José Toro Hardy, en entrevista con PanAm Post.
“La sangre de un organismo económico es el dinero” y este “circula a través de una red de bancos y otras instituciones que conforman el sistema financiero, pero el organismo económico de Venezuela padece de un cáncer monetario”, asegura.
Su diagnóstico equivale a una “leucemia que ha invadido su torrente monetario y está destruyendo todo el aparato productivo y el sistema financiero del país. Además, el corazón está bombeando un dinero enfermo que ya no es capaz de cumplir con sus funciones”.
Esta “leucemia monetaria” se traduce en términos económicos en “inflación y, dada su avanzada fase, el diagnóstico es de extrema gravedad: hiperinflación”.
Destaca que “para mantener el organismo vivo, se le están aplicando transfusiones de dólares, pero la raíz misma del mal no está siendo atacada porque la causa de este cáncer devastador se debe a la producción extravagante de un dinero que ha perdido su valor”, declaró a PanAm Post el exdirectivo de Petróleos de Venezuela.
La culpa es del bolívar
Los bolívares emitidos recientemente para pagar bonos a la población son además “los culpables de la hiperinflación al generar un aumento desbocado de los precios porque los comerciantes a la hora de calcular sus costos y la reposición de los inventarios lo hacen a la tasa del dólar del día”, subraya Toro Hardy.
De esa manera el régimen “ha logrado un fenómeno curioso que es hiperinflación en bolívares e inflación en dólares. Mientras no se devuelva la autonomía la BCV, no hay manera de controlar esta situación”.
Maduro abusa de su poder y “está destrozando la moneda nacional y la economía porque la inflación no va en vía de detenerse sino de crecer”, recalca.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo ha tratado de impedir. El año pasado sancionó al BCV “para evitar que sea usado para seguir saqueando los activos de Venezuela y enriqueciendo a personas corruptas”, dijo en un comunicado el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin divulgado por BBC.
Un funcionamiento con irregularidades
Según Hardy, la máxima entidad financiera del país suramericano “viola la disposición establecida en la Constitución, que lo obliga a ser una instancia autónoma”. Y eso fue decisión de Maduro.
La jugada fue así: luego de perder la mayoría en la Asamblea Nacional en las elecciones de 2015, Maduro “emitió un decreto para garantizarse el control absoluto sobre el Banco Central de Venezuela (BCV)”, afirma Transparencia Venezuela
“Cuando el nuevo parlamento intentó revertir la situación, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia intervino para darle la razón a Maduro”, sostiene la organización.
Para lograr su cometido dictó un decreto que prohibía al parlamento seleccionar y designar a los integrantes de la directiva del ente emisor, permitía mantener en secreto los índices macroeconómicos del país y lo facultaba para financiar al régimen sin tener que someterse al control del Poder Legislativo, detalla la organización.
La Asamblea controlada por la oposición buscó desmontar la iniciativa socialista aprobando una reforma, pero “la sentencia estaba lista: la norma era rechazada por ‘inconstitucional’ y Maduro mantenía en su puño al ente emisor”.
La última consecuencia de ello es que “en los últimos 30 días, el bolívar se depreció 100 % cuando a finales de octubre la cotización del dólar estaba por el orden de los Bs. 540.000 (hace un año era de unos Bs. 25.900). Ahora rompió el techo del millón de bolívares por dólar”, apunta Toro Hardy a PanAm Post.
Más factores en contra
Al mismo tiempo, la base monetaria aumentó en una sola semana en casi 30 % debido “al financiamiento del BCV a Petróleos de Venezuela y a los bolívares digitales tratando de comprar pocos bienes. Entonces el precio de esos bienes –incluyendo el dólar– se está disparando”.
Así “la devaluación también está retroalimentando la hiperinflación, la cual se agudizará cuando se trasladen a los precios los nuevos impuestos que el régimen quiere aplicar a las transacciones financieras en dólares”, pronostica el economista a PanAm Post.
Dolarización sin futuro
Para que se produzca una “verdadera dolarización” el BVC debería “llamar a quienes tienen moneda local en los bancos y entregarles dólares y, a partir de ese momento, dejar de imprimir bolívares”, apunta Toro Hardy.
Esa sería, a su juicio, “una medida efectiva” pero “lo que está ocurriendo en Venezuela es que se está dolarizando el consumo”, afirma el especialista. Como consecuencia “crece la liquidez en el público pero la inflación continua y se agrava porque cada vez son menos bienes disponibles”.
Para cambiar este escenario y sanar al BCV “que se está muriendo, Venezuela necesita cambiar de médico”, concluye el economista José Toro Hardy.