
“¡Corre, corre!”, es el grito desgarrador e incesante de las deportaciones que se registran en Trinidad y Tobago en contra de venezolanos. Así lo muestra el video difundido este fin de semana por el comisionado de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis de migrantes y refugiados de Venezuela, David Smolansky.
El gobierno de la isla retornó a 16 menores de edad, incluido uno de tan solo cuatro meses de edad, bajo maltrato y hostigamiento, denunció el comisionado a través de su cuenta en Twitter.
#URGENTE El gobierno de Trinidad y Tobago acaba de deportar a 16 niños venezolanos, entre ellos un bebé de 4 meses. Están devolviendo a los menores de edad en bote a Venezuela, negándoles el refugio y separándolos de sus padres que ya estaban en Trinidad. Una atrocidad. pic.twitter.com/W4RQocRF4R
— David Smolansky (@dsmolansky) November 22, 2020
El video revela como “los uniformados forcejean durante minutos con dos venezolanos, que luego huyen por zonas boscosas cercanas al lugar mientras que lugareños los alientan en español”, señaló Smolansky.
En bote y sin piedad
Como “una atrocidad” calificó Smolansky el hecho tras comprobar que el grupo de infantes fue deportado “en un bote negándoles el refugio y separándolos de sus padres que ya estaban en Trinidad”, divulgó Diario Las Américas
Lo ocurrido constituye “un acto cruel y muy grave” porque Trinidad y Tobago violó la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Convención sobre Refugiados de 1951, que obliga a dar apoyo a los migrantes en calidad de refugiados, insistió.
Y aunque ambos instrumentos protegen a migrantes y refugiados contra la devolución, las autoridades trinitarias “ignoraron” la petición de la defensa de los menores, enmarcado en el recurso legal de “habeas corpus” que les permitía presentar sus casos ante un juez.
“Por décadas” Venezuela recibió a “muchos ciudadanos trinitarios que llegaron al país en búsqueda de oportunidades”, cuestionó Smolansky.
Muchos trinitarios emigraron a Venezuela por décadas en busca de trabajo y estudio para superar la pobreza que padecían en su isla. Se les recibió con los brazos abiertos.
No hay el mismo trato para los 40 mil refugiados venezolanos que han huido a esa isla por la dictadura.
— David Smolansky (@dsmolansky) November 22, 2020
Un regreso difícil
Lo que les espera a los menores es complicado, considerando que Maduro tilda de “bioterroristas” a quienes retornan al país, indicó Deutsche Welle, emisora internacional de Alemania.
“El discurso de segregación del régimen de Maduro contra los venezolanos retornados podría llevar a un genocidio”, dice David Smolansky al medio. Asegura también que los tratos crueles y degradantes contra quienes retornan al país ponen en peligro la integridad física y psicológica de estos.
Otros funcionarios del régimen los catalogan como “armas biológicas” por regresar en plena pandemia y los obligan a “pasar la cuarentena en una celda, son maltratados, estigmatizados, amenazados”.
Complicidad mutua de poder
Trinidad y Tobago reconoce a Nicolás Maduro como presidente. El ministro de Comunicación de ese país, Stuart Young, lo hizo público hace más de un año y demostró su apoyo al régimen absteniéndose en la votación de la OEA, que esperaba no reconocer a Maduro.
El chavismo ha respondido con reciprocidad. Por teléfono, el dictador llenó de felicitaciones al primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley en septiembre tras su reelección en el cargo, reseñó AG.
Esa camaradería justifica el silencio de la isla ante las sanciones contra el régimen socialista, afirma el excanciller trinitario Ralph Maraj en Newsday.
Argumentos de mentiras
El primer ministro de la isla Keith Rowley defiende su cercanía con el chavismo, alegando que “el Tratado de la ONU dice que el gobierno de Venezuela es el gobierno de Nicolás Maduro”, pero Maraj no le cree.
Apelando a esto, la isla ha transado con Maduro la venta de combustible mediante la empresa estatal Paria Fuel Trading Company a ES Euro Shipping, con sede en Suiza. Para Maraj esos intereses económicos en juego han enmudecido a la administración de Rowley, que hasta la fecha no se pronuncia sobre las «atrocidades» que suceden en Venezuela
Mientras el actual mandatario de la isla justifica su silencio diciendo que “no interfieren en los asuntos de otros países“, Maraj, en cambio, dice ese es un «reclamo falso», recordando que Trinidad se ha pronunciado contra las violaciones de los derechos humanos en Haití.
Y aunque el Departamento de Estado de EE.UU. solicitó a la isla retirarse del Tratado de Río si no podía cumplir con el consenso alcanzado por los países miembros sobre las sanciones contra Venezuela, los lazos se mantienen, afirma Primer Informe.
Los negocios todo lo pueden
Maraj sospecha que la complicidad con Maduro con Trinidad y Tobago se debe a un “acuerdo de gas” que intentan sostener de espaldas a Estados Unidos.
Esto parce ser acertado luego de que Rowley declarara que “Shell está conversando y está trabajando en varios escenarios de desarrollo para determinar la mejor opción” que les permita retomar el proyecto de gas transfronterizo Loran-Manatee entre Venezuela y Trinidad sin ser reprendidos por Washington, reseñó Finanzas.
De esa manera Rowley prevee que “el gas venezolano llegue al mercado internacional y se monetice para beneficiar así a ambos pueblos” y Maduro, que tiene su objetivo identificado en el negocio, pretende que Trinidad y Tobago “se convierta en un gran abastecedor”, citó el medio.
Pero las consecuencias de esto, el excanciller las tiene a la vista. Sabe que “el gobierno de los Estados Unidos, sin duda, vigila de cerca estos desarrollos y puede decidir no sancionar completamente al país sino a los individuos, una vez que tengan evidencia irrefutable de que Trinidad o alguien estaba en violación”.
El campo alberga 10,2 billones de pies cúbicos (TCF) de gas de los cuales aproximadamente el 74 % pertenece a Venezuela y el 26 % restante pertenece a Trinidad y Tobago.