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La jornada de este martes fue larga e intensa en Caracas. Decenas de miles de estudiantes se congregaron para responder a la convocatoria de Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular que se entregó a las autoridades chavistas para «dar la cara» ante la orden de detención que tiene.
Uno de los participantes de la marcha fue Gabriel Salas, periodista y director de Estudiantes por la Libertad de Venezuela. En una charla telefónica con Libertad Digital, señaló que fue una «jornada intensa con mucha gente movilizándose» y agregó que también de mucha «incertidumbre y expectativa» sobre todo porque el oficialismo también había convocado una contramarcha.
Según Salas, que también es miembro de Cedice Libertad — una asociación en defensa de la libertad individual, un gobierno limitado y búsqueda de la paz — ésta circunstancia era «el cóctel perfecto para que ambas marchas se encontraran con un estallido de violencia muy significativa» en especial — agregó — porque el gobierno utiliza grupos paramilitares que «están al margen de la ley» y que son «una forma indirecta de coaccionar al resto de la ciudadanía».
Sin embargo, dice que este martes no vio a estos grupos paramilitares ya que el gobierno de Nicolás Maduro, al que califica de dictadura «porque no hay separación de poderes ni nada por el estilo», organizó un enorme contingente militar: «Nunca había visto tal despliegue militar en 15 años de gobierno socialista con tendencia totalitaria». Dice que notó a militares «con equipos e instrumentos destinados a la represión y antimotines». «Algo muy impresionante», sentenció.
También contó que «el proceso de entrega de Leopoldo López implicó un gran forcejeo porque los estudiantes que estuvimos ahí tratamos de impedirlo». Recalcó que la presión estudiantil era tal que «al final se lo tuvieron que llevar a una base aérea del centro de Caracas y sacarlo por helicóptero porque por vía terrestre era imposible».
Esta entrevista fue publicada originalmente por Libertad Digital.
