EnglishPese a afirmar que ha equilibrado el presupuesto, el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, ahora admite un déficit. La información indica que el deficit de este año será de solo U$191 millones, incluso cuando con una reciente reforma fiscal se propone recaudar $1,2 mil millones.
Cabe preguntarse: si la isla tiene un déficit de $191 millones, ¿para qué son los mil millones restantes?¿Por qué el Gobierno de Padilla intenta recaudar otros $3.000 millones endeudándose?
Apenas cuatro días antes, el Gobierno dijo que buscaba hacer recortes al presupuesto por $1.500 millones. El problema con Puerto Rico es que es virtualmente imposible obtener una respuesta concreta de cualquiera que esté en el Gobierno.
No voy a dedicarme a cómo Puerto Rico llego a este punto, algo sobre lo que he escrito en el pasado. En estos momentos la isla necesita respuestas.
En la actualidad el Gobierno está recortando las horas de sus empleados y servicios públicos. Estos primeros pasos aportan algo de esperanza en que el presupuesto se equilibre en este año fiscal, pero ¿qué sucederá con el próximo, del cual estamos a unos meses nada más?
Una vez más el Gobierno de Padilla no logra abordar el problema fundamental de la isla: el Gobierno es muy grande y gasta demasiado dinero. La estimación más cercana del verdadero déficit fue publicada ayer y alcanza los $2.400 millones. Empecemos por este punto.
Padilla: haga las cuentas
¿Cómo se ahorran $2,4 mil millones? Aquí vamos:
El ingreso promedio para los trabajadores en Puerto Rico es de aproximadamente $22.000; Puerto Rico, además, es una de las pocas jurisdicciones en Estados Unidos en las cuales el ingreso promedio de las mujeres es superior al de los hombres, en este caso por algunos cientos de dólares. Este es un cálculo aproximado para estimar costos. Entonces, 1,35 x 22.000 = $29.700 por año por empleado, en promedio.
¿El número de empleados estatales? 300.000.
Con un recorte de un tercio del total de la fuerza de trabajo del Gobierno (100.000 empleos) se ahorrarían casi US$3.000 millones. Ahí lo tienen. La mejor parte de esto es que no es necesario recortar los 100.000 empleos.
Al cerrar un departamento o una sección del Gobierno, también se desprende de su propiedad: la flota de vehículos, costos eléctricos, de internet, y de oficina como papel, impresoras, y demás.
El Gobierno de Puerto Rico debe dejar de interferir y permitir que el capitalismo haga su trabajo
Mi mejor estimación es que despidiendo entre 50.000 y 75.000 empleados estatales y reorganizando el Gobierno de la mancomunidad, los ahorros podrán lograrse sin la necesidad de nuevos impuestos.
Lo mejor de todo, esto ataca el principal problema que enfrenta el Gobierno: su tamaño. Como resultado, no será necesario retornar de nuevo a esta batalla el próximo año.
Los impuestos y el gasto, sin embargo, son solo una parte del problema. Puerto Rico continúa bajo una grave crisis económica y ahora enfrentan un posible racionamiento en el suministro de agua.
Ya me he referido a temas económicos en este espacio, y he propuesto iniciativas para lidiar con varios de estos asuntos. Probablemente retornaré sobre este tema en el futuro, pero solo resta decir que el Gobierno de Puerto Rico debe dejar de interferir y permitir que el capitalismo haga su trabajo.
El Gobierno es el único lastre de Puerto Rico.