English Donna Brazile, vicepresidente del Comité Democrático Nacional (CDN), el ente que gobierna el Partido Demócrata, hizo un llamado para una nueva Constitución estadounidense. Dijo que esto protegería a Estados Unidos de los “charlatanes, fanfarrones y el 1%“. No obstante, no especificó qué reemplazaría a la Constitución o qué modificaciones incluiría.
Piensa en eso un momento.
Ella, y muy probablemente sus colegas del CDN, quieren eliminar la Constitución de los Estados Unidos de América, el documento que anunciaba el cambio de monarcas por la representación republicana: el Gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo.
Los que se aferran a ese documento y a su Declaración de Derechos son denominados constitucionalistas, paleoconservadores o conservadores constitucionales. Quienes se oponen o la desobedecen son los progresistas y neoconservadores. Brazile quiere “salvar” a Estados Unidos de quienes quieren mantener a esta nación libre y restaurar la libertad que se ha perdido.
¿Es esta la futura estatidad por la que lucha el Partido Nuevo Progresista de Puerto Rico (PNP)? No lo creo. El PNP ha buscado durante largo tiempo la igualdad ante la ley, en parte debido a la Constitución.
La Carta de Derechos […] sería eliminada completamente si los políticos elitistas quisieran reemplazar la Constitución.
La Carta de Derechos, invocada tantas veces de tantas maneras, sería eliminada completamente si los políticos elitistas quisieran reemplazar la Constitución. ¿Garantizarían los marxista de izquierda o los neoconservadores la libertad de prensa de los libertarios y paleoconservadores? Difícilmente. Vea el empuje continuo para reavivar la “Doctrina de la Imparcialidad” y la represión de la libertad de expresión desde los ataques del 9/11.
¿Prohibirían ellos la vigilancia electrónica como lo hago en mi propuesta? ¿Qué hay del acuartelamiento de las tropas y del derecho a poseer y portar armas? ¿El derecho al debido proceso? No lo creo.
La intención se manifiesta para silenciar a un lado del debate político, por lo que en una Constitución revisada, los derechos fundamentales quedarían en segundo plano. La libertad de expresión y de prensa, por ejemplo, fácilmente se convertirían en el “discurso del odio.” Cualquier persona que hablara de manera políticamente incorrecta sobre cuestiones de género o sobre una determinada religión, podría ser considerado ofensivo y no se le permitiría hablar.
Yo cambié mi apoyo a la estadidad de Puerto Rico a causa de la erosión de la república de EE.UU. y otras revelaciones.
Entre ellos se encuentra la deuda nacional de EE.UU., actualmente en US$17,75 billones. Si se incluyeran los pasivos no financiados, como el seguro social y el seguro de salud Medicare, alcanza los US$205 billones. Como ciudadanos estadounidenses, los puertorriqueños son responsables de esa deuda. Como Estado, Puerto Rico tendría que pagar esa deuda y no podría tener una salida legal.
Cada hombre, mujer y niño debe más de US$660.000 por la deuda total. En algún momento —tal vez pronto— los acreedores aparecerán a exigir su dinero. Cuando eso suceda, incluso todas las personas en los territorios de EE.UU. pagarán, por lo menos hasta llegar a la situación de default.
Si se llegara al default, ocurriría lo que describo como un “shock de dólar”. Su valor se desmoronaría, y en consecuencia, los precios se irían por las nubes.
Las opciones que enfrenta Puerto Rico son muy simples: (1) quedarse en Estados Unidos (como un Estado o territorio autónomo) bajo la dirección de las personas que quieren arrebatarte tus derechos, independientemente de la etiqueta del partido, o (2) convertirse en un país libre y una nación independiente que escriba su propia Constitución y sea responsable de su propia deuda.
Esa es la elección. No es la estadidad o la mancomunidad o la independencia; es quedarse o irse. ¿Estás preparado para soportar la deuda de más de medio millón de dólares, por encima de la propia deuda de Puerto Rico? ¿Estás también listo para vivir en un Estado policial permanente donde se leen cada llamada y cada correo electrónico y se guardan para una futura y atenta lectura?
La estadidad una vez representó la perfecta solución para Puerto Rico: libertad, igualdad y mejor economía. Ya no más.
La estadidad una vez representó la perfecta solución para Puerto Rico: libertad, igualdad y mejor economía. Ya no más. Ahora, la estadidad representa una pérdida de libertad, más corporativismo y más deuda.
Antes de la próxima votación, te insto a que tomes un momento para considerar las opciones reales y lo que significan en realidad antes de tomar una decisión final sobre el status de Puerto Rico. Si estás de acuerdo con que el tiempo para la estadidad ha pasado, entonces espero que te unas a mí y otros a fin de construir un Puerto Rico que encarne los derechos fundamentales y naturales que una vez hicieron de Estados Unidos una gran nación.