EnglishEl 23 de septiembre de 1868, un grupo de casi 1.000 hombres en Puerto Rico se rebelaron contra España y declararon su independencia de la potencia colonial. Su rebelión, conocida como El grito de Lares, y liderada por hombres como Ramón Emeterio Betances (autor de Los diez Mandamientos de los hombres libres), fue aplastada por los españoles, pero al mismo tiempo fue el nacimiento del movimiento independentista puertorriqueño.
Dejaremos una lección de historia para otro día, pero quiero señalar que Betances fue claramente un individualista y creyente en la libertad. Desde ese momento, especialmente desde la década de 1950, el movimiento independentista ha estado bajo el control de izquierdistas marxistas y del socialismo. En los años posteriores, el pueblo de Puerto Rico ha rechazado el comunismo y al Partido Independentista Puertorriqueño (PIP). Aquellos en el movimiento contemporáneo no solo fracasaron en lograr la independencia, sino que ni siquiera han podido conseguir una amplia base de votantes que elijan a sus lideres para ocupar la mansión del gobernador.
Basta con decir que la independencia solo llegará a Puerto Rico si la visión independentista resulta atractiva para los moderados y los defensores del capitalismo de libre mercado. Esto implica la creación de una visión de independencia que tenga sentido para esos grupos y que aborde los verdaderos problemas que enfrenta la isla.
También significa poder responder a las preguntas más habituales cuando uno discute la idea de la independencia: ¿De dónde provendrá el dinero? ¿Cómo se controlarán la delincuencia y la corrupción? ¿Cómo podemos asegurar un futuro estable a nuestros hijos?
Creo que he contestado esas preguntas de manera inequívoca. Por supuesto, las respuestas “correctas” nunca son políticamente correctas. Si el costo de la electricidad es demasiado alto y esto obedece principalmente a la existencia de sindicatos del sector público y al combustible utilizado para generar la electricidad, entonces es necesario deshacerse de los sindicatos y reemplazar el combustible —y ningún combustible provee más electricidad a menor costo por un período más largo que el nuclear. Punto. Ninguna de estas ideas son populares en la isla, pero ambas son acertadas, y debe hacerse un esfuerzo para convencer a la gente de que es tiempo de tomar decisiones difíciles.
También quiere decir que la visión independentista debe resultar atractiva a los muñosistas (los seguidores del patriarca Luis Muños Marin) del Partido Popular Democrático (PPD) y al ala conservadora del Nuevo Partido Progresista. No es posible obtener una mayoría o esperar ganar una elección por la independencia dependiendo únicamente en los votos del PIP y los soberanistas del PPD. El movimiento debe diversificarse y enfocarse en la causa de la libertad personal, y no predicar una distopía socialista.
El futuro de Puerto Rico, incluso de un Puerto Rico independiente, dependerá en gran medida de una relación positiva y pacífica con Estados Unidos, donde residen más de 4 millones de puertorriqueños. Ellos querrán volver a visitar su patria y la juzgarán utilizando una vara diferente. Aquellos viviendo en áreas suburbanas de Estados Unidos habrán conocido un mundo totalmente distinto y tendrán expectativas absolutamente diferentes sobre como debería funcionar un Gobierno. Necesitaremos su apoyo y su libertad para viajar; y edificar una república socialista en constante enfrentamiento con Estados Unidos no servirá a ese propósito.
Entonces, en este día importante, me gustaría hacerle un homenaje a El grito de Lares recuperando el movimiento independentista de las manos de la izquierda marxista y devolvérselo a quienes lo iniciaron: los capitalistas de libre mercado y los conservadores. Por más de 50 años el movimiento independentista puertorriqueño ha fracasado rotundamente en lograr algo más que organizar protestas e impedir el desarrollo. Es por esto que les pido a los que han estado de hecho en el campo socialista, quienes tradicionalmente han apoyado al PIP y al Partido Nacionalista, que se unan a mi.
Les pido dos cosas: Su firma para esta petición y Declaración de Independencia, y dos años de su tiempo. La petición enumera las razones por la independencia en términos claros y concretos, e incluye una Constitución provisional que entrará en vigencia una vez declarada o adquirida la independencia. Buscaré las firmas de los partidarios tradicionales por la independencia y la soberanía, al mismo tiempo que extenderé este pedido a conservadores, libertarios y moderados.
Busco construir una coalición que atraviese a los partidos y lograr un mínimo de 200.000 firmas, así el 2 de julio de 2016 solicitaremos ante el Congreso la independencia —o incluso antes, si superamos ese número con anticipación. Si el asunto no se ha podido resolver por esa vía, la petición incluye, de ser necesario, una cláusula que permite la declaración unilateral el 23 de septiembre de 2016, el aniversario del alzamiento de Lares. Si no obtenemos las firmas necesarias, la petición y la declaración se anulan automáticamente. Las 200.000 personas no hacen una mayoría, pero representan una masa crítica en la tarea de promover la libertad.
Mientras que en ocasiones anteriores he propuesto la independencia para solo una parte de la isla, en esta oportunidad la petición abarca íntegramente a la isla de Puerto Rico. Es tiempo para aquellos que verdaderamente quieren la independencia hagan lo único necesario para obtenerla: Comunicárselo a otros tanto en la isla como en el territorio continental estadounidense, y estar de acuerdo con la libertad individual, la propiedad privada, y el rechazo al socialismo.
La Constitución propuesta, que está disponible en inglés y en español, es un documento perfectible. Sin embargo es un punto de partida e incluye tanto mi plan económico como un cronograma para la creación de una Constitución permanente. Incluye algunas facultades provisionales extraordinarias para asegurar que los líderes puedan llevar a cabo una transición sin complicaciones y contempla las inevitables luchas de poder que ocurrirán luego de declarar la independencia. También termina con el bloqueo partidista al poder, desintegra los sindicatos del sector público, y persigue a los delincuentes y corruptos. En síntesis, es práctica y políticamente incorrecta.
Entendiendo que se trata de un documento imperfecto, lo dejaré abierto a comentarios, sugerencias, y revisiones limitadas, hasta que hayamos obtenido un mínimo número de firmas. Sin embargo, solo aceptaré comentarios y sugerencias de aquellos que firmen la petición. La petición está abierta para todo los ciudadanos estadounidenses, residan en la isla o no.
La dirigencia del PIP ha fracasado. Déjennos comenzar la lucha final por la independencia de Puerto Rico con la libertad como protagonista de la causa. Présteme su firma, su tiempo y su compromiso. El tiempo para un cambio verdadero ha llegado, para dejar de lado aquellas cosas que han impedido que el movimiento crezca más allá de una pequeña minoría. También significa dejar de lado el miedo y la duda y encontrar el coraje para dar un salto de fe.