EnglishUna semana después de que Donald Trump advirtiese a los residentes estadounidenses que se prepararan para la ruina financiera de la nación, el índice bursátil Dow Jones superó los 17,000 puntos por primera vez en la historia. El aumento de las cotizaciones aparentemente se dio en respuesta a un informe de empleo positivo que excedió las expectativas de los analistas. Sin embargo, los economistas y analistas tienen una memoria muy de muy corto plazo.
El Wall Street Journal reportó que la economía de los Estados Unidos creo 288,000 nuevos empleos en Junio, muy por encima de los 215,000 nuevos empleos que se pronosticaban. Esto bajó la tasa de desempleo del país de un 6,3% a un 6,1%. El artículo del Wall Street Journal indica que los inversionistas esperan que las cotizaciones burstátiles suban aun más. Pero hay un problema con esa narrativa: no tiene sentido.
Esto no significa que el WSJ no esté informando con exactitud lo que está pasando o lo que la gente está diciendo. El problema es que un gran número de “inversionistas” y “expertos” han estado equivocados una y otra vez. No tengo duda de que podríamos seguir viendo crecer las cotizaciones. Como capitalista, debería ver algo positivo en esta noticia en cuanto a la capacidad para hacer dinero. Pero entonces ¿por qué Donald Trump está diciendo exactamente lo contrario?
En una entrevista para Fox, según lo reportó Money News, Trump dijo que Estados Unidos podría convertirse en una Grecia o una España a mayor escala, y que el país está tambaleándose en el borde de la ruina financiera. Trump espera una rebaja en la calificación de riesgo de la deuda del gobierno. A pesar de que a veces no estoy de acuerdo con Trump, esta vez el magnate de bienes y raíces dio en el clavo.
La mayoría de los medios de comunicación estadounidenses está ignorando hechos que pintan un cuadro muy distinto de la economía del país y su futuro.
Hoy en día, la deuda oficial del gobierno excede los US$17,5 billones y está en ascenso, mientras la deuda total del país excede los $61,5 billones. Eso representa una deuda actual de $193,000 por hombre, mujer y niño. Compárese eso con el ingreso per cápita de $42,000 (PBI dividido por población), un ingreso medio de $51,000 en los hogares, y un ingreso individual de tan sólo $28,000 al año.
Poniéndolo de otra manera, si tomamos los $61,5 billones y los dividimos entre el número total de contribuyentes (116 millones), tenemos como resultado una carga fiscal de $530,000 por contribuyente. La fuerza laboral actual de los Estados Unidos está compuesta por apenas 146 millones de personas, y 92 millones están consideradas “no pertenecientes a la fuerza laboral” —personas que prefieren no trabajar, renunciaron a seguir buscando empleo, o son incapaces de trabajar. En los Estados Unidos, 156 millones de personas reciben cierto tipo de asistencia pública. En otras palabras, hay más personas que reciben dinero del gobierno que las que pagan impuestos sobre su nómina.
El gobierno de Estados Unidos continúa gastando alrededor de $62 mil millones más de lo que genera en impuestos y otros ingresos al mes. Ha tomado prestado más de medio billón de dólares hasta ahora, a tres meses de que culmine el año fiscal.
Entonces, ¿qué pasa en tu casa cuando gastas más dinero del que recibes por tu salario? Te vas a la quiebra y pierdes tu casa.
De esto precisamente es de lo que habla Donald Trump: De la realidad fiscal. El gobierno estadounidense financia su deuda en ascenso de la misma manera que lo hace Puerto Rico: Tomando dinero prestado. El gobierno federal, por su parte, tiene una herramienta de la cual los estados y municipios carecen. Cuando no hay más dinero para pedir préstamos, simplemente imprimen dinero de la nada. Esta “monetización” de la deuda es exactamente lo que trajo la muerte económica a Alemania, y esto combinado con la Gran Depresión fue lo que llevó a Adolfo Hitler y su partido Nazi a la cima.
Este tipo de gasto descontrolado también genera inflación y puede llevar a la hiperinflación. El costo de la comida en los Estados Unidos está ya creciendo. ¿Qué pasará cuándo nadie quiera adquirir la deuda de Estados Unidos, lo cual está sucediendo ahora con Puerto Rico, y todo lo que quede por hacer sea imprimir dinero inorgánico?
Un caos económico generalizado y una depresión a largo plazo: Tan sólo pregúntale a Argentina.
El auge del mercado en Wall Street puede continuar a corto plazo, pero al final la deuda de los Estados Unidos terminará con la ilusión causada por los informes económicos optimistas. Todo lo que quedará será un montón de disparates.