English En marzo de este año, el Gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, dio su Discurso de la Mancomunidad, en el que prometió equilibrar el presupuesto público y no tomar más préstamos. A primera vista, esto sonaba como un paso audaz. Puerto Rico ha estado financiando déficits presupuestarios durante décadas bajo el liderazgo de los dos principales partidos políticos. Y esto ha traído como consecuencia la acumulación de una deuda de aproximadamente US$70 millardos.
Sin embargo, había algo sobre el anuncio que no cuadraba. Eso no quiere decir que equilibrar el presupuesto y frenar los préstamos sea malo; al contrario, es exactamente lo que hay que hacer. Entonces, ¿qué es lo que no cuadra en esta historia?
A principios de este año la república emitió cerca de $3.5 millardos en bonos para financiar el déficit y ayudar al gobierno a cumplir con sus obligaciones en los próximos años mientras ser recupera la economía. El control del gasto e impulsar la economía local son parte del plan general que intenta que en la isla vuelva a reinar a algo parecido mínimamente parecido a la cordura económica.
Si bien el objetivo es bueno, todavía queda una pregunta sin respuesta: ¿La isla realmente va a equilibrar el presupuesto sin nuevos préstamos? ¿O acaban de equilibrarlo con US $3,5 millardos en bonos para que puedan decir que no van a pedir prestado el año que viene?
Y ahora sale un informe que dice que la mancomunidad emitirá US$500 millones adicionales en bonos el año que viene.
Un momento… ¿Cómo es eso?
Si Puerto Rico emitió US$3,5 millardos para cubrir el déficit, ¿por qué necesitan un extra de US$500 millones el próximo año? Para ser justos, la nueva emisión de bonos se está vendiendo como una forma de refinanciar parte de la deuda municipal; Sin embargo, también se espera que pueda ayudar a financiar nuevos proyectos públicos. En otras palabras, está, al menos en parte, financiando gasto de deficitario.
Yo no soy el único que duda de la promesa de no más endeudamiento, e incluso no faltan las críticas a emisiones de bonos anteriores. Por ejemplo, “Muniland“, de Reuters, sigue siendo pesimista respecto a Puerto Rico. Haciendo referencia a Jim Grant de Grant’s Interest Rate Observer, escriben que “dada la disminución de la población de la república y la baja tasa de participación laboral de alrededor del 40%, Grant es incapaz de discernir un plan a largo plazo para ajustar el tamaño de la carga de la deuda del gobierno hasta un nivel adecuado”. Mientras tanto, algunos inversionistas están demandando a UBS en relación a unos fondos de inversión riesgosos que invertían en bonos de Puerto Rico.
La insistencia del gobernador de que Puerto Rico no es Detroit o Grecia no sirve consuelo cuando uno considera el doble discurso sobre presupuestos equilibrados y emisiones de deuda. El pesimismo continúa reinando en los círculos no políticos, como lo demuestra este artículo en GuruFocus.
Mientras tanto, Doral Financial anunció que revisará su plan de capital. Bajo las órdenes de la Corporación Federal del Seguro de Depósitos(FDIC), el problemático banco puertorriqueño ya no puede incluir algunos o la totalidad de los derechos de cobro de impuestos por parte del gobierno de Puerto Rico en el cálculo de su capital de Nivel 1. Ese dinero representa casi la mitad del capital de Nivel 1 del banco. El informe explica la decisión así: “Doral queda fuera de cumplimiento con su Orden de Consentimiento con la FDIC porque ya no será capaz de aceptar o renovar los depósitos transados, lo que significa que podría perder alrededor del 18% de su base de depósitos”.
Los problemas de Doral Financial son la punta del iceberg de los problemas económicos de Puerto Rico. Gurufocus.com señala que las dificultades financieras de Doral podrían extenderse a otros bancos en la isla, y algunos de esos otros bancos ya están en problemas.
Doral sostiene que el cobro de impuestos podría ser incluido correctamente en el plan revisado y está trabajando con la FDIC para hacerlo, mientras que también está tratando de reunir capital y considerando la venta de algunos activos. Más allá de lo que es apropiado o no dentro del laberinto interminable de regulación bancaria del gobierno, ¿será que la FDIC sabe algo sobre el potencial de ingresos futuros a cobrar por concepto de impuestos que el gobierno de Puerto Rico no está diciendo? Si los ingresos tributarios a largo plazo están en duda, como va Puerto Rico a mantener su promesa de un presupuesto equilibrado? No puede.
La economía de la isla sigue encogiéndose, aunque el ritmo se ha ralentizado. La economía de la isla se contrajo a una tasa anual del 0,8% en marzo, frente al 2,5% en el mes anterior. Sin embargo, la economía tuvo una caída acumulada del 3,4% desde julio de 2013 hasta marzo de 2014.
Pero hay quienes ven un futuro más brillante para la isla. El multimillonario John Paulson planea invertir mil millones de dólares apostando a su recuperación. El optimismo de Paulson, sin embargo, parece equivocado dada la situación financiera de los Estados Unidos. En cierto sentido, Puerto Rico no es “una isla”, sobre todo cuando se trata de su futuro económico. Como territorio de los Estados Unidos, va a donde vayan los Estados Unidos; que es a ninguna parte. La recién nombrada presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, dice que “en virtud de la situación política actual, el déficit del gobierno federal se elevará a niveles insostenibles”. Los Estados Unidos sumarán otros $7.5 billones de nueva deuda en los próximos seis años.
Además, en lo que a primera vista podría ser una buena noticia, la tasa de desempleo de EE.UU. cayó a un 6,3% mientras la economía ganó unos 288.000 nuevos puestos de trabajo. Una vez más, sin embargo, el diablo está en los detalles. El número en realidad cayó porque ya no toma en cuenta a las personas que han dejado de buscar un puesto de trabajo. El número de personas que renunciaron aumentó considerablemente: 800.000 sólo el mes pasado. 92 millones de estadounidenses no están trabajando. Una cifra despampanante.
Entonces, ¿qué pasará con los Estados Unidos y por lo tanto con Puerto Rico cuando llegue la hora de pagar por las consecuencias de todas esas deudas y todos esos desempleados en medio de una crisis económica de proporciones bíblicas?
Si hay alguna luz al final del túnel en cuanto al futuro de la economía de Puerto Rico, es que las cosas están tan mal que la legislatura está poniendo finalmente todas las opciones sobre la mesa, incluyendo la legalización de la marihuana y la prostitución, dos ideas que he defendido durante mucho tiempo.
Nota del autor: Para un resumen de la propuesta de presupuesto del Gobernador, hacer click aquí.