Luego de tres años de guardar silencio y de no insistir a las citaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Colombia y pese a la fuerte carga probatoria en su contra, el expresidente Juan Manuel Santo afirmó que a su campaña reeleccionista en 2014 no entraron dineros irregulares de Odebrecht.
El exmandatario sostuvo ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), en una declaración libre, que “después de tres años de investigaciones la conclusión es que no hay absolutamente nada, no tengo nada de qué defenderme, porque ahí está mi defensa que son los hechos y la verdad. Nadie del alto gobierno ha sido acusado de recibir un solo peso de sobornos. Todas las acusaciones sobre presuntos delitos cometidos en mi campaña han sido desvirtuados, no hay un solo indicio de favorecimiento, ni una sola prueba que vincule mis campañas con la corrupción de Odebrecht”, señaló Santos, acompañado por Alfonso Prada, su exsecretario privado.
Sin embargo, el exviceministro de Justicia Rafael Nieto, advirtió que en la declaración Santos “mintió” de forma “descarada”.
“Hay pruebas testimoniales y documentales que demuestran que las campañas de Santos 2010 y 2014 recibieron dineros ilegales y no reportados de Odebrecht. ¡Que tenga todo amarrado para asegurar su impunidad no cambia los hechos!”
Lo que es cierto es que la campaña reeleccionista de Santos apostó al todo, para imponerse en los comicios y ganarle al uribismo. Uno de los objetivos era la publicidad de la campaña. Ya se sabe que la constructora brasileña pagó una factura por USD $400 000 en afiches para la campaña de Santos en 2010, hecho confesado por Roberto Prieto, quien fue su gerente de la campaña a la presidencia.
Pese a la declaración, la Fiscalía General archivó la investigación en su contra y Prieto fue condenado a cinco años por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, tráfico de influencias y falsedad en documento privado por el caso Odebrecht.
Santos aseguró que la prueba de que Odebrecht no salió favorecida en su Gobierno es que solo logró adjudicarse una licitación a su favor, se trató de la vía Chiquinquirá-Puerto Boyacá en el departamento de Boyacá, en la que participaron 15 proponentes que “aceptaron el resultado sin reclamo, lo que demuestra que se la ganó en franca lid”.
Y agregó, que sobre la financiación no hubo ningún aporte extranjero ni se recibieron sobornos, en el entendido de que las cuentas se pasaron a tiempo y tuvieron la auditoria interna de la campaña y una externa asignada por el CNE.
“Esa auditoria externa estaba en manos de Mario Ramírez quien auditó en tiempo real cada cuenta, se encargó de revisar ingresos, egresos; después de esas auditorías hubo una especial que ordenó el CNE y fue aprobada por todas las autoridades” dijo.
Ahora los magistrados del CNE deberán estudiar el caso y revisar minuciosamente la declaración del expresidente Santos conforme a las pruebas que se han allegado y a las investigaciones que se han adelantado hasta ahora, para definir si hay lugar a una investigación formal en su contra o archivar el caso.
Así se fraguó el ingreso de sobornos Odebrecht a campaña Santos
La explosiva declaración ofrecida por el empresario Andrés Sanmiguel Castaño el 18 de junio de 2018, representante de Gistic Logistic Soluciones Integrales, dejó claro que la campaña reeleccionista de Santos necesitaba más dinero para quedarse con la presidencia, luego de perder la primera vuelta frente al uribista del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, por un margen de 458 000 votos.
Como había señalado anteriormente PanAm Post con base en las declaraciones de Sanmiguel, se pudo establecer que los liberales tuvieron mucho que ver en la negociación de los sobornos de Odebrecht, que llegaron a parar en la campaña de Santos. Lo particular del caso, según conoció el diario El Colombiano, fue que la campaña política para la segunda vuelta fue puesta en manos del hoy jefe del Partido Liberal, César Gaviria.
Dicha propuesta había sido impulsada por el exfiscal general Néstor Humberto Martínez, que se desempeñaba en ese entonces como asesor jurídico de su propia firma, Neira Abogados.
Cabe recordar que los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana denunciaron a través de una carta, la presunta entrada de la millonaria suma a la campaña reeleccionista de Santos a través de Gistic Soluciones. Según la denuncia, Gistic Logistic Soluciones Integrales entregó 3 850 millones de pesos a la campaña Santos Presidente (casi dos millones de dólares para aquel año), dineros que fueron repartidos entre dirigentes del Partido Liberal, incluido Simón Gaviria, hijo de César Gaviria.
En este sentido, para apalancar su campaña a la presidencia, el entonces exmandatario empezó con las aparentes amenazas entre elegir la guerra o la paz, refiriéndose a la negociación que adelantaba con la guerrilla de las FARC y el plebiscito por la paz que buscó refrendar los acuerdos. “Los colombianos podrán escoger entre quienes queremos el fin de la guerra y los que prefieren una guerra sin fin”.