El diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ), uno de los más influyentes en los mercados globales, publicó una editorial titulada No existirá la paz en Colombia durante nuestra época, asegurando que las FARC, principales traficantes de drogas, renovaron la “guerra de guerrillas”.
El duro y realista escrito es un llamado de atención sobre lo que está ocurriendo en el país sudamericano, luego del anuncio hecho por el cabecilla prófugo de la justicia, Iván Márquez, en un video —desde zona selvática de Venezuela—, en el que informa sobre el rearme formal del grupo guerrillero, al que ahora denomina la “Segunda Marquetalia”. Pese a que el Gobierno colombiano calificó la declaración como “muy preocupante”, para el diario estadounidense “el presidente Iván Duque ha minimizado su importancia”, luego de calificar a Márquez y compañía como si fueran narcos comunes.
“El problema es que Márquez y Santrich no son ‘unos individuos’. Están entre los máximos líderes de las FARC y fueron negociadores importantes en La Habana”, destaca WSJ.
La declaración del mandatario, al conocer el anuncio de los guerrilleros, fue tratarlos como un grupo narcoterrorista y no reconocer el potencial de mando y de hostilidades que manejan estos curtidos hombres de guerra, que es algo de lo que recrimina el diario.
Al mismo tiempo, se cuestiona si en realidad los cabecillas de las FARC en algún momento tuvieron voluntad de paz, así como lo ha asegurado el líder guerrillero y ahora político, Timochenko.
“Es dudoso si alguna vez hubo un compromiso de las FARC con la paz. Una mejor lectura, es que los guerrilleros llegaron a un acuerdo que incluía amnistía y 10 escaños sin elección para las FARC en el Congreso, pero que no tenían la intención de renunciar al lucrativo negocio de cocaína o su sueño de derribar la democracia en Colombia”, se lee en la editorial.
Por lo menos hay un medio internacional (@WSJ) que no se dejó engañar y dice claramente lo que pasó en Colombia con el acuerdo Santos-Farc. https://t.co/YOY7Mog8XX
— Daniel Raisbeck (@DanielRaisbeck) September 17, 2019
De acuerdo con el WSJ, las preocupaciones de los cabecillas de las FARC se agudizaron luego de una operación de la DEA (Administración para el Control de Drogas, en español), que dejó como resultado la captura de Jesús Santrich y del sobrino de Márquez, Marlon Marín. Santrich pudo haberse convertido en el primer extraditado de las FARC tras la firma del acuerdo.
Cabe recordar que desde la clandestinidad Márquez señaló que lo ocurrido era “el peor momento del proceso de paz” y describió la acción judicial contra Santrich como uno de esos “montajes jurídicos que desembocan en momentos que generan una gran desconfianza en todos los guerrilleros”. Sin embargo, Santrich salió airoso a raíz de la decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que concluyó que las pruebas que lo incriminaban no eran suficientes para extraditarlo y ordenó su libertad inmediata.
“La guerra del país contra el terrorismo está de regreso. Pero la verdad es que nunca estuvo apagada. Cuanto antes admitan esto será mejor”, se añade en la editorial.
El diario estadounidense afirma que Márquez, apegado a una “indignación moral”, promete combatir la “oligarquía excluyente y corrupta” del país, y que su principal objetivo es reconstruir la guerrilla de las FARC, organización que entregó las armas en un acuerdo con el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos a finales de 2016.
“El ala política de las FARC conserva sus 10 curules sin haber sido elegidos en el Congreso, mientras los paramilitares del Sr. Márquez reúnen a miles de farianos que abandonaron el proceso de desmovilización”, señala WSJ.
Finalmente, asegura que la pretensión de Márquez de refundar las FARC se daría en alianza con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que cuenta con un pie de fuerza aproximado de 2 200 hombres, y que en enero del presente año realizó un atentado terrorista contra la Escuela de Cadetes de Policía General Santander en Bogotá, que dejó un saldo de 23 personas asesinadas y 87 heridas.