Uno de los principales desafíos para el Gobierno del presidente electo, Iván Duque, es el que tiene que ver con la seguridad y defensa de Colombia. El país se enfrenta a un escenario de nuevas dinámicas del crimen, aumento de la violencia y un acuerdo de paz con las FARC que solo ha podido ser implementado a medias.
En entrevista con la agencia EFE Duque se mostró critico con la Colombia entregada por Juan Manuel Santos en materia de seguridad.
“Estamos recibiendo un país con muchísimas adversidades, que vio crecer los cultivos de coca, recrudecer la violencia contra líderes sociales, la minería ilegal, un crecimiento mediocre y programas sociales que por falta de una mejor gestión han perdido efectividad”, aseguró.
En su visita a España el nuevo mandatario de los colombianos afirmó que para corregir los defectos del pasado se debe empezar porque en Colombia exista legalidad, “que es el matrimonio perfecto de seguridad y justicia”.
Para este próximo 7 de agosto, día de su posesión como presidente, Duque considera que es importante “dejar ensamblada rápidamente una visión de Gobierno. Fuimos elegidos con la votación más alta en la historia de Colombia”, indicó.
Asimismo, indicó que hace falta “contundencia” frente al crimen organizado y capacidad de infiltración para poder desmantelar estos grupos criminales. Que por ello, recuperar la confianza y moral de las Fuerzas Militares y optimizar los recursos para lograr una cohesión con la comunidad para llevar a cabo un mayor control territorial.
Auge de coca
Para Duque el aumento progresivo de cultivo de hoja de coca en Colombia hace que los grupos al margen de la ley puedan subsistir. Entre 2012 hasta la fecha se pasó de tener 50.000 hectáreas de coca a más de 200.000. En comparación desde la firma de la paz, el aumento en la producción de cocaína incrementó un 23 %.
El líder del Centro Democrático considera que el aumento de los cultivos ilícitos “se han convertido en el principal elemento financiador del crimen organizado, con el Clan del Golfo, disidencia de las FARC, ELN, etcétera”.
E insistió que el narcotráfico no sea un delito conexo al delito político y, por ende, amnistiable. Cabe destacar que en el acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC se estableció que sí es un delito conexo. Esto hace parte del paquete de reformas que introduciría Duque al acuerdo, aunque ha destacado que este “no se puede hacer trizas”.
Para contrarrestar el fenómeno, Juan Manuel Santos indicó que se combatirá con drones que serviran para fumigar los cultivos de droga. Precisamente, Duque ha prometido continuar la polémica de volver al glifosato pese a la prohibición de la Corte Constitucional. Esta propuesta tiene el visto bueno de los Estados Unidos. Contempló, además, que la sustitución y erradicación de cultivos sea obligatoria y no voluntaria.
El Gobierno de Santos planea erradicar de manera forzosa 65.000 hectáreas de coca en 2018, lo que representa un 20 % más de lo que se propuso para el año 2017.
Proceso de paz con ELN
Con anterioridad,Duque se ha opuesto a la negociación de paz con el Ejército de liberación Nacional (ELN) al enviar un ultimátum al grupo guerrillero, pues considera que deben cesar sus actividades delictivas y deponer las armas, o corren el riesgo de ser atacados por la Fuerza Pública.
Por su parte, Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN, ha rechazado las “condiciones” de Duque y espera que este nuevo Gobierno mantenga los diálogos de paz en La Habana.
“Nosotros como ELN hemos hecho pactos con un jefe de Estado, Juan Manuel Santos, y se dice en teoría que la paz es una política de Estado, entonces no puede estar cada uno cambiando cada cosa a su arbitrio, ellos han sido duros en las declaraciones”, dijo el jefe guerrillero.
Los diálogos con el ELN comenzaron en febrero de 2017 en Quito, pero fueron trasladados en mayo pasado a Cuba después de que el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno apartara a su país como anfitrión de las negociaciones.
Crimen organizado y violencia homicida
La nueva radiografía de la violencia en Colombia, luego de la desmovilización de FARC, obedece principalmente a un afán por ocupar territorios controlador por la anterior guerrilla para así poder dominar corredores estratégicos y economía criminal.
Producto de estas disputas ha sido el ascenso de la violencia homicida en el país contra lideres sociales relacionados con temas de sustitución de conflictos, comunidades indigenas y afro, entre otros. Según la Fiscalía General de la Nación, la mayoría de estas muertes obedecen a la presencia del narcotráfico en las regiones.
#ATENCIÓN Los líderes sociales están siendo asesinados preponderantemente en los territorios donde operan ejércitos del narcotráfico pic.twitter.com/rftqDmC3xk
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) July 6, 2018
Por otra parte, los Grupos Armados Organizados (GAO) o Bacrim también hacen presencia a través de redes de subcontratación de los diferentes territorios que se dedican a los diferentes portafolios de criminalidad que ofrecen en los territorios.
Corrupción
Duque explicó que en materia de corrupción debe haber un endurecimiento de penas, ya que esta representa un ”gran flagelo” para Latinoamérica. De modo que se termine con “la casa por cárcel y la reducción de penas para los corruptos”.
Y que la empresa que corrompa a funcionarios sepa que no va a poder contratar más con el Estado, según Duque, para quien delitos graves como la violación y el asesinato de menores debe ser penados con cadena perpetua.