
Según la Administración para el Control de Drogas (Drug Enforcement Agency, DEA en inglés) Colombia continúa siendo la principal fuente de cocaína para el Estados Unidos.
Este incremento obedece al consumo doméstico de estupefacientes que se ha producido desde el año 2009. El informe de la DEA establece que esa tendencia podría aumentar si no hay un cambio en las políticas de erradicación del Gobierno colombiano.
Si bien se registró una caída de 53 % de la producción entre 2007 y 2012, a partir del año 2013 y hasta el 2017 existe un aumento sostenido del 134 %.
Como indica el documento, el 92 % de la cocaína incautada en Estados Unidos provenía de Colombia, un 2 % de `Perú y el restante 6 % de otras naciones.
“El cultivo colombiano de coca y la producción de cocaína en 2016 alcanzaron los niveles más altos de la historia”, señala el documento.
Agrega que los cultivos ilícitos venían siendo mitigados de manera exitosa gracias a los esfuerzos de las autoridades colombianas a través de la erradicación manual y la aspersión aérea.
El organismo norteamericano atribuye el crecimiento a varios factores, a saber, la eliminación de la fumigación aérea —prohibida por decisión de la Corte Constitucional—, la reducción de la erradicación manual que alcanzó para el 2016 el nivel más bajo desde hace 20 años. Asimismo, el bloqueo de comunidades a las autoridades y la siembra en zonas de difícil acceso como reservas indígenas y parques nacionales.
En el documento sobresale el compromiso de las FARC a dejar el negocio del narcotráfico, pero se considera que tardaría mucho tiempo el proceso de erradicación voluntaria que se adelanta en las regiones de Colombia.
Entre 2014 y 2016 la cocaína proveniente de Suramérica “ha alcanzado niveles récord” especialmente en pequeñas cantidades que son transportadas por el pacífico, apunta el texto.
En relación con el consumo de cocaína en Estados Unidos el informe asemeja a los niveles alcanzados en el año 2009.
Fuente: El Tiempo