Este martes el jefe del secretariado de las FARC, Rodrigo Londoño alias “Timochenko”, fue trasladado en un avión desde el municipio de Villavicencio a Cuba, para seguir con su tratamiento médico.
A través de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz se avaló el traslado el jefe guerrillero hacia Cuba luego de haber sufrido un accidente cerebro vascular.
Para continuar recuperación, Gobierno autorizó traslado a Cuba de Rodrigo Londoño. País garante asumirá los gastos médicos y de seguridad.
— Alto Comisionado Paz (@ComisionadoPaz) July 4, 2017
“Para continuar recuperación, Gobierno autorizó traslado a Cuba de Rodrigo Londoño. País garante asumirá los gastos médicos y de seguridad”, se lee el tweet emitido por la entidad en su cuenta de Twitter.
La decisión fue adoptada luego de haber sido dado de alta del centro hospitalario Clínica Cooperativa en la que permaneció hospitalizado desde el pasado domingo. En Cuba, territorio en el cual se consolidó el acuerdo entre la guerrilla de las FARC recibirá un tratamiento especializado de la isquemia cerebral que le fue detectada.
A propósito de su recuperación, el líder guerrillero escribió en su cuenta de Twitter que le alentaba el apoyo que ha recibido en los últimos días. “Poder salir de la cama y caminar un rato ayuda a que uno se sienta mejor. Eso de #FuerzaTimo me ha servido mucho”, señaló Timochenko.
Márquez publicó una fotografía donde se ve a ‘Timochenko’ en la clínica de Villavicencio, donde es atendido. La imagen está acompañada del mensaje: “Sobre la salud de Timochenko, como diría el Pibe: todo bien, todo bien. Su recuperación avanza positivamente”.
La afección cardíaca del jefe máximo de las FARC cuenta con antecedentes que fueron tratados en su momento en la Habana en el año 2015 a inicios de que asumiera el liderazgo de la negociación con el Gobierno Nacional.
Al tratarse de una reincidencia médica, el centro hospitalario de la ciudad de Villavicencio recomendó al líder guerrillero ser tratado en un hospital más complejo y se decidió retomar el tratamiento en Cuba.
Fuente: El País