
La población del municipio de Bojayá ubicada al sur del país en el selvático departamento del Chocó, conmemora una de las peores masacres que se ha presenciado en el país. Tras 15 años del ataque, víctimas de la masacre de Bojayá aún esperan por verdad y reparación.
El 2 de mayo de 2002, la guerrilla de las FARC en cabeza de “Ivan Márquez” uno de los principales cabecillas del grupo guerrillero y que al día de hoy es promotor de paz, atacaron a un grupo paramilitar con un cilindro bomba detonando la principal iglesia del municipio donde se refugiaban sus habitantes.
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La ola de terror que tuvo una duración de 72 horas dejó un saldo de 119 personas muertas y 1774 personas desplazadas. Los que pudieron sobrevivir se internaron en la selva.
El grupo guerrillero de las FARC reconoció públicamente haber lanzado el cilindro bomba al interior de la iglesia en donde se refugiaban cientos de personas mientras esperaban que cesara el combate entre la guerrilla y los paramilitates. Los paramilitares aceptaron posteriormente su responsabilidad en el hecho.
En 2008 a través de sentencia judicial la nación colombiana fue condenada administrativamente por la masacre de Bojayá, por no haber protegido a la población civil, a pesar de las advertencias hechas en su momento por la Defensoría del Pueblo.
“Después de 15 años cuando está demostrado que frente a esa masacre hubo una omisión por parte del Estado y de las instituciones y hoy el Estado aún no ha pedido perdón a las víctimas de esta masacre”, añadió Leyner Palacios, líder del Municipio de Bojayá.
La conmemoración de los 15 años de la masacre tiene como propósito realizar el mismo recorrido que hicieron las victimas hasta llegar al corregimiento de Bellavista en la que se llevara a cabo una eucaristía en homenaje a los muertos.
Fuente: El Espectador, RCN Radio