
Un reportaje realizado por el medio colombiano El Tiempo evidencia que el posconflicto en Colombia no es lo que parece, el desarme del grupo guerrillero de las FARC a través del acuerdo con el Gobierno Nacional ha generado decenas de desplazados en el sur del país.
La disputa exactamente es por las veredas del Litoral entre las FARC, ELN y Gaitanistas (también llamados Urabeños, clan del Golfo o simplemente “paracos”). así lo narra uno de sus habitantes:
“Éramos 90 familias y quedamos 58. Estamos en la mitad de todo; arriba del río, es territorio de ‘paracos’; abajo, de guerrilleros. Escuchamos rumores todo el tiempo, que un día se van a meter unos y al otro día, que los otros. Era más fácil cuando solo estaban las FARC”.
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El ELN actualmente está negociando en Quito con el gobierno colombiano, sin embargo, ha continuado con su ofensiva terrorista, prueba de ello es lo ocurrido en el mes de marzo en la aldea de Carrá ubicada en el Litoral, en donde desaparecieron 17 familias a manos del grupo guerrillero.
El padre de una de las víctimas rememoró que un nutrido grupo de guerrilleros, con camuflado y brazaletes del ELN, irrumpió en la aldea y fue sacando de sus casas a cada víctima para dispararle delante de sus familiares:
“No hay ninguna razón para que asesinaran a los cinco. No mataron más porque no había más jóvenes en ese momento […] es muy duro ver morir a un hijo sin poder hacer nada”.
Las demás veredas del río San Juan están controladas estratégicamente, unas zonas por parte del ELN y el resto de zonas de Autodefensas (Gaitanistas) en el que habitantes se han convertido en blanco de ataques sin una posible solución.
La ubicación geográfica del Litoral es punto estratégico para la reagrupación de narcotraficantes y grupos guerrilleros, sin olvidar que es un sector fuertemente golpeado por la pobreza. El sector fluvial es protegido por una espesa vegetación volviéndose así casi invisibles al momento de transportar cocaína a las costas centroamericanas.
Paradójicamente el fin del proceso de paz reagrupó a disidencia de las FARC en el sector del Litoral de San Juan, a esto se le suma la pretensión de control territorial por parte de los Gaitanistas.
“Yo la paz no la veo. Puede que allá los grandes hablen de paz, pero acá no hay nada de paz todavía. Lo que tenemos es más desorden”, precisa un pescador.
Fuente: El Tiempo