El juicio de Ghislaine Maxwell, la mujer de la alta sociedad acusada de procurar niñas para el depredador sexual, Jeffrey Epstein, comenzó la semana pasada.
Aunque los principales medios de comunicación no se han centrado tanto en este caso como en otros juicios de gran repercusión en los últimos meses, el proceso no ha sido olvidado por el público en general. Pero, para disgusto de ese público, el juicio no será filmado.
Algunos incluso han interpretado este hecho bajo una luz conspirativa, un tinte que ha rodeado gran parte de la historia en torno a Jeffrey Epstein, su muerte y ahora el juicio de Ghislaine Maxwell.
Más concretamente, muchos creen que funcionarios de alto rango de varios gobiernos y celebridades se vieron envueltos en la red sexual que supuestamente dirigía Epstein y que los poderes de nuestro gobierno están empeñados en evitar que estos detalles salgan a la luz.
So Ghislaine Maxwell is on trial for sex trafficking for Jeffrey Epstein but media are banned from the courtroom, no live stream because of “sensational” elements, the judge is an Obama appointee just promoted by Biden, & the prosecutor is James Comey’s daughter. FISHY. 👀
— Liz Wheeler (@Liz_Wheeler) November 29, 2021
BREAKING: “Judge In Ghislaine Maxwell Trial Issues Media-Wide Gag Order: All Press & Spectators Barred From Courtroom.”
We know who they are protecting and we can’t allow it!— Tim Kennedy (@TimKennedyMMA) November 28, 2021
The Ghislaine Maxwell Trial should livestreamed on every news station in the world. But it isn’t because powerful people in her black book will do anything to keep the truth from the people.
— Maxwell Trial Tracker (@TrackerTrial) November 29, 2021
¿Conspiración o corrupción gubernamental?
Se puede perdonar que la gente tenga poca o ninguna fe en nuestro gobierno o en nuestros sistemas, y este no sería el primer juicio de un sistema con juegos sucios (un hecho que los partidarios de nuestro sistema de justicia, de la pena capital y de la inmunidad cualificada harían bien en recordar cuando abordan las políticas públicas).
Pero, la gran mayoría de estos informes han sido rotundamente falsos. El juicio de Maxwell no será filmado por una sola razón: las cámaras están prohibidas en los tribunales federales desde hace décadas, que es el nivel en el que será juzgada. Los medios de comunicación seguirán estando permitidos en la sala, al igual que un cierto número de espectadores.
Según la página web de los tribunales de Estados Unidos
“La cobertura mediática electrónica de los procesos penales en los tribunales federales está expresamente prohibida por la Regla Federal de Procedimiento Penal 53 desde que se adoptaron las normas penales en 1946. La Regla 53 establece: “[s]alvo que se disponga lo contrario en una ley o en estas reglas, el tribunal no debe permitir la toma de fotografías en la sala durante los procedimientos judiciales ni la transmisión de los procedimientos judiciales desde la sala”.
Además:
“En 1972 la Conferencia Judicial de los Estados Unidos adoptó la prohibición de ‘transmitir, televisar, grabar o tomar fotografías en la sala de audiencias y las áreas inmediatamente adyacentes’ “.
Ahora bien, esto no quiere decir que no haya nada sospechoso en este caso, sólo que no hay nada especialmente sospechoso en esta práctica dentro de este caso. Tampoco significa que no haya nada malo en el protocolo, aunque se aplique uniformemente.
De hecho, hay muy buenos argumentos para explicar por qué las cámaras deberían estar permitidas en todos los juicios, pero los tribunales, los fiscales y los jueces siguen argumentando estrictamente en contra.
Algunos de sus argumentos son más válidos que otros, como la necesidad de proteger a los testigos y a las víctimas. Es una preocupación válida en un caso como éste. Las víctimas ya han sufrido mucho y la atención mundial sobre el caso podría ser suficiente para ahuyentar incluso a las personas más fuertes de optar por participar. Pero hay mejores formas de abordar esta preocupación que prohibir las cámaras en la sala. Por ejemplo, se podría permitir a los testigos testificar a distancia, utilizando tecnología que pudiera ocultar su identidad.
En su conjunto, esto no es más que otra forma en que el gobierno evita la responsabilidad y la transparencia. Y sabiendo lo que sabemos sobre el sistema judicial, no hay ningún otro lugar donde se necesite más este escrutinio.
Los Padres Fundadores eran muy conscientes de la necesidad de transparencia en el gobierno. Como dijo James Madison en una ocasión: “Un gobierno popular sin información popular, o sin los medios para adquirirla, no es más que el prólogo de una farsa o de una tragedia, o quizás de ambas. El conocimiento gobernará para siempre la ignorancia y un pueblo que quiere ser su propio gobernador debe armarse con el poder que le da el conocimiento”. Es esencial que el pueblo estadounidense tenga acceso a la información sobre el funcionamiento interno del gobierno, si alguna vez esperamos poder exigir responsabilidades a sus actores. Sin este componente esencial, nuestras libertades civiles no se mantendrán por mucho tiempo y esto ya es evidente en nuestro desmoronado sistema legal.
Como dijo Thomas Paine, “Un cuerpo de hombres que no rinde cuentas a nadie no debe ser confiado por nadie”. El índice de mala conducta fiscal y judicial debería ser suficiente para respaldar esta afirmación.
Por eso, a medida que los estadounidenses van tomando conciencia de los abusos en el sistema judicial, deberíamos exigir que se abandonen prácticas como la de prohibir las grabaciones para que todos los ciudadanos tengan una mayor capacidad de exigir responsabilidades a los actores gubernamentales.
Hannah Cox es directora de contenido y embajadora de marca de la Foundation for Economic Education.